lunes, 30 de diciembre de 2013

Estudian cómo las lesiones influyen en los resultados de un equipo



"Uno no espera tener tal cantidad de lesiones. No nos trastornan en gran medida, aunque sí perturban el equilibrio del equipo. Vamos a tener que repensar con qué equipo jugar, pero cuando se ponga en marcha no habrá que preocuparse". - Sir Alex Ferguson (noviembre de 2011).

Por primera vez en la historia de la Premier League, el título de la temporada 2011-2012 se decidió por la diferencia de goles. Después de 38 partidos, Manchester City y Manchester United empataban a puntos al frente de la tabla de clasificación. Mismas victorias, mismos empates, mismas derrotas. Los citizens se llevaron la copa coronada de 15 kilos a su sala de trofeos por un pequeño puñado de goles de diferencia. Se podría pensar que la igualdad entre estos dos equipos fue tan grande que cualquiera podría haber ganado la competición durante esa temporada.

Sin embargo, hay un dato en el que los diablos rojos y sus molestos vecinos no puntuaron igual: las lesiones. Aquella temporada, el United fue el equipo que más lesiones acumuló de toda la Premier. Los de Ferguson sufrieron nada menos que 39 lesiones relevantes (al menos dos semanas de baja) que sumaron un total de 1.681 días de baja entre todos los jugadores del equipo, según recoge la web especializada Physio Room. Vidic, el capitán y muro de su defensa, se perdió 23 partidos por culpa de los ligamentos; Fletcher, 22; Owen, 19; y Rafael, 26. También cayeron Ferdinand, Nani, Rooney, Carrick, Valencia, Park y un larguísimo etcétera hasta llegar al inmortal Giggs, que se perdió seis encuentros.

Mientras, el City sufrió sólo 7 lesiones en la temporada y 186 días de baja en total, una décima parte que sus rivales. El equipo de Roberto Mancini fue el club que menos tuvo que usar la camilla de toda la liga inglesa y fue el que se llevó el campeonato. Ante los medios, Ferguson trataba de quitarle importancia pero sin esa plaga bíblica que golpeó a su equipo la Premier hubiera sido suya. El escocés, muy en su línea, prefería echarle la culpa a Mancini y a su influencia sobre los árbitros mientras su vestuario se convertía en el hospital de campaña de los alemanes en Stalingrado.

El mejor entrenador es el que aleja a sus jugadores de la enfermería. Contando con su equipo técnico, obviamente. A la hora de fichar al míster, los presidentes deberían fijarse primero en el número de lesiones que tienen en sus equipos cada temporada, porque se trata de uno de los factores más determinantes del fútbol. Por un lado parece obvio y por otro lo olvidamos con demasiada frecuencia. Sin embargo, por primera vez tenemos un estudio serio con el que atizarle a los responsables de los clubes para que lo capten.

Los grandes de Europa

"La prevención de lesiones debe ser la máxima prioridad para el cuerpo técnico. Nuestros datos muestran claramente que cuando un equipo logra mantener baja la carga de lesiones, las posibilidades de éxito del equipo en esa temporada se incrementan notablemente", explica el investigador sueco Martin Hägglund. Acudimos a él porque, junto a su equipo de la Universidad de Linköping, acaba de publicar un trabajo científico de los que, como dice el tópico, marca un antes y un después. Con respaldo de la UEFA, Hägglund consiguió que el equipo médico de los 24 clubes más importantes de Europa (Real Madrid, F.C. Barcelona, Bayern, Borussia, Milan, Inter, Juve Liverpool, Chelsea... todos los grandes) le mantuviera mensualmente informado de la situación médica de todos sus futbolistas entre los años 2001 y 2012.

En esas once temporadas, durante más de un millón de horas expuestos a percances en competición y en entrenamientos, los jugadores sufrieron 7.792 lesiones (3395 entrenando, 4397 en partidos). De media, los futbolistas estuvieron disponibles para saltar al campo en el 86% de los partidos. Lo bueno del big data, el análisis de ingentes cantidades de información, es que se puede cruzar y procesar en tantas direcciones que puede ser infalible a la hora de proporcionar conclusiones.

En el caso de Hägglund, encontraron una fuerte correlación (negativa, claro) entre el número de lesiones y el éxito deportivo: "Hemos sido capaces de demostrar científicamente que si un equipo logra mantener bajo el número de lesiones, las posibilidades de éxito en su liga y en copas internacionales se incrementa notablemente", determina Hägglund. "Muchos de los que trabajamos dentro de la familia del fútbol pensábamos que la prevención de las lesiones y el éxito del equipo van de la mano, pero ahora hemos proporcionado datos concretos de esa correlación en uno de los estudios epidemiológicos más grandes entre equipos de alto nivel", asegura este investigador y fisioterapeuta.

Invertir en salud, invertir en éxitos

Hägglund consiguió montar este proyecto permanente de supervisión de las lesiones en los grandes clubes gracias a la creciente preocupación de la UEFA por el estado físico de los futbolistas. Según lo entiende este investigador sueco, los clubes profesionales deben invertir mayores recursos en mantener a sus empleados sanos "y ahora les hemos proporcionado un incentivo más fuerte para hacerlo". "El éxito del equipo en las competiciones nacionales e internacionales es la principal prioridad del deporte profesional y ahora hay pruebas de que se puede lograr este objetivo dando prioridad al trabajo preventivo contra las lesiones", defiende.

Lo que habría que trasladar a la mentalidad del mundo del fútbol es que cada partido que se pierde un jugador es un lastre para todo el equipo y, sobre todo, un tropiezo que se puede evitar. La mayoría de las lesiones se dan en los músculos y tendones que van de los isquiotibiales a la ingle, junto a los esguinces en los ligamentos y los problemas en las articulaciones de la rodilla y el tobillo. Y la medicina sabe ya que todas son lesiones que se pueden evitar con una adecuada prevención, junto a otros muchos factores que están descubriéndose estudio a estudio, desde estrenar botas a jugar demasiados minutos en una temporada.

Ahora también sabemos que, entre la élite europea, es más común lesionarse en partidos perdidos y empatados, que cada equipo tendrá por temporada unos siete desgarros en los isquios y que sufrirá unas ocho o nueve lesiones graves (más de cuatro semanas de baja). Datos que desmienten, además, el tópico de que el fútbol es cosa de lloricas: en comparación con otros deportes, "la incidencia de lesiones durante un partido entre futbolistas profesionales es alta".

Prevenir lesiones, mejor que llorar al árbitro

Otro ejemplo infalible de la importancia de la prevención son las lesiones mal curadas: a mediados de la década pasada la tasa de recaídas superaba el 20% y en la actualidad ronda el 12%. "Esto debería proporcionar un fuerte incentivo para que los entrenadores y directivos sigan invirtiendo en sus departamentos médicos y en recursos para desarrollar un trabajo preventivo continuo y a largo plazo", reclama Hägglund. Las lesiones no son fortuitas, no son cuestión de suerte, hasta las lesiones derivadas de una grave entrada o un mal gesto pueden mitigarse.

El mayor interés del estudio está en que no se comparan equipos distintos, con diferentes capacidades deportivas y económicas (plantillas más amplias para rotar jugadores o más infraestructura para fichar fisios, por ejemplo). Se comparan consigo mismos, con su propio rendimiento temporada a temporada en función de la carga de lesiones y de la gravedad de las mismas.

Cuando los equipos reducen el daño, mejoran su posición en el campeonato nacional y aumentan su coeficiente de UEFA, lo que implica que llegan más lejos en Champions o Europa League. La pasada temporada, las lesiones se dispararon un 400% entre los jugadores del City y no lograron revalidar el título. Ese mismo año, el último de Ferguson en el banquillo de Old Trafford, el Manchester United redujo su carga de lesiones en un 35% y ganaron una posición, haciéndose con la Premier. Y más de uno pensando en los árbitros.

El abuso de alcohol los fines de semana puede afectar al ADN de los jóvenes



Abusar del alcohol los fines de semana puede afectar al ADN en el caso de los más jóvenes, según un estudio preliminar dirigido por una investigadora de la UPV/EHU en colaboración con la Universidad Autónoma de Nayarit, en México.

El estudio, que se puso en marcha en México con la colaboración de estudiantes universitarios, se puede considerar pionero ya que es el primero que ha estudiado el efecto del alcohol en personas jóvenes y sanas. Así, analizaron su efecto en los lípidos que forman la membrana de las células y en el material genético de estas, es decir, en el ADN.

La idea de estudiar el efecto oxidativo de la ingesta de alcohol los fines de semana surgió cuando la investigadora Adela Rendón daba clases de Bioquímica Clínica en el Instituto Politécnico Nacional en México y, por ello, ha contado con el investigador Jesús Velázquez  de la Universidad Autónoma de Nayarit, México.

La investigación ha valorado el daño oxidativo producido por del consumo de bebidas alcohólicas en personas jóvenes. Para ello, los estudiantes se dividieron en dos grupos: el grupo de control lo formaban los jóvenes que no bebían alcohol y el grupo de estudio los que bebían los fines de semana.

Para comprobar que se trataba de personas sanas sin otro tipo de enfermedades o adicciones que pudieran alterar los resultados del estudio se realizaron análisis de sangre. La edad de los jóvenes oscilaba entre los 18 y los 23 años, y el consumo medio de alcohol era de 118 g, litro y medio de cerveza, por ejemplo.

Hasta ahora nunca se había documentado daño sobre el empaquetamiento del material nuclear en estadios tempranos de alcoholismo, quizá porque la mayoría de los estudios se realizan en etapas tardías, con personas que llevan consumiendo alcohol de forma adictiva durante muchos años.

Se midió la actividad de la enzima alcohol deshidrogenasa, responsable del metablismo del etanol a acetaldehído, acetoacetato y acetona. El daño oxidativo se evalúa por un ensayo bioquímico TBAR's (especies que reaccionan al ácido barbitúrico), y refleja la lipoperoxidación que sufre la membrana por efecto tanto del etanol en la sangre como del acetaldehído producto de la acción de la enzima sobre el etanol.

"Observamos que los que bebían tenían dos veces más daño oxidativo que el grupo que no consumía alcohol", explica la investigadora, quien recuerda que, tras observar este resultado, decidieron continuar con una prueba para evaluar si el ADN también se veía afectado: el ensayo cometa. Así, extrajeron el núcleo de las células linfociticas de la sangre y lo sometieron a electroforesis.

"Lo interesante es que si la cromatina no está bien compactada, si hay daño en el ADN, en la electroforesis deja un halo", lo que denominan 'cola de cometa'. Y, en efecto, la cromatina del grupo expuesto dejaba un pequeño halo, mayor que la del grupo de control. Para ser exactos, los resultados mostraron un daño en el 8% de las células en el grupo de control y en el 44% en el grupo expuesto. Por tanto, el grupo expuesto tenía 5,3 veces más células dañadas.

Para poder afirmar la existencia de un daño relevante en el ADN la longitud de la cola de cometa debe ser mayor que 20 nm, y no era el caso. "Afortunadamente" comenta la investigadora, "pero es que no debería de haber daño alguno, porque llevan muy poco tiempo consumiendo alcohol, no han estado expuestos de forma crónica".

La vía por la cual el alcohol llega a alterar el ADN no se conoce todavía. Ese será el siguiente paso: estudiar el re-empaquetamiento de la cromatina y el comportamiento de mecanismos tan complejos como las histonas en estos individuos.

320.000 JÓVENES MUEREN AL AÑO

El abuso de bebidas alcohólicas es un problema de alcance mundial, si se tienen en cuenta los datos de la Organización Mundial de la Salud, ya que, según estima la organización sanitaria, el alcohol causa 2,5 millones de muertes al año en todo el mundo, de ellos 320.000 son jóvenes de entre 19 y 25 años, y causa daños que van más allá de la salud física y mental del bebedor.

Los efectos del alcoholismo se han estudiado mayoritariamente en personas con una larga trayectoria de consumo de alcohol, y, por tanto, con un cuadro clínico que va desde el daño hepático a diversos tipos de cáncer, depresión y problemas del sistema nervioso.

La OMS confirma cuatro nuevos casos y una muerte por el coronavirus similar al SARS



La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado cuatro nuevos casos en Arabia Saudí de cuatro nuevas personas infectadas por el coronavirus causante del síndrome respiratorio Oriente medio (MERS, por sus siglas en inglés), similar al causante del SARS, de las cuales una ha fallecido este mes de diciembre.

Este último caso trataba de un hombre de 73 años que padecía enfermedades pulmonares subyacentes y que no duró más de tres días después de que fuese hospitalizado. De los otros tres, uno es un hombre también con enfermedades pulmonares subyacentes; y las personas restantes, son dos trabajadoras sanitarias procedentes de la capital del país, Riad, que no han mostrado ningún síntoma por el momento.

Los pacientes diagnosticados hasta ahora han tenido enfermedades respiratorias como problema principal, ha detallado la OMS. Además, asegura que estas personas han tenido complicaciones graves como insuficiencia renal y síndrome de dificultad respiratoria aguda, a las que se han añadido problemas como la diarrea.

Desde septiembre de 2012, la OMS ha sido notificada de 170 casos confirmados de infección por este coronavirus, de los cuales 72 han sido fallecimientos.

De este modo, esta organización ha hecho un llamamiento a todos los estados miembros a continuar la vigilancia de las infecciones respiratorias agudas graves y a revisar cuidadosamente las pautas inusuales.

La cirugía sería la mejor opción para tratar el dolor producido por una hernia discal



¿Cirugía o tratamiento más conservador? Pasarán los años y se harán muchos estudios pero todavía hoy día los expertos no se ponen de acuerdo sobre qué opción es la mejor para tratar el dolor producido por una hernia de disco. De momento, y según un riguroso estudio que se publica en la revista «Spine», parece que a largo plazo es mejor la terapia más agresiva, como la cirugía. El estudio SPORT, después de analizar a 1.244 pacientes durante 8 años concluye que, al menos en aquellos pacientes con hernias discales lumbares, es la cirugía la que obtiene un mayor mejora a largo plazo en parámetros como el dolor, la funcionalidad y la discapacidad.

Sin embargo el estudio incide en un aspecto fundamental: la selección cuidadosa de los pacientes. «Los pacientes cuidadosamente seleccionados que se sometieron a cirugía para una hernia de disco lumbar obtienen una mayor mejoría que los pacientes tratados de forma conservadora», según el autor principal, Jon D. Lurie de Dartmouth, del Hitchcock Medical Center, en Estados Unidos. Los resultados, asegura, se suman a la evidencia que sugieren que el tratamiento quirúrgico es eficaz en la hernia discal, aunque también muestran que el no quirúrgico puede proporcionar beneficios a largo plazo en algunos pacientes.

Los investigadores analizaron los datos del estudio SPORT, uno de los mayores ensayos clínicos sobre la cirugía para los trastornos de la columna vertebral. En el ensayo, los pacientes que cumplían los criterios estrictos de hernia discal lumbar se sometieron a una cirugía o un tratamiento no quirúrgico más conservador. Los pacientes con hernia discal experimentan dolor de espalda, dolor de la pierna (ciática) y otros síntomas causados por la presión sobre las raíces nerviosas de la columna.

El análisis incluyó a 1.244 pacientes tratados en 13 centros Estados Unidos. Cerca de 500 pacientes fueron asignados al azar a ser sometidos a cirugía (un procedimiento llamado discectomía) o tratamiento no quirúrgico, aunque a algunos pacientes se les permitió cambiarse de tratamiento. El resto de los pacientes optaron por un tratamiento u otro tras deliberar con sus médicos. Los resultados del SPORT son similares a los obtenidos por otros estudios que mostraban que la cirugía ofrece mejores resultados a largo plazo.

Intención de tratar

Los resultados mostraron que en las puntuaciones de dolor, en una escala de dolor de 100 puntos, los pacientes sometidos a cirugía promediaron 11 puntos menos. También otros parámetros, como la funcionalidad o la discapacidad fueron mejores en los tratados con cirugía, la satisfacción del paciente y la autopercepción del dolor.

Pero, advierte el autor del trabajo, aunque la cirugía lograba mejores resultados, muchos pacientes que no se sometieron a cirugía también experimentaron una mejoría significativa. De hecho, después de ocho años cerca de un tercio de los pacientes que estaban clínicamente indicados para ser tratados con cirugía habían optado por un tratamiento más conservador.

Para el investigador principal del estudio, James N. Weinstein los resutados son importantes porque muestran la importancia que tiene el proceso de decisión: «Cada paciente del estudio pasó por un proceso de toma de decisiones compartida que analizaba de forma objetiva los riesgos y beneficios de las opciones de tratamiento. Esto les permitió hacer una elección informada, de acuerdo con sus propios valores. Así, alrededor de un tercio de estos pacientes siguen satisfechos con su decisión debido, en gran parte debido, a ser participantes activos en el proceso inicial de toma de decisiones», señala Weinstein.

La cirugía de disco es una de las intervenciones más comunes realizadas y aunque estudios anteriores han sugerido que ofrece un rápido alivio del dolor y una mejor recuperación, sin embargo ha sido difícil determinar sus verdaderos efectos. Los resultados a largo plazo de este estudio parecen confirmar definitivamente sus beneficios. Lurie señala que los beneficios máximos se alcanzan a los seis meses de la cirugía y persisten a lo largo de ocho años.

