El
crecimiento de la obesidad infantil conlleva la aparición de enfermedades
asociadas a edades cada vez más tempranas, como es el caso del síndrome de
apneas-hipopneas durante el Sueño (SAHS), que afecta a entre un 2% y un 3% del
total de la población infantil y especialmente a niños que sufren obesidad en
España, viéndose afectados hasta el 40%.
Esta
es una de las conclusiones del estudio realizado en el Complejo Hospitalario
Universitario de Albacete y presentado en el 45º Congreso Nacional de la
Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) celebrado en Madrid,
y que muestra que, en los últimos años el aumento de la obesidad y el
sedentarismo está modificando el perfil tradicional del SAHS infantil.
En
el estudio llevado a cabo por la Unidad del Sueño del Hospital Universitario de
Albacete, "un 35,5% de los niños tenía hipertrofia adenoamigadalar sin
obesidad, es decir, pertenecían al perfil tradicional de SAHS infantil",
explica el neumólogo Sergio García Castillo, primer firmante del estudio y
miembro de SEPAR, "mientras que en el 41,9% de los casos, la obesidad era
el factor determinante de SAHS".
Este
síndrome en niños, está basado, fundamentalmente, en el aumento del tamaño de
las vegetaciones y anginas. Mientras que en los adultos, se produce
fundamentalmente por la obesidad. Por eso, desde esta organización médica
recuerdan que "el inicio del curso escolar es un buen momento para
recordar que la obesidad infantil en España es una enfermedad emergente".
Hasta
hace pocos años, la causa claramente más frecuente de SAHS infantil era la
hipertrofia adenoamigdalar, es decir, el aumento de tamaño de las vegetaciones
y/o anginas de los niños, que producía un efecto obstructor de la respiración
similar a la apnea del sueño de los adultos.
Aunque
no existen diferencias en cuanto a la gravedad de la enfermedad, sí es distinto
el tratamiento: hasta ahora, el SAHS infantil se trataba mediante cirugía ORL
(Otorrinolaringológica), pero en los casos de SAHS infantil asociado a obesidad
el tratamiento se basa, en primer lugar, en medidas higiénico-dietéticas
encaminadas a la pérdida de peso, a aumentar la actividad física y a obtener hábitos
de sueño saludable.
"Aunque
también está aumentando el número de niños que, como los adultos con SAHS,
duermen con una CPAP, es decir, con máquina que insufla aire a presión continua
a través de una mascarilla y mantiene abiertas las vías respiratorias durante
el sueño", añade García Castillo.
Desde
la SEPAR recuerdan que otro problema derivado de la obesidad y de la temprana
aparición de enfermedades como la diabetes, el síndrome de apneas del sueño o
la hipertensión arterial es que aumentan el número de pacientes crónicos jóvenes,
con el consecuente aumento del gasto sanitario.
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