viernes, 14 de marzo de 2014

La «comida rápida» en nuestro entorno favorece el sobrepeso y la obesidad



Seguir una dieta sana cuando estamos rodeados de establecimientos de comida rápida es realmente complicado. Según un estudio del «BMJ» las personas que están permanentemente expuesta a la comida basura, tanto en las cercanías de su trabajo como en su domicilio, son más propensas a consumir este tipo de alimentos y, por ello, tienden a ser más obesos.

En el Reino Unido, el consumo de alimentos fuera del hogar durante la última década ha aumentado en un 29%; paralelamente, también ha aumentado el número de establecimientos de comida para llevar. Todos esto, dicen los investigadores de la Universidad de Cambridge, podría estar contribuyendo al aumento de los niveles de sobrepeso y obesidad.

El estudio ha examinado la relación entre la exposición a establecimientos de comida rápida y su consumo, el índice de masa corporal (IMC) y el riesgo de sobrepeso u obesidad. Se utilizaron los datos del Estudio Fenland -una población de cohortes de adultos 29-62 años de edad en 2011-. En total disponían de datos sobre 10.452 participantes, aunque solo 5.442 participaron en este trabajo. Sólo se incluyeron los adultos que trabajan fuera del hogar.

Además de los establecimientos de comida rápida cercanos al domicilio y al lugar de trabajo, el estudio también tuvo en cuenta los situados en la ruta entre el hogar y el trabajo. Asimismo tuvieron en cuenta otros factores asociados con el riesgo de la obesidad: edad, sexo, ingresos económicos, educación, tener vehículo propio, consumo total de energía, de tabaco y gasto energético con actividad física.

Pizza, hamburguesas, etc.

Los investigadores valoraron la ingesta diaria de alimentos como: pizza, hamburguesas, pollo frito y patatas fritas. También evaluaron el índice medio de masa corporal, que se calcula a partir de la altura y el peso medido, y las probabilidades de sobrepeso y obesidad, a partir de las definiciones de la Organización Mundial de la Salud.

Los resultados mostraron que los individuos que más estaban expuestos a establecimientos de comida para llevar, tanto en el trabajo, como en el domicilio como en el trayecto entre ambos, consumía 5,7 gramos más por día en comparación con el grupo de personas menos expuesto a la comida para llevar. La relación entre el índice de masa corporal (IMC) y la exposición a establecimientos de comida para llevar es igualmente coherente.

El grupo de individuos con más acceso a las tiendas de comida para llevar en todos esos entornos combinados se estima que tiene un índice de masa corporal 1,21 superior que los menos expuestos, con la evidencia de un efecto dosis-respuesta. Las personas más expuestas en general también eran casi dos veces más propensas a ser obesas en comparación con las que menos contacto tenían con estos sitios de comida para llevar.

Este tipo de estudio de población no puede demostrar una relación causal entre los ambientes y la obesidad. Sin embargo, los investigadores encontraron una «contribución ambiental al consumo de alimentos para llevar y, en especial, el índice de masa corporal y las probabilidades de ser obesos».

No hay comentarios:

Publicar un comentario