La degeneración discal consiste en el desgaste del disco intervertebral que separa las vértebras. A partir de los 30 ó 40 años todos los humanos presentamos signos de degeneración discal, y hasta hace poco se consideraba como una enfermedad que causaba dolor de espalda crónico y por la que en muchos casos se colocaba una prótesis de disco intervertebral o se fijaban las vértebras. Sin embargo, en los últimos años se ha planteado que la degeneración discal podría no ser una enfermedad, sino sólo parte del proceso normal de envejecimiento.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Las plantas medicinales ayudan a depurar y eliminar las toxinas tras los excesos navideños



Las plantas medicinales, como el cardo mariano, ayudan a depurar y eliminar toxinas tras los excesos navideños, según ha asegurado el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO), que recuerda que la ingesta de comidas grasientas y de alcohol puede ocasionar digestiones pesadas o empachos.

Durante las fiestas navideñas es "muy frecuente" comer más de lo habitual y, sobre todo, ingerir más alimentos ricos en grasas, calóricos y difíciles de digerir que, en ocasiones, provocan ardores, distención abdominal o náuseas.

Por este motivo, la catedrática de Farmacología de la Universidad de Granada y presidenta de INFITO, Concha Navarro, ha recomendado planificar las comidas e incluir platos ligeros, comer pequeñas cantidades de todo, limitar el consumo de dulces navideños, contrarrestar las celebraciones señaladas con comidas más ligeras el resto de los días, sustituir el café por infusiones y evitar las bebidas azucaradas y el alcohol.

Además, ha aconsejado tomar preparados farmacéuticos de plantas medicinales como el cardo mariano, que contiene silimarina y cuyo mecanismo de acción se basa en la activación de la producción y secreción de la bilis, mejorando así la función del hígado y la vesícula biliar y favoreciendo la digestión de las sustancias grasas.

"Estos componentes presentes en las semillas del cardo mariano protegen al hígado frente a los daños producidos por diferentes sustancias, sobre todo las que promueven la generación de radicales libres, subraya. Además, ayudan a prevenir el daño hepático producido por el alcohol, sustancias tóxicas como las contenidas en diferentes setas, contaminantes ambientales y medicamentos", ha explicado la experta.

Asimismo, el chitosán, una sustancia que procede de las cutículas de algunos crustáceos marinos como los cangrejos, los camarones o las langostas, tiene la capacidad de absorber parte de la grasa aportada por la alimentación para ser eliminada mediante la excreción.

Mejoran una vacuna contra la malaria con una correcta combinación de proteínas



Una vacuna segura y eficaz contra la malaria está en lo alto en la lista de deseos de la mayoría de las personas que se ocupan de la salud mundial. Los resultados de una investigación, publicados en la edición de este jueves de la revista 'PLoS Pathogens', sugieren que un cóctel de proteínas AMA1 solamente de algunas cepas diferentes del parásito de la malaria puede superar importantes limitaciones de una versión anterior diseñada de vacunas basadas en AMA1.

El estudio, dirigido por Sheetij Dutta, del Instituto de Investigación Walter Reed del Ejército de Estados Unidos y sus colegas, se centró en una proteína llamada AMA1 que necesita el parásito 'Plasmodium falciparum' para invadir las células de la sangre y causar enfermedad. El reto con el parásito de la malaria en general y su proteína de superficie AMA1 en particular es que ambos existen como múltiples cepas.

El uso de AMA1 en una vacuna prepara el sistema inmunitario humano para encuentros posteriores con el parásito, pero cuando se ensayó una vacuna de ese tipo previamente en los seres humanos era eficaz sobre todo contra una cepa de 'P. Falciparum' en particular.

Para explorar el potencial de una vacuna más ampliamente protectora, los científicos probaron diferentes cócteles de AMA1 de distintas cepas de parásitos para ver su capacidad de producir una amplia gama de anticuerpos que sean activos en ensayos de inhibición de parásitos.

Estos expertos confirmaron que un cóctel de proteínas AMA1 de tres cepas de parásitos diferentes era mejor que uno o dos y uno que llaman 'Quadvax', que contenía proteínas AMA1 derivadas de cuatro cepas diferentes condujo a una respuesta de anticuerpos más amplia que la presión específica de los anticuerpos provocada por las cuatro cepas individuales.

Por otra parte, los anticuerpos generados por 'Quadvax' inhibieron una gama de parásitos, incluyendo muchas cepas, que eran diferentes de los de la mezcla 'Quadvax'. En diferentes pruebas de laboratorio, los anticuerpos inducidos por este cóctel inhibieron el crecimiento de 26 cepas diferentes de parásitos y los científicos sugieren que "la combinación de cuatro variantes AMA1 en 'Quadvax' puede ser suficiente para superar la diversidad global de AMA1".

Además de variar mucho de una cepa a otra, AMA1 también contiene partes (conservadas) menos variables expuestas (los llamados epítopos) en su superficie. Los investigadores vieron que la vacunación con 'Quadvax' produjo no sólo anticuerpos contra los epítopos variables sino también contra más epítopos conservados de la proteína AMA1.

Dichos anticuerpos no se observaron cuando se usaron cepas individuales para la inmunización, pero 'Quadvax' pareció mejorar la inmunogenicidad, es decir, la capacidad de provocar una respuesta de anticuerpo en estas partes conservadas de la proteína. Dado que los epítopos son idénticos a lo largo de las cepas, los anticuerpos resultantes son ampliamente activos en lugares específicos de las cepas.

