Antes
de que termine 2014, los dos principales estados de Australia (Victoria y Nueva
Gales del Sur) habrán prohibido completamente las cabinas de bronceado
artificial. El país con mayor número de casos de cáncer de piel del mundo se
suma así a Brasil, el único país en tomar una medida tan drástica hasta el
momento.
Aunque
varios países (incluida España) y algunos estados de EEUU ya prohíben el uso de
lámparas de luz ultravioleta en menores de 18 años, Brasil era hasta el momento
el único país del mundo que había ilegalizado estos dispositivos, alegando su
alto riesgo de cáncer de piel.
De
hecho, las cabinas de bronceado artificial son consideradas oficialmente por la
Organización Mundial de la Salud, cancerígenas para el ser humano, al mismo
nivel que el tabaco, el diésel, el asbestos u otros productos tóxicos.
En
Australia, el estado de Melbourne ha decidido también ilegalizar estos
dispositivos de rayos UVA después de que un estudio calculase que con esta
medida podrían evitarse un 20% de los tumores de piel. La cifra no es baladí si
se tiene en cuenta que el cáncer de piel representa el 80% de los diagnósticos
oncológicos en aquel país y esta enfermedad se cobró 2.000 vidas en 2011, según
datos que aporta el diario 'The Wall Street Journal'.
El
ministro de Sanidad del estado de Victoria (cuya capital es Melbourne), David
Davies, ha señalado que la evidencia científica apoya esta ilegalización, que
entrará en vigor antes de final de 2014. En la misma fecha, las cabinas estarán
prohibidas también en la vecina Nueva Gales del Sur (el estado en el que se
encuentra Sidney). Antes de 2015, esta prohibición estará vigente en cinco de
los seis territorios continentales del país (con la única excepción de
Australia Occidental, que también está valorando la prohibición).
Sólo
en Victoria se calcula que existen unas 100 empresas con licencia para 400
cabinas de bronceados. En la vecina Queensland, el ministro de Sanidad,
Lawrence Springborg, indemnizará con 1.000 dólares a cada una de las 140
cabinas que aún existen en el territorio. Aunque existe la posibilidad de que las
empresas vendan sus cabinas a particulares, lo que ha despertado temores a que
pueda surgir un 'mercado negro' de lámparas de rayos UVA para su uso en casa
sin ningún tipo de control.
En
EEUU, donde algunos estados ya han prohibido esta práctica a menores de edad,
las autoridades sanitarias se están planteando incluir alguna advertencia de
seguridad en las máquinas, como las que ya contienen las cajetillas de tabaco.
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