Demasiada
sal durante la infancia puede ser un peligroso factor de riesgo para tener la
tensión arterial elevada de adultos. En un estudio publicado en la revista
Pediatrics, un equipo de investigadores de los Centros para el Control y
Prevención de Enfermedades (CDC) aseguran que algunos niños están consumiendo
tanta sal como los adultos, lo que eleva el riesgo de desarrollar hipertensión,
un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca y la muerte prematura. En el
caso de EE.UU. el riesgo de tener hipertensión arterial de adulto es del 37% en
los niños con sobrepeso u obesidad.
Según
la Academia Americana de Pediatría, las recomendaciones diarias de sodio, para
niños de 1 a 3 años, estarían por debajo de los 1.500mg diarios, menos de
1.900mg en los de 4 a 8 años, menor a 2.200mg en los de 9 a 13 y inferiores a
2.300mg en los de 14 a 18 años. Sin embargo, muchos menús de comida rápida, que
incluyen hamburguesa, patatas medianas y refresco de medio litro, contienen
casi 4g de sodio en una sola comida, algo que claramente supera las dosis
recomendadas.
Demasiada
sal
Los
científicos han revisado datos de 6.235 niños de entre 8 y 18 años en EE.UU. Se
contemplaron aspectos como la dieta y la presión arterial. Sus datos muestran
que los más de 6.200 niños que participaron en la investigación consumieron de
media 3.400 miligramos de sal diariamente, es decir 1.000 miligramos más (47%)
que la dosis máxima recomendada (2.300 mg).
El
estudio revela que un 15% sufría una presión arterial elevada.
Los
niños mayores tienden a consumir más sal que los más pequeños. Y, dicen los
autores, a mayor cantidad de sal, mayor presión arterial. Así, el informe
afirma que los niños con el mayor consumo de sodio tenían el doble de
probabilidades de tener pre-hipertensión o hipertensión que los que consumían
la menor cantidad de sal. Además, los niños que consumían más sal y tenían
sobrepeso o eran obesos triplicaban el riesgo de hipertensión.
Los
expertos, coordinados por Quanhe Yang , advierten que la hipertensión es un
factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular. Si eso se le añade el
sobrepeso o la obesidad, podemos estar hablando de una generación de adultos
más cardiovulnerables.
Cesta
de la compra
La
buena noticia, sin embargo, es que la reducción en la ingesta de sal entre los
niños puede tener un profundo efecto en la presión arterial y disminuir el
riesgo de hipertensión que la pérdida de peso sea o restricción de sodio solo.
«Si podemos reducir la ingesta de sal inicio en la infancia, ello se traduciría
en un cambio significativo en la presión arterial de la población, tanto ahora
como en el futuro», señalan.
Otro
dato del estudio señala que más del 75% de la sal consumida por los
estadounidenses proviene de alimentos industrializados y de restaurantes. En
España, según la Sociedad Española de Hipertensión - Liga Española para la
Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), el 80% de la sal que
consumimos proviene de las conservas y precocinados.
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