De un año a tres meses y sin efectos secundarios



En menos de tres años el tratamiento de la hepatitis C ha experimentado una revolución que, lejos de acabar, tiene aún mucho que decir. El último episodio lo ha protagonizado la aprobación de un nuevo fármaco en EEUU -sofosbuvir-, que se calcula estará disponible en España a finales de 2014. El objetivo final, aún sin fecha: que un tratamiento oral de sólo tres meses acabe con el virus en la gran mayoría de los pacientes.

Pocas enfermedades han experimentado tantos cambios en tan pocos años, aunque también se podría escribir exactamente la frase contraria. La hepatitis C ni siquiera se conocía en la década de 1980. Como explica el jefe de servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, Javier Crespo, en aquellos tiempos la enfermedad se denominaba hepatitis no A no B y hubo que esperar a 1989 para que se la reconociera como entidad propia.

Pocos años antes, en 1985, empezaban los ensayos clínicos con un medicamento antiguo, el interferón que obtenía (en esta hepatitis no A no B) unos resultados bastantes descorazonadores, con unas tasas de curación (o respuesta viral sostenida, como se denomina en la hepatitis) que no superaban el 5%.

A finales de los años 90, se añade al tratamiento un nuevo fármaco, en realidad una vieja molécula ensayada en los años 50 como antigripal, la ribavirina, que se administra por vía oral hasta seis comprimidos diarios, a lo que había que sumar en aquellos tiempos tres inyecciones semanales del interferón. Eficacia conseguida: no más del 30%.

Con el nuevo siglo llega una versión mejorada de este último medicamento. El interferón pegilado permite reducir a una vez a la semana los pinchazos, pero las tasas de curación siguen lejos de ser espectaculares. A esto se le añaden importantes efectos adversos, que hacen que muchos pacientes ni siquiera puedan acabar el curso terapéutico. Efectos psiquiátricos, como depresión y cansancio y síntomas gripales son los más citados por los enfermos.

Al mismo tiempo, el virus -que Crespo bromea definiendo como "un ejército de chinos, que los europeos ven similares, pero son distintos"- se va conociendo más y se describen seis genotipos que hace sólo dos meses se han ampliado a siete. Pronto se ve que cada genotipo del virus responde de forma distinta a los tratamientos. Por desgracia, el más común en España (el genotipo 1, que presenta el 60% de los pacientes) es también el más difícil de erradicar y la combinación de interferón pegilado y ribavirna no supera el 50% de curaciones.

Y, desde el año 2000, viene la sequía. Ni un solo tratamiento nuevo más hasta 2011, en que dos nuevas moléculas -telaprevir y voceprevir, inhibidores de la proteasa- vienen a revolucionar el maltrecho panorama terapéutico en este campo.

Como subraya el especialista en hepatitis del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, José Luis Calleja, estos nuevos fármacos "prácticamente duplicaron" las tasas de curación del genotipo 1, para el que están indicados. A cambio, un coste indeseado: el aumento también de los efectos secundarios, sobre todo anemia. "En parte se debe a que en España hemos tratado con estos medicamentos a los que peor estaban, los que presentaban un grado de fibrosis avanzado", comenta el experto.

Los nuevos medicamentos pronto fueron protagonistas involuntarios de una polémica en torno al acceso. Por ejemplo, los pacientes coinfectados con el virus de la hepatitis C y el VIH se quejaban, con razón, de que no se les administraban las opciones innovadoras, pero no eran los únicos. "Es uno de los pocos casos en los que en España se ha registrado inequidad en el Sistema Nacional de Salud", aclara Crespo, que señala que las tasas de curación con estos medicamentos llegan a alcanzar el 75-80% en las personas que se tratan por primera vez de la infección.

Pero ¿qué pasa con aquellos que no habían superado con éxito el tratamiento previo? ¿Podían también beneficiarse de un nuevo intento de superar su infección? Esteban (nombre ficticio) es un ejemplo claro de que sí. Hace pocos meses, y después de intentar curarse con interferón pegilado y ribavirina (hasta nueve pastillas al día) y fracasar y probar después la nueva combinación, esta vez triple (añadió tres meses de telaprevir), recibió la mejor de las noticias: el virus ya no estaba presente en su organismo.

Según señala Crespo, las tasas de curación con casos como el de Esteban no son tan espectaculares como en los llamados pacientes 'naïve' (no tratados anteriormente). Los ya tratados se dividen a su vez en dos grupos, uno es el de los que sí respondieron al interferón y la ribavirina pero volvieron a recaer y otro el que directamente no respondió al tratamiento. Este último, se vuelve a subdividir: algunos experimentaron en su día una respuesta virológica parcial y otros fueron respondedores nulos. El porcentaje de curación es del 50% en los primeros y 60% en los segundos. En el primer grupo, los que recayeron, casi siempre se curan con las nuevas terapias.

Existe una excepción a estas cifras: aquellos pacientes que ya tienen cirrosis (el grado máximo de fibrosis hepática) cuando llega el diagnóstico. Para ellos, las opciones aún son pocas.

Esteban fue de los afortunados y recuerda cómo lo celebró. Por una parte, compartió su experiencia en un simposio para pacientes y médicos organizado por el laboratorio fabricante de la pastilla a la que agradece su curación, celebrado en Italia; por otra, realizó una mínima parte del camino de Santiago y una donación cuando llegó al templo católico.

A pesar de la revolución que supuso la entrada de los dos inhibidores de la proteasa, en los últimos años las cosas se han acelerado aún más. Crespo habla de "más de 50 medicamentos en estudio" de los que no se sabe aún cuáles llegarán al mercado. Hay uno de ellos que se sabe con certeza que se aprobará en Europa porque la FDA estaounidense le acaba de dar luz verde. El sofosbuvir es un inhibidor de la NS5A de los llamados pangenotípicos, es decir, útiles para todos los genotipos los más fáciles y difíciles de curar.

