miércoles, 9 de octubre de 2013

El riesgo cardiovascular es mayor en los barrios cercanos a los aeropuertos



Vivir cerca de un aeropuerto no parece un buena idea, al menos para nuestra salud, asegura un reciente trabajo del Imperial College y el Kings College, ambos en Londres (Reino Unido), que ha visto que el riesgo de las hospitalizaciones y muerte por accidente cerebrovascular y enfermedad cardiovascular es más alto en aquellas áreas con altos niveles de ruido de aviones.

Algunas investigaciones anteriores ya habían encontrado vínculos entre los que viven en un ambiente ruidoso y un mayor riesgo de hipertensión arterial, pero pocos han relacionado el ruido con los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardiovasculares.

El trabajo que se publica en British Medical Journal se ha realizado en el área del aeropuerto de Heathrow, uno de los que más tráfico tiene en el mundo. Los investigadores compararon los datos sobre el ruido de los aviones, durante el día y la noche, con los ingresos hospitalarios y la mortalidad en una población de 3,6 millones de personas que viven cerca del aeropuerto londinense. Los resultados fueron concluyentes: el riesgo eran de entre un 10-20 por ciento mayor para las personas que residían en las zonas con altos niveles de ruido causado por los aviones en comparación con las zonas en donde había menos ruido.

Los autores creen que estos datos sugieren que el ruido de los aviones puede ser un factor que contribuye a estas enfermedades, aunque reconocen que se necesitan más estudios para establecer la relación exacta entre el ruido y una mala salud cardio y cerebrovascular.

Vínculo

Para la directora del trabajo, Anna Hansell, «los hallazgos sugieren un posible vínculo entre los altos niveles de ruido de los aviones y el riesgo de enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular». Y a pesar de que no está definido el rol que puede jugar la exposición al ruido en los problemas de salud, señala que «es plausible que podría estar contribuyendo, por ejemplo, al aumentar la presión arterial o alterar el sueño de las personas».

No obstante, Paul Elliott, director del trabajo, matiza que «con este tipo de estudio no podemos decir con el ruido de los aviones sea el responsable del aumento de las enfermedades del corazón y el riesgo de accidente cerebrovascular en estas comunidades, ya que hay otras explicaciones posibles». Elliot apunta que hay que tener en cuenta muchos otros factores, como la dieta, el tabaquismo, el sedentarismo y patologías como la hipertensión arterial o la diabetes. Sin embargo, afirma, «nuestro estudio plantea cuestiones importantes sobre el potencial papel del ruido sobre la salud cardiovascular que precisarás una mayor investigación».

El estudio abarcó 12 distritos de Londres y nueve de las afueras de Londres donde el ruido de los aviones supera los 50 decibelios -el volumen de una conversación normal en una habitación tranquila-.

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