Una
nueva investigación apunta la necesidad de realizar un seguimiento más estrecho
de los problemas renales en pacientes con un 3 por ciento o más de su
superficie corporal afectada por psoriasis para ayudar a detectar y tratar los
primeros signos. Además, el trabajo, publicado en 'British Medical Journal',
sugiere considerar cuidadosamente los medicamentos que pueden causar enfermedad
renal en esta población de pacientes en situación de riesgo.
La
psoriasis es una enfermedad inflamatoria común crónica de la piel y las
articulaciones que afecta a entre el 2 y el 4 por ciento de la población
general. La evidencia creciente sugiere que la psoriasis se asocia con la
diabetes y la enfermedad cardiaca independiente de los factores de riesgo
tradicionales y algunos médicos creen que la psoriasis también puede estar
asociada con enfermedad renal, pero hasta el momento, los estudios han sido
resultados contradictorios.
Por
ello, un equipo de investigadores con sede en Filadelfia, Estados Unidos,
decidió comparar el riesgo de enfermedad renal crónica en pacientes con y sin
psoriasis. Usando una base de datos de Reino Unido de registros médicos
electrónicos (FINA) de atención primaria, se identificaron 143.883 pacientes de
18 a 90 años con psoriasis, que se compararon con 689.702 pacientes sin
psoriasis que actuaron como controles.
Los
expertos definieron como enfermedad grave a los participantes con psoriasis que
recibieron fototerapia o medicamentos orales o inyectables.
Luego,
el equipo analizó la forma en que muchos de estos pacientes habían recibido un
diagnóstico de enfermedad renal crónica en base a las pruebas estándar entre
2003 y 2010, además de tener en cuenta los factores de riesgo conocidos para la
enfermedad renal crónica, como edad, sexo, presencia de diabetes, presión
arterial alta, niveles altos de colesterol y el uso de antiinflamatorios no
esteroideos (AINE).
Los
investigadores encontraron que los pacientes con psoriasis, especialmente
aquellos con enfermedad severa, estaban en mayor riesgo de desarrollar
enfermedad renal crónica entre moderada y avanzada (estadio 3-5 ) en
comparación con el grupo control. Por otra parte, las personas con psoriasis
severa registraron casi el doble de probabilidades de desarrollar la enfermedad
renal crónica y fueron más de cuatro veces más propensos a desarrollar
enfermedad renal terminal que requiere diálisis.
Después
de ajustar por factores de riesgo conocidos, la psoriasis severa seguía siendo
un factor de riesgo independiente para la enfermedad renal crónica y enfermedad
renal terminal que requiere diálisis. Un nuevo análisis de 8.731 pacientes con
psoriasis con mediciones de superficie corporal afectada emparejados con 87.310
pacientes sin psoriasis mostró resultados similares: un mayor riesgo de
enfermedad renal crónica en pacientes con enfermedad moderada y grave.
La
psoriasis se define como enfermedad leve cuando afecta al 2 por ciento o menos
del área de superficie corporal; moderada cuando la enfermedad se dispersa por
entre el 3 y el 10 por ciento de
superficie del cuerpo y severa cuando la patología se extiende a más del 10 por
ciento de la superficie corporal.
Los
resultados combinados indican que, a pesar de qu no se observa ninguna
asociación en pacientes con enfermedad realmente leve, se identifican
vinculaciones en la psoriasis moderada y grave, que se estima que afecta a más
del 20 por ciento de los pacientes en todo el mundo, según los autores.
También
señalan que, aunque el riesgo relativo fue mayor en los pacientes más jóvenes,
el riesgo absoluto de enfermedad renal crónica atribuible a la psoriasis
aumenta con la edad.
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