Este tratamiento "tendrá un gran impacto sobre la salud pública por el significativo aumento de personas que se curarán de hepatitis C", explicó en un comunicado Ira Jacobson, jefe del departamento de gastroenterología y hepatología del Weill Cornell Medical College, en Nueva York, y principal investigador de los ensayos que han probado esta terapia.

Otra de las ventajas de este medicamento es que sólo se habrá de administrar tres meses en la mayoría de los casos. Eso sí, el interferón y la ribavirina deberán seguir acompañando el tratamiento, aunque algunos expertos, como Crespo, creen que en un futuro no muy lejano se aprobará el medicamento -con muchos menos efectos secundarios- como terapia individual. "Básicamente lo que vamos a lograr es aumentar aún más la tasa de curación pero, sobre todo, hacerlo en menos tiempo y con menos efectos adversos", resume Calleja, que cree que es un poco pronto para hablar del fin de las inyecciones para el tratamiento de la hepatitis C.

Este especialista reconoce que los inhibidores de la proteasa ya elevaron y mucho el precio del tratamiento de la hepatitis C. "Los nuevos lo harán aún más, pero se ha demostrado que son coste-efectivos", explica y reflexiona: "Si las autoridades sanitarias lo ven a corto plazo, verán un aumento del gasto farmacéutico, pero eso dista mucho de ser todo; que se acorte la terapia o que se reduzca el número de trasplantes de hígado que sean necesarios también es algo a tener en cuenta".

Además de este nuevo fármaco, entrarán pronto en la cartera de opciones terapéuticas para la hepatitis C un nuevo inhibidor de la proteasa de segunda generación, simeprevir y algunos más que están en fases avanzadas de investigación clínica.

Mientras eso sucede, Esteban recomienda a los nuevos diagnosticados por el virus paciencia y "confianza total" en su médico. Él reconoce que fue muy disciplinado con los horarios de administración de todos los fármacos: alrededor de nueve pastillas de ribavirina al día, más una inyección de interferón pegilado todos los viernes que le dejaba "baldado hasta el lunes" a lo que sumó en el segundo intento una pastilla diaria de telaprevir. "Fui buen paciente", confiesa.

Quizás en unos años, ni siquiera haga falta la buena voluntad para curarse en solo tres meses de un virus al que, sin duda, le ha costado plegarse a las armas de los científicos, aunque al final se haya conseguido vencerlo.

Un ataque al corazón que salva vidas



Un ciudadano madrileño de 67 años es el primer enfermo que puede decir que un infarto le salvó de una muerte segura. El equipo de cardiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid probó con él una medida desesperada que no se había intentado antes: provocarle un infarto, de manera controlada, para acabar con una arritmia maligna que estaba a punto de acabar con su vida.

Todo había fallado con él. Ni el desfibrilador implantado -un dispositivo que contrarresta las arritmias con un choque eléctrico-, ni los intentos para corregir la arritmia a corazón abierto o con cateterismo, funcionaron porque el foco estaba localizado en una zona imposible la que acceder. A este paciente, cuyo nombre no ha transcendido, solo le quedaba esperar que llegara a tiempo un nuevo corazón para trasplantarle, y el tiempo se agotaba.

El foco de la arritmia estaba en el espesor de la pared del ventrículo y próximo a las arterias coronarias. Así que los cardiólogos, dirigidos por Francisco Fernández-Avilés, optaron por provocar un efecto en cadena, menos directo pero más efectivo. Al no poder acceder directamente al foco, bloquearon las arterias coronarias para generar un infarto que fulminó la arritmia. Lo hicieron introduciéndose por la arteria femoral del paciente, con un catéter que viajó hasta las arterias coronarias, allí inyectaron alcohol para ocluir la pequeña arteria que irrigaba el territorio donde estaba la arritmia. Con la muerte de una pequeña porción del tejido cardiaco se acabó también con la arritmia que estaba a punto de acabar con la vida del paciente.

Vivo y sin trasplante

Esta ingeniosa intervención se realizó a principios de enero, pero hoy se ha conocido porque el caso se ha publicado en «Circulation», una de las revistas médicas de mayor impacto en Cardiología. La publicación dedica además un elogioso editorial a una solución que se podrá incorporar como una nueva estrategia para arritmias imposibles de controlar.

El tratamiento no fue solo una solución puente hasta la llegada de un nuevo corazón para trasplante. La arritmia cesó definitivamente y no fue necesario realizarle el trasplante cardiaco. «Hoy el paciente sigue vivo y en buen estado y no ha vuelto a sufrir ninguna arritmia, aunque aún sufre los problemas de su insuficiencia cardiaca, la enfermedad que le provocó esa arritmia maligna», explica a ABC Felipe Atienza, el primer autor del artículo científico.
Con insuficiencia cardiaca

La insuficiencia cardiaca es el fruto de un corazón agotado, un músculo que se contrae con dificultad y es proporcionalmente más grande de lo normal. Una de las consecuencias de la enfermedad, además de causar de fatiga y dificultades para respirar, es la aparición de arritmias ventriculares.

Al paciente tratado le colocaron primero un desfibrilador para contrarrestar las arritmias. El dispositivo implantado en su tórax respondía eficazmente y cada vez que detectaba la arritmia liberaba una descarga de alta energía para anularla. Sin embargo, las arritmias eran cada vez más frecuentes. Sufría lo que los cardiólogos llaman tormenta arrítmica, una tormenta eléctrica en el corazón en la que la actividad del corazón es tan rápida y desorganizada que la sangre no puede bombearse hacia los ventrículos, como si el corazón se detuviera
El desfibrilador anulaba las arritmias, «pero el enfermo no soportaba más descargas dolorosas y su corazón tampoco», recuerda Atienza. En la solución del problema ha sido fundamental el trabajo en colaboración de cardiólogos y expertos en imagen. Sin la localización exacta del foco de la arritmia, gracias a la resonancia magnética y la coronariografía «no hubiéramos podido identificar la arteria objetivo», señala.

