Un
nuevo estudio de la Sociedad Americana del Cáncer se suma a la creciente
evidencia de que la actividad física reduce el riesgo de cáncer de mama en
mujeres posmenopáusicas. Sus autores dicen que la práctica de ejercicio
moderado, como caminar una hora al día, se asoció con un 14 por ciento menos de
riesgo y la actividad física alta, con un 25 por ciento menos de posibilidades
de desarrollar cáncer de mama en comparación una baja actividad o inactividad.
Los
investigadores de este trabajo, publicado en la edición digital de 'Cancer
Epidemiology, Biomarkers & Prevention' y dirigido por Alpa Patel,
compararon la práctica de ejercicio y el estado de cáncer de mama en 73.615
mujeres posmenopáusicas que participaron en un estudio prospectivo de
incidencia de cáncer establecido por la Sociedad Americana del Cáncer en 1992.
Durante el análisis de 17 años, 4.760 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer
de mama.
Aproximadamente,
una de cada diez (el 9,2 por ciento) mujeres no notificaron actividad física
recreativa al comienzo del estudio y entre las que eran activas, la dedicación
media fue equivalente a 3,5 horas a la semana de caminar a ritmo moderado.
Principalmente, realizaban actividades de intensidad moderada, como caminar,
montar en bicicleta, ejercicios aeróbicos y baile en lugar de actividades
físicas intensas, como correr, natación y tenis.
Entre
todas las mujeres, el 47 por ciento informó de caminar como su única actividad
recreativa. Las mujeres físicamente activas tienden a estar más delgadas, con
más posibilidades de mantener o perder peso durante la edad adulta, más
propensas a beber alcohol pero menos propensas a fumar, además de utilizar la
terapia hormonal después de la menopausia con más probabilidad y de haberse
hecho una mamografía en el último año.
Entre
las que señalaron a caminar como su única actividad, aquellas que lo habían
siete horas a la semana tenían un riesgo un 14 por ciento menor de cáncer de
mama en comparación con las que daban paseos tres o menos horas a la semana. De
acuerdo con la mayoría de estudios previos, las mujeres más activas tenían un
25 por ciento menos de riesgo de cáncer de mama que las menos activas, una
asociación que se no se diferencia por el estado de receptores hormonales, índice de masa corporal, aumento de
peso o el uso de hormonas después de la menopausia.
"Nuestros
resultados apoyan claramente una asociación entre la actividad física y el
cáncer de mama después de la menopausia, siendo una actividad más vigorosa la
que tiene un efecto más fuerte --subrayó Patel--. La gente se encuentra con
información contradictoria acerca de la cantidad de actividad que necesitan
para mantenerse saludables. Sin otro tipo de actividades físicas, caminar al menos
una hora al día se asoció con un riesgo ligeramente menor de cáncer de mama.
Las actividades más extenuantes redujeron aún más el riesgo".
Ref:
Haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario