Si
la primavera pasada fue peor que la anterior, prepárese para esta. Según la
previsión de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEIAC),
las concentraciones de gramíneas en esta temporada superarán las del año
anterior y duplicarán a las de 2012. La lluvia, la humedad y la temperatura
harán que en los próximos meses el total de polen de gramíneas sea de 5.600
gramnos por metro cúbico, lo que será determinante no sólo para los alérgicos a
este polen sino también para aquellas personas que tienen alergia al olivo pues
la primera potencia a la segunda.
En
España, hay unos ocho millones de personas alérgicas. El 80% de los alérgicos
lo son a las gramíneas, cuya temporada se inicia en marzo y se prolonga hasta
junio, el 60-70% (en función de la zona donde se viva) lo es al polen del
olivo, y el resto se reparten a otros pólenes como los de la parietaria o a
otros alérgenos como a la Alternaria, un hongo que también se encuentra en las
plantas y que afecta al 15% de la población.
Como
ha destacado en rueda de prensa, Francisco Feo, presidente del Comité de
Aerobiología de la SEIAC, "las previsiones de cada temporada se hacen en
base a los pólenes de gramíneas, porque éstos generan más alergias, síntomas
más intensos y están en muchos más sitios. Son excelentes marcadores de
alergia. Además, este tipo hace que otros pólenes afecten con mayor intensidad
como el del olivo, que se da más en el centro y en el sur. Los años en que la
concentración de gramíneas es más baja, el polen del olivo afecta menos a los
pacientes".
Las
previsiones, que se hacen en relación con la lluvia, humedad y temperatura
registradas durante los meses de octubre a marzo acontecidas en cuatro
provincias (Madrid, Toledo, Ciudad Real y Badajoz), suelen estar bastante bien
validadas. "En 2012, predijimos que habrían 2.600 granos por metro cúbico
de aire y los reales fueron 2.500, mientras que en 2013 la predicción fue de
5.100 granos/m3 y la contabilidad real llegó a los 5.400", explica José
María Olaguibel, presidente de la SEIAC. "Esa fiabilidad es cada día
mayor, con un margen de error inferior al 10%".
La
geografía y climatología de nuestro país hacen que este sea muy heterogéneo y
amplio en cuestión de flora y también de alergias. "No es como otros
países europeos donde tienen concentradas sus alergias a uno o dos pólenes,
aquí la variedad es muy amplia y también lo es la época en la que se dan los
síntomas", explica Pedro Ojeda, secretario de la SEAIC.
De
esta manera, se puede hablar que alergias durante todo el año. "En España
hay alérgenos potentes durante muchos meses. En febrero, se da el polen del
ciprés, en marzo se inicia el de las gramíneas, luego el del olivo y así hasta
finales de octubre", asegura el presidente de la SEIAC.
Además,
tampoco hay escape en función de la geografía, ya que la zon mediterránea es
más rica en pólenes pero en la zona centro la concentración es mayor y es donde
se ven los pacientes más graves, asegura Ojeda.
No
obstante, los especialistas no dan un mensaje en negro. "Existen los
tratamientos de rescate, cuando hay rinitis o asma, pero lo más importante es
realizar un tratamiento de mantenimiento, continuado cada día, para que las
vías respiratorias estén protegidas cuando los pólenes se disparen, algo que
puede ocurrir de un día para otro. Porque si la inflamación bronquial no están
controlada, la persona puede acabar en urgencias", advierte Francisco Feo.
De
esta manera, los especialistas abogan por el tratamiento de inmunoterapia
específico a la alergia que tiene el paciente, es decir, la administración
mensual de una vacuna a lo largo de tres o cuatro años genera, según diferentes
estudios, una reducción del 80% en el consumo de otros fármacos
sintomatológicos, además está asociada con una mejora de los síntomas de la
alergia entre el 40% y el 50%.
Aunque
los costes de esta terapia varía en función del tipo de vacuna que se
administre, puede ser subcutánea o sublingual (el precio de esta última se
puede duplicar o triplicar) y de la comunidad en donde se prescriba (algunas
cubren el 40% y otras el 60%), se calcula que el tratamiento anual de la vacuna
alcanza los 200 euros. "No hay estudios comparativos de costes de unas
terapias con respecto a otras, pero hay que tener en cuenta que la
inmunoterapia reduce el asma y que algunos de los inhaladores indicados para
tratar el asma cuestan unos 50 euros al mes. Además, hay que tener en cuenta
los costes indirectos que ocasionan las rinitis alérgicas y el asma como el
absentismo laboral o escolar y el menor rendimiento en el trabajo",
explica Ojeda.
Por
último, estos expertos insisten en que todavía se puede hacer mucho en cuanto a
protección frente a las alergias. "Lo primero es que la persona sepa a qué
es alérgica, para ello debe acudir a un especialista que, a través de algunas
pruebas y del historial sintomatológico, establecerá un diagnóstico. También es
fundamental que sepa que si ha estado tratado durante un tiempo y ahora se
encuentra peor, que vuelva a consultar, porque o bien pudo haber un error en el
diagnóstico o ha podido desarrollar una segunda alergia. Y también, a través de
diferentes aplicaciones, que esté pendiente del nivel de polen e intente evitar
la exposición en la medida de lo posible", asegura el secretario de la
SEAIC.
Hay
que tener en cuenta que sólo el 10% de los alérgicos lo es a un solo polen y
que, aunque la persona haya pasado ya los síntomas característicos a su tipo de
alergia, si viaja y coincide con un retraso de la polinización en esa zona,
puede volver a sufrir de nuevo las toses, estornudos y rinitis. "Se crea
alergia a lo que estamos expuestos, por ejemplo hay más personas alérgicas al
polen del olivo en la zona centro y sur de España. Pero si se cambia de
residencia, se puede generar alergia a otras sustancias", concluye Feo.
Una
ayuda para estas personas pueden ser algunas aplicaciones que informan sobre el
nivel de polen que hay en cada ciudad y cada día. "Tenemos un par de
ellas, AlertaPolen y Alergo Alarm, que son gratuitas y que ofrecen datos
cuantitativos y cualitativos sobre el nivel de riesgo. Pero se ha creado otra,
también gratuita, llamada Polen Control, que permite que el paciente registre
los días en que está mal, lo que es de gran utilidad para el médico que puede
ajustar así su tipo de alergia", apunta este especialista.
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