Trabajo en equipo

En opinión de Fernández-Avilés, jefe del Servicio de Cardiología del Gregorio Marañón, este caso es un claro ejemplo del buen funcionamiento de un centro de referencia. «Cómo la concentración de los casos más complejos en un reducido número de centros sanitarios con gran experiencia es más eficaz que la dispersión de centros sanitarios por toda la geografía nacional».

jueves, 26 de diciembre de 2013

La risa fortalece el sistema inmunológico



La risa puede ser un buen recurso para mejorar la calidad de vida de algunos enfermos, ya que hay varios estudios que apuntan que puede ayudar a reducir los niveles de tensión y ansiedad, además de facilitar el fortalecimiento del sistema inmunológico, según el encargado del área de atención y servicio a los voluntarios en la organización mexicana Risaterapia, Luis González Imbert.

«La risa es una práctica acertada que además de reducir los niveles de tensión y ansiedad, fortalece el sistema inmunológico», ha indicado González Imbert en un artículo publicado por la agencia Investigación y Desarrollo, en el que se recuerda que los adultos suelen reír entre 15 y 100 veces al día, una incidencia «muy baja» si se compara con los niños, que ríen una media de 300 veces diarias.

Los múltiples beneficios de la risa

Este fortalecimiento del sistema inmunológico se produce al liberar una gran cantidad de endorfinas que protegen al organismo de infecciones que lo hacen más resistente a «enfermedades crónico-degenerativas como las cardiovasculares, diabetes, hipertensión o cáncer».

«La risa disminuye la hipertensión al aumentar el riego sanguíneo, cuenta con capacidad para aliviar el estreñimiento e incrementa la concentración de colágeno, una proteína contenida en la piel que se deteriora con el paso de la edad al perder elasticidad, tersura y firmeza, y además retarda el envejecimiento», ha afirmado esta agencia.

La risa también permite liberar lipoproteínas -moléculas hechas de proteínas y grasa- en la sangre, lo que favorece la reducción del nivel de colesterol, un problema generado por un estilo de vida malsano como el sedentarismo o el sobrepeso.

También hay estudios que apuntan que la risa puede ayudar a retrasar el envejecimiento.

Por todo ello, González Imbert considera que la risa es «un elemento esencial para acelerar la recuperación de los pacientes, aminorar el dolor generado por los diferentes procesos internos que enfrenta ante cierto padecimiento y ayuda a liberar la ansiedad producida por el estrés».

Además, a su juicio es indiferente que la risa sea natural o ensayada, ya que ambas «tienen casi los mismos beneficios». En ambos casos ayuda a relajar los músculos tensos y a quemar calorías, ya que al reír «se movilizan unos 400 músculos del cuerpo».

Los dulces navideños no perjudican la salud si se toman por la mañana



Los dulces navideños no perjudican la salud siempre y cuando se tomen por la mañana, de forma moderada y en cantidades "muy pequeñas", según ha informado el Instituto de Obesidad con motivo de la celebración de las navidades.

Y es que, durante estas fechas la mayor parte de las personas ganan peso debido a los "excesos" en las comidas. Por este motivo, y con el objetivo de ayudar a evitar la obesidad, el Instituto ha recomendado elegir las carnes magras y, antes de cocinarlas, retirar las partes grasas que contengan y que puedan desprenderse durante la cocción.

Asimismo, ha recordado que el pescado fresco debe ser "firme, elástico, húmedo y con olor suave", y ha asegurado que los pescados blancos y azules cuentan con una composición grasa "muy beneficiosa", al igual que los mariscos.

"Es conveniente que los productos lácteos sean desnatados. Los caldos de carne, ave y pescado se deben desgrasar en frío y es importante adobar las carnes con especias, hierbas aromáticas y poca cantidad de aceite", ha apostillado el Instituto.

Finalmente, ha destacado la necesidad de que los postres se basen especialmente en frutas de temporada como la piña, la naranja o el kiwi ya que contienen pocas calorías y destacan por su "digestabilidad" tras las comidas. En este sentido, la asociación ha recomendado tomar infusiones como, por ejemplo, manzanilla, menta poleo, cola de caballo o alcachofera.

Identifican 40 nuevos genes de la artritis reumatoide



Un estudio internacional, en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha identificado 40 nuevos genes vinculados a la aparición de la artritis reumatoide.

Este descubrimiento, publicado en la revista 'Nature', se suma ya a los 101 genes descritos relacionados con esta enfermedad, por lo que, a juicio de los expertos, supone un "enorme avance" en el conocimiento de los mecanismos biológicos que están alterados en estos pacientes.

Para llevar a cabo esta investigación se ha analizado una muestra de más de 100.000 personas en Europa, Asia y Estados Unidos, en cada uno de los cuales se han analizado alrededor de 10 millones de marcadores genéticos.

"Estos descubrimientos nos han permitido crear una base racional de gran potencial en el desarrollo de nuevos fármacos más, que ayuden a mejorar la calidad de vida de los afectados por la artritis reumatoide", según ha explicado el investigador del CSIC y del Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra (Granada), Javier Martín.

La artritis reumatoide es una enfermedad sistémica autoinmune, crónica, que afecta principalmente a las articulaciones y a las mujeres. Además, esta patología suele aparecer en la edad media de la vida y su prevalencia en la población es cercana al 0,5 por ciento.

"Aunque su causa es desconocida, se han identificado factores medioambientales y genéticos involucrados en su desarrollo. La enfermedad representa un gran costo socioeconómico y un impacto adverso en la calidad de vida de los pacientes. A pesar del gran desarrollo alcanzado en los últimos años en su tratamiento, es necesario el descubrimiento de nuevos fármacos más eficaces y específicos", ha zanjado el experto.

