Nuevos
hallazgos indican que tan sólo ocho semanas de abstinencia pueden iniciar la
corrección de un desequilibrio entre la formación y resorción ósea, debido a
los efectos tóxicos del alcohol. Además, la actividad física también puede
servir como un factor protector contra la densidad mineral ósea (DMO) reducida.
Estos hallazgos han sido publicados en 'Alcoholism: Clinical & Experimental
Research'.
La
osteoporosis o DMO se define por una disminución absoluta de la masa ósea
total, causada principalmente por un desequilibrio entre la resorción ósea
osteoclástica y la formación osteoblástica. "Hay muchas razones por las
que los alcohólicos pueden desarrollar una DMO reducida: la falta de actividad
física, las enfermedades del hígado, y una sospecha de efecto tóxico directo
del alcohol sobre las células del hueso", explica Peter Malik, científico
y médico en la Universidad de Medicina de Innsbruck, en Austria y autor
correspondiente del estudio.
Según
Malik, "la DMO reducida conlleva un mayor riesgo de fracturas, con todas
sus consecuencias; además, las fracturas osteoporóticas también suponen una
carga financiera enorme para los sistemas de atención para la salud, debido a
los altos costos de la rehabilitación".
"Este
estudio contribuye a nuestra comprensión de los diversos efectos de deterioro a
largo plazo del consumo de altas cantidades de alcohol", afirma Sergei
Mechtcheriakov, profesor asociado de psiquiatría en la Universidad de Medicina
de Innsbruck.
En
el nuevo estudio Malik y sus colaboradores examinaron la DMO de 53 pacientes
hombres abstemios, entre los 21 y los 50 años de edad, de una clínica de
rehabilitación para alcohólicos. Se realizaron análisis de sangre, y se
utilizaron los rayos X para determinar la DMO en la columna lumbar y el fémur
proximal derecho; además, los sujetos rellenaron un cuestionario sobre sus
niveles de actividad física antes del tratamiento hospitalario.
"Observamos
que la DMO se encuentra reducida en hombres alcohólicos sin enfermedad
hepática", señala Malik, quien agrega que, "sin embargo, el
desequilibrio inicial entre la formación y la resorción ósea parece mejorar
durante la abstinencia. Esto significa que el riesgo de fracturas se puede
reducir durante la abstinencia; además, el ejercicio físico regular parece
proteger los huesos de los pacientes alcohólicos, probablemente debido al hecho
de que una presión dinámica sobre el hueso, a través de la actividad física,
aumenta la tasa de formación y resorción ósea, lo cual es bueno para la
densidad ósea".
El
estudio sugiere que los déficits del sistema musculoesquelético, como la
reducción de la DMO o la atrofia muscular, tienen que ser tenidos en cuenta
durante la rehabilitación. Durante las primeras semanas de abstinencia, el
metabolismo óseo comienza a mejorar lentamente, pero aun no se encuentra
plenamente recuperado. La recuperación después del alcoholismo lleva meses o,
probablemente, años.
En
base a estos hallazgos, Malik recomienda que los pacientes con una historia
larga de abuso o dependencia del alcohol se realicen una absorciometría de
rayos X de energía dual, una medición de la DMO, especialmente cuando otros
factores de riesgo como la comedicación o el tabaquismo estén presentes.
Mechtcheriakov
concluye que necesitamos una mejor comprensión científica de las múltiples
consecuencias del alcoholismo y sus correspondientes procesos de recuperación a
largo plazo. La aplicación de métodos con base científica para apoyar y
estimular los procesos de recuperación puede mejorar la calidad de vida y el
éxito de la rehabilitación de este gran grupo de pacientes.
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