A
nivel mundial, se ha producido un aumento alarmante en los índices de obesidad
y sobrepeso en adultos, de un 28 por ciento, y niños, en un 47 por ciento, en
los últimos 33 años, pasando de 857 millones de personas con sobrepeso y
obesidad en 1980 a 2,1 millones en 2013, según un nuevo análisis del Estudio
sobre la Carga Global de Enfermedad de 2013, publicado en 'The Lancet'.
Sin
embargo, las tasas varían ampliamente en todo el mundo, con más de la mitad de
671 millones de personas obesas en el mundo concentrados en sólo diez países:
Estados Unidos (más del 13 por ciento), China e India (15 por ciento
conjuntamente) y Rusia, Brasil, México, Egipto, Alemania, Pakistán e Indonesia,
en orden de más a menos personas obesas.
Durante
las últimas tres décadas, los mayores aumentos en los niveles de obesidad entre
las mujeres han estado en Egipto, Arabia Saudí, Omán, Honduras y Bahrein, y
entre los hombres, en Nueva Zelanda, Bahrein, Kuwait , Arabia Saudita y Estados
Unidos.
En
los países de altos ingresos, algunos de los mayores incrementos en la
prevalencia de la obesidad en adultos han estado en Estados Unidos, donde
aproximadamente un tercio de la población adulta es obesa; Australia, donde el
28 por ciento de los hombres y el 30 por ciento de las mujeres son obesas, y
Reino Unido, donde alrededor de un cuarto de la población adulta es obesa.
Los
hallazgos provienen de un nuevo análisis global de la prevalencia mundial,
regional y nacional de sobrepeso y obesidad en los adultos mayores de 20 años y
y los niños y adolescentes de 2 a 19 años entre 1980 y 2013. Los autores
advierten que el estudio presenta un cuadro preocupante de crecimientos
sustanciales en las tasas de obesidad en todo el mundo y dicen que se necesita
una acción conjunta urgentemente para cambiar la tendencia.
Dirigido
por la profesora Emmanuela Gakidou, del Instituto para la Medición y Evaluación
de la Salud de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, un equipo de
investigadores internacionales realizó una búsqueda exhaustiva de los datos
disponibles de estudios, informes y la literatura científica para rastrear las
tendencias en la prevalencia de sobrepeso (índice de masa corporal de 25 kg/m2
o superior) y la obesidad (IMC de 30 kg/m2 o superior) en 188 países de 21
regiones del mundo entre 1980-2013.
HOMBRES
MÁS GORDOS QUE MUJERES EN PAÍSES DESARROLLADOS
En
el mundo desarrollado, los hombres tienen mayores tasas de obesidad que las
mujeres, mientras que sucede lo contrario en naciones en desarrollo, donde
actualmente vive el 62 por ciento de las personas obesas en el mundo. El mayor
aumento en el sobrepeso y la obesidad se produjo a nivel mundial entre 1992 y
2002, sobre todo entre las personas de edades entre 20 y 40 años.
Principalmente,
se alcanzado altas tasas de sobrepeso y obesidad en Tonga, donde los niveles de
obesidad en los hombres y las mujeres superan el 50 por ciento, y en Kuwait,
Libia, Qatar, y las islas del Pacífico de Kiribati, Estados Federados de
Micronesia y Samoa, donde la mayoría (más de 50 por ciento) de las mujeres son
obesas.
La
prevalencia de sobrepeso y obesidad en la infancia ha aumentado notablemente en
los países desarrollados, del 17 por ciento en 1980 al 24 por ciento en 2013 en
los varones y del 16 al 23 por ciento en las niñas. Del mismo modo, en los
países en desarrollo, las tasas han subido de aproximadamente el 8 al 13 por
ciento en los niños y las niñas durante los tres decenios.
En
2013, la proporción de la obesidad en las niñas alcanzó el 23 por ciento en
Kuwait y el 30 por ciento o más en Samoa, Micronesia y Kiribati, los niveles
más altos calculados. Tendencias similares en la obesidad se encontraron en los
niños, con las islas del Pacífico de Samoa y Kiribati que presentan mayor prevalencia
de obesidad.
En
Europa occidental, los niveles de obesidad en los niños oscilaban entre el 14
por ciento en Israel y el 13 por ciento en Malta en comparación con el 4 por
ciento en los Países Bajos y Suecia. Los niveles de obesidad en las niñas fueron
más altos en Luxemburgo (13 por ciento) e Israel (11 por ciento) y más bajo en
Noruega y Suecia (4 por ciento).
En
los países desarrollados, la tasa de aumento de la obesidad en los adultos ha
comenzado a disminuir en los últimos ocho años y hay alguna evidencia de que
las cohortes de nacimiento más recientes están ganando peso más lentamente que
las anteriores.
"A
diferencia de otros importantes riesgos para la salud a nivel mundial, como el
tabaco y la nutrición infantil, la obesidad no está disminuyendo a nivel
mundial. Nuestros resultados muestran que el aumento de la prevalencia de la
obesidad ha sido sustancial y generalizado y que ha sucedido en un corto
tiempo", destaca Gakidou.
Sin
embargo, entiende que hay algunas pruebas de una meseta en las tasas de
obesidad en adultos que ofrecen "alguna esperanza" de que la epidemia
podría haber tocado techo en algunos países desarrollados y que las poblaciones
de otros países podrían no llegar a las "muy altas tasas" de más del
40 por cientod e algunos países en desarrollo.
"Nuestro
análisis sugiere que la meta de la ONU para detener el aumento de la obesidad
en el año 2025 es muy ambiciosa y es probable que no se logre sin una acción
concertada y mayor investigación para evaluar el efecto de las intervenciones
poblacionales y cómo traducir eficazmente ese conocimiento en programas de
control de la obesidad", apunta Gakidou.
En
particular, reclama un "liderazgo global urgente" para ayudar a los
países de bajos y medianos ingresos a intervenir para reducir la ingesta
excesiva de calorías, la inactividad física y la promoción activa del consumo
de alimentos por parte de la industria.
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