lunes, 8 de abril de 2013

Hallan un nuevo vínculo entre las carnes rojas y la enfermedad cardiovascular



La L-carnitina, un compuesto abundante en las carnes rojas y que se suele agregar como complemento a muchas de las bebidas energéticas podría ser promover la aterosclerosis -endurecimiento o la obstrucción de las arterias-, según una investigación que se publica en Nature Medicine. El estudio, realizado por investigadores de la Clínica Cleveland (EE.UU.) muestra que las bacterias que residen en el tracto digestivo humano metabolizan la L-carnitina, convirtiéndolo en trimetilamina-N-óxido (TMAO), un metabolito que está vinculado desde 2011 con el desarrollo de la aterosclerosis en seres humanos. Además, la investigación ha visto que una dieta alta en L-carnitina promueve el crecimiento de las bacterias que la metabolizan, lo que agrava el problema al producir aún más cantidades de TMAO que terminan por obstruir las arterias y desencadenar la enfermedad cardiovascular.

Dirigido por Stanley Hazen y Koeth Robert, el trabajo examinó los niveles de L-carnitina y TMAO en un grupo de individuos omnívoros, vegetarianos y veganos (vegetarianos estrictos), y analizaron los datos clínicos de 2.595 pacientes sometidos a evaluaciones cardiacas. También valoraron los efectos cardíacos de una dieta rica en carnitina en un grupo de ratones sanos y los compararon con el efecto de la misma dieta en otros ratones cuya flora intestinal había sido alterada. Los resultados mostraron que TMAO altera el metabolismo del colesterol en múltiples niveles, lo que explicada la aterosclerosis.

Además, los expertos vieron que en aquellos pacientes con niveles elevados de L-carnitina parecían tener mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y de eventos cardiacos, como infarto, accidente cerebrovascular y muerte, pero sólo en aquellos sujetos en los que había también cifras altas de TMAO. Pero también había una relación entre los niveles de TMAO y el tipo de dieta; así, eran significativamente más bajos entre los veganos y los vegetarianos, que en los omnívoros. Sorprendentemente, los vegetarianos y veganos, incluso después de consumir una gran cantidad de L-carnitina, no generaban cantidades importantes significativos del microbio producto de TMAO, mientras que sí ocurría en los omnívoros que consumieron la misma cantidad de carnitina.

Flora intestinal

«Los microorganismos que viven en nuestro tracto digestivo -flora intestinal- son fruto de los patrones dietéticos; así -explica Hazen- una dieta rica en carnitina altera nuestra composición microbiana intestinal y aumentan aquellas bacterias a las que sí les gusta la carnitina y, así, este hace a los consumidores de carne aún más susceptibles a la formación de TMAO y a sus efectos sobre sus arterias. Sin embargo, los veganos y vegetarianos tienen una capacidad muy reducida de sintetizar TMAO a partir de la carnitina, lo que puede explicar los beneficios para la salud cardiovascular de estas dietas».

Estos datos podrían aclarar por qué las dietas ricas en carnes rojas se asocian con un mayor riesgo cardiovascular, ya que el contenido de colesterol y grasas saturadas en la carne roja no parece ser suficiente para explicar el aumento de los riesgos cardiovasculares. Hata ahora, esta discrepancia se ha atribuido a diferencias genéticas, a una dieta alta en sal que se asocia a menudo con el consumo de carne roja, e incluso, posiblemente, el proceso de cocción. Pero Hazen cree que sus datos muestran una nueva conexión entre las carne rojas y la enfermedad cardiovascular.

La L-carnitina se encuentra de forma natural en las carnes rojas, pero también es un suplemento dietético disponible en forma de píldora y un ingrediente común en las bebidas energéticas. Para Hazen, este trabajo advierte de sus posibles riesgos y demanda por ello una mayor investigación para examinar la seguridad de los suplementos de L-carnitina.

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