miércoles, 12 de marzo de 2014

Esta será una primavera dura para las personas alérgicas



Si la primavera pasada fue peor que la anterior, prepárese para esta. Según la previsión de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEIAC), las concentraciones de gramíneas en esta temporada superarán las del año anterior y duplicarán a las de 2012. La lluvia, la humedad y la temperatura harán que en los próximos meses el total de polen de gramíneas sea de 5.600 gramnos por metro cúbico, lo que será determinante no sólo para los alérgicos a este polen sino también para aquellas personas que tienen alergia al olivo pues la primera potencia a la segunda.

En España, hay unos ocho millones de personas alérgicas. El 80% de los alérgicos lo son a las gramíneas, cuya temporada se inicia en marzo y se prolonga hasta junio, el 60-70% (en función de la zona donde se viva) lo es al polen del olivo, y el resto se reparten a otros pólenes como los de la parietaria o a otros alérgenos como a la Alternaria, un hongo que también se encuentra en las plantas y que afecta al 15% de la población.

Como ha destacado en rueda de prensa, Francisco Feo, presidente del Comité de Aerobiología de la SEIAC, "las previsiones de cada temporada se hacen en base a los pólenes de gramíneas, porque éstos generan más alergias, síntomas más intensos y están en muchos más sitios. Son excelentes marcadores de alergia. Además, este tipo hace que otros pólenes afecten con mayor intensidad como el del olivo, que se da más en el centro y en el sur. Los años en que la concentración de gramíneas es más baja, el polen del olivo afecta menos a los pacientes".

Las previsiones, que se hacen en relación con la lluvia, humedad y temperatura registradas durante los meses de octubre a marzo acontecidas en cuatro provincias (Madrid, Toledo, Ciudad Real y Badajoz), suelen estar bastante bien validadas. "En 2012, predijimos que habrían 2.600 granos por metro cúbico de aire y los reales fueron 2.500, mientras que en 2013 la predicción fue de 5.100 granos/m3 y la contabilidad real llegó a los 5.400", explica José María Olaguibel, presidente de la SEIAC. "Esa fiabilidad es cada día mayor, con un margen de error inferior al 10%".

La geografía y climatología de nuestro país hacen que este sea muy heterogéneo y amplio en cuestión de flora y también de alergias. "No es como otros países europeos donde tienen concentradas sus alergias a uno o dos pólenes, aquí la variedad es muy amplia y también lo es la época en la que se dan los síntomas", explica Pedro Ojeda, secretario de la SEAIC.

De esta manera, se puede hablar que alergias durante todo el año. "En España hay alérgenos potentes durante muchos meses. En febrero, se da el polen del ciprés, en marzo se inicia el de las gramíneas, luego el del olivo y así hasta finales de octubre", asegura el presidente de la SEIAC.

Además, tampoco hay escape en función de la geografía, ya que la zon mediterránea es más rica en pólenes pero en la zona centro la concentración es mayor y es donde se ven los pacientes más graves, asegura Ojeda.

No obstante, los especialistas no dan un mensaje en negro. "Existen los tratamientos de rescate, cuando hay rinitis o asma, pero lo más importante es realizar un tratamiento de mantenimiento, continuado cada día, para que las vías respiratorias estén protegidas cuando los pólenes se disparen, algo que puede ocurrir de un día para otro. Porque si la inflamación bronquial no están controlada, la persona puede acabar en urgencias", advierte Francisco Feo.

De esta manera, los especialistas abogan por el tratamiento de inmunoterapia específico a la alergia que tiene el paciente, es decir, la administración mensual de una vacuna a lo largo de tres o cuatro años genera, según diferentes estudios, una reducción del 80% en el consumo de otros fármacos sintomatológicos, además está asociada con una mejora de los síntomas de la alergia entre el 40% y el 50%.

Aunque los costes de esta terapia varía en función del tipo de vacuna que se administre, puede ser subcutánea o sublingual (el precio de esta última se puede duplicar o triplicar) y de la comunidad en donde se prescriba (algunas cubren el 40% y otras el 60%), se calcula que el tratamiento anual de la vacuna alcanza los 200 euros. "No hay estudios comparativos de costes de unas terapias con respecto a otras, pero hay que tener en cuenta que la inmunoterapia reduce el asma y que algunos de los inhaladores indicados para tratar el asma cuestan unos 50 euros al mes. Además, hay que tener en cuenta los costes indirectos que ocasionan las rinitis alérgicas y el asma como el absentismo laboral o escolar y el menor rendimiento en el trabajo", explica Ojeda.

Por último, estos expertos insisten en que todavía se puede hacer mucho en cuanto a protección frente a las alergias. "Lo primero es que la persona sepa a qué es alérgica, para ello debe acudir a un especialista que, a través de algunas pruebas y del historial sintomatológico, establecerá un diagnóstico. También es fundamental que sepa que si ha estado tratado durante un tiempo y ahora se encuentra peor, que vuelva a consultar, porque o bien pudo haber un error en el diagnóstico o ha podido desarrollar una segunda alergia. Y también, a través de diferentes aplicaciones, que esté pendiente del nivel de polen e intente evitar la exposición en la medida de lo posible", asegura el secretario de la SEAIC.

Hay que tener en cuenta que sólo el 10% de los alérgicos lo es a un solo polen y que, aunque la persona haya pasado ya los síntomas característicos a su tipo de alergia, si viaja y coincide con un retraso de la polinización en esa zona, puede volver a sufrir de nuevo las toses, estornudos y rinitis. "Se crea alergia a lo que estamos expuestos, por ejemplo hay más personas alérgicas al polen del olivo en la zona centro y sur de España. Pero si se cambia de residencia, se puede generar alergia a otras sustancias", concluye Feo.

Una ayuda para estas personas pueden ser algunas aplicaciones que informan sobre el nivel de polen que hay en cada ciudad y cada día. "Tenemos un par de ellas, AlertaPolen y Alergo Alarm, que son gratuitas y que ofrecen datos cuantitativos y cualitativos sobre el nivel de riesgo. Pero se ha creado otra, también gratuita, llamada Polen Control, que permite que el paciente registre los días en que está mal, lo que es de gran utilidad para el médico que puede ajustar así su tipo de alergia", apunta este especialista.

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