No deje los frutos secos en el embarazo



Cuidado con el café, ojo con los fármacos y las grasas... Cuando una mujer se queda embarazada, los consejos sobre sus hábitos de vida se multiplican tanto por voces expertas como por su entorno más cercano. Y aunque muchos de estas recomendaciones son ciertas, otras no lo son o dejan de serlo. Uno de los focos de estas advertencias ha sido durante mucho tiempo los frutos secos pues se vinculaban con un mayor riesgo de alergias en los descendientes. Ahora, este consejo parece que queda relegado al pasado.

Con el aumento de las alergias alimenticias en los últimos 10 años, donde el número de personas con estos problemas se ha duplicado, los niños también han sufrido un incremento de estas reacciones a ciertos alimentos. En el caso de los pequeños, las alergias más comunes son las producidas por cacahuetes, leche y mariscos, aunque parece que en España las visitas más frecuentes por estos problemas se deben a las relacionadas con frutas frescas como melocotón, melón, kiwi, plátano o sandía. No obstante, los frutos secos, si se toman en su conjunto, también son una fuente considerable de estas urgencias y a los cacahuetes hay que sumar alergias a la nueces y avellanas.

Diferentes estudios médicos habían vinculado en la década de los 90 la ingesta de estos frutos secos durante el embarazo con un mayor riesgo de desarrollar una alergia a estos alimentos en los futuros hijos, pero otros no habían evidencia esa relación. No obstante, durante muchos años las guías clínicas recomendaban evitar su ingesta en el periodo de gestación y hasta que el niño cumplía los tres años.

Para aclarar esta confusión, investigadores del Hospital Infantil de Boston llevaron a cabo un estudio prospectivo, cuyos datos publica la revista JAMA Pediatrics en el que incluyeron a 10.907 participantes nacidos entre enero de 1990n y diciembre de 1994, cuyas madres habían registrado su alimentación durante su embarazo, como parte del estudio Nurses' Health II. Posteriormente, registraron los casos de alergias infantiles a frutos secos que desarrollaron algunos de estos niños y compararon la alimentación que habían llevado sus madres.

De los 308 casos de alergias alimenticias, de las que 140 fueron a frutos secos, se comprobó que la incidencia de casos fue significativamente inferior (cinco veces menos) entre aquellos niños cuyas madres habían tomado frutos secos durante su gestación (más de cinco veces al mes) que entre los pequeños de madres que habían evitado estos alimentos.

"Cuantos más frutos secos consumieron las madres, menor fue el riesgo para su hijo. Nuestro estudio apoya la hipótesis de que una exposición temprana al alérgeno aumenta la probabilidad de tolerancia y por tanto disminuye el riesgo de alergias alimentarias en la infancia. No obstante, se requerirían estudios adicionales para replicar estos resultados. Mientras tanto, nuestros resultados apoyan la reciente decisión de rescindir la recomendación de que todas las madres deberían evitar los frutos secos durante el embarazo y la lactancia", concluyen estos investigadores en su estudio.

Para Ruchi Gupta, del departamento de Pediatría y Programas para la Salud Materna e Infantil del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Northwestern, en Chicago (EEUU), son precisas más investigaciones que incluyan una mejor comprensión de cómo la dieta maternal afecta en el desarrollo de alergias alimentarias, para "entender mejor el porqué de que más y más niños estén desarrollando alergias alimentarias y de cómo prevenirlas. Una vez hayamos comprendido el porqué, seremos capaces de dar un consejo seguro y elaborar más recomendaciones preventivas y específicas".

Por su parte, el doctor Michael Young, del Hospital Infantil de Boston y principal autor de este estudio, señala que "nadie puede asegurar si las recomendaciones de evitar los frutos secos durante el embarazo están relacionadas con el aumento de estas alergias detectadas a finales de los 1990 y principios de 2000, pero una cosa sí es cierta: no dejaron de aumentar". Porque no es una relación causa-efecto, "no podemos decir con certidumbre que comer más frutos secos en el embarazo prevendrá la alergia a estos alimentos en niños, pero sí podemos decir que su consumo durante la gestación no causa alergia en la infancia".

lunes, 23 de diciembre de 2013

El 70% de los pacientes con hipertensión tiene apnea del sueño



Un estudio realizado por cuatro investigadores de los hospitales Arnau de Vilanova y Santa Maria de Lleida concluye que hay una clara relación entre la apnea del sueño y la hipertensión arterial refractaria, ya que el 70% de los pacientes hipertensos sufre apneas.

Según ha informado el Hospital Arnau, el estudio se ha publicado a la Revista de la Asociación Médica Americana, The Journal of the American Medical Association (JAMA).

En este estudio dirigido desde Lleida han participado 24 hospitales universitarios del Estado, con 194 pacientes con hipertensión refractaria y apneas del sueño.

Durante el estudio, los pacientes fueron divididos aleatoriamente en dos grupos: uno que continuaba recibiendo su tratamiento habitual y el otro que recibía este mismo tratamiento más otro para la apnea del sueño, mediante un aparato de presión positiva continua en la vía aérea.

La presión arterial se controló mediante un Holter de 24 horas y se hizo un seguimiento durante 12 semanas.

El grupo de pacientes que recibió tratamiento para la apnea redujo significativamente las cifras de presión arterial, tanto sistólica como diastólica, en comparación con el grupo que sólo recibió tratamiento para la presión arterial.

Estos resultados hacen que las conclusiones del estudio tengan una doble vertiente, según sus autores. Por un lado, que hay que estudiar a todos los pacientes con hipertensión refractaria para descartar que sufran también apnea del sueño. Por otro lado, que el tratamiento para la apnea contribuye a conseguir una reducción significativa de las cifras de presión arterial.

Hasta ahora, éste es el estudio más importante y con un número de pacientes más elevado que se ha llevado a cabo en esta patología, y también el que tendrá más repercusión entre la comunidad médica, según señalan los investigadores.