Es
posible que los milagros existan, aunque en medicina son muy poco probables.
Diego Costa viajó y volvió de Belgrado donde ha sido tratado por Mariana
Kovacevic, la terapeuta serbia en la que el futbolista del Atlético de Madrid
ha puesto su última esperanza para jugar la final de la Liga de Campeones mañana
sábado. No es médica, ni fisioterapeuta: Kovacevic es licenciada en Farmacia
pero desde 2002, cuando comenzó a tratar lesiones deportivas con este método
poco convencional, se ha convertido en un personaje en el mundo del deporte.
Su
innovadora propuesta es usar ‘placenta de yegua” para tratar al futbolista. «Se
trata de un método que no está aprobado por la comunidad médica», apunta el
doctor Pedro Guillén, responsable de Traumatología en la Clínica Cemtro de
Madrid, clínica donde precisamente ayer mismo Costa se sometió a un nueva
resonancia magnética para ver la evolución de su lesión.
Proteínas
La
placenta, explica el doctor Guillén a ABC, es una fuente rica en proteínas, y
es por eso por lo que se piensa que puede ayudar a mejorar la lesión del
futbolista. Pero Guillén habla claro y sin tapujos de lo que está pasando: «es
normal que Costa haga todo lo posible para tratar de jugar; es totalmente legítimo.
El problema –denuncia- es el oscurantismo que rodea en muchas ocasiones a estos
temas, porque se juega con la esperanza de la gente».
¿Pero
jugará Diego Costa el sábado? Guillén dice que sólo el jugador lo sabe, pero
matiza. «Costa tiene una pequeña lesión de grado I -lesión muscular en el bíceps
femoral de la pierna derecha- que en situaciones normales curaría en 8 o 10 días».
Pero en su caso hay que tener en cuenta lo que el experto denomina «el entorno».
No hay que olvidar, apunta, «que el delantero hispano-brasileño viene de
recuperarse de dos lesiones tempranas, lo que dificulta mucho su curación».
Ahora bien, «la decisión de jugar o no la tomará él».
El
tratamiento «milagroso» al que ha recurrido Costa ya lo ha probado otros
futbolistas. Por la consulta de la «doctora milagro», tal y como señala en su página
web, han pasado jugadores como el uruguayo Pablo Zabaleta, los españoles Iván
de la Peña y Albert Riera y el capitán de la selección holandesa Robin Van
Persie.
Efectos
a largo plazo
«Lo
que ella hace no es medicina, por así decirlo, ella no es médica, es farmacéutica,
pero funciona. Los futbolistas, nacionales y extranjeros, la adoran, porque
cumple lo que promete. Rehabilita al jugador para que pueda jugar», declaró a
Efe el periodista deportivo Pavle Knezevic, de la agencia Beta.
Eso
sí, opinó que el método que aplica Kovacevic no ha sido clínicamente
investigado y que «se desconoce qué efectos a largo plazo» podrían sufrir los
futbolistas. En este punto Guillén cree, «aunque todo en este momento son
suposiciones», que lo que ha hecho Kovacevic es aplicar placenta de yegua de
forma cutánea, y «soy muy escéptico de que eso pueda funcionar y las células
traspasen la piel para curar la lesión». Otra cosa es si se han inyectado la
placenta de yegua, «que no lo sabemos, aunque no lo creo porque las
consecuencias puede ser, o muy beneficiosas o muy perjudiciales».
Gel
cutáneo
Según
explica su página web, el tratamiento consiste en un masaje manual junto con un
gel con sustancias activas, y un campo electromagnético de ondas de alta
frecuencia que actúa sobre los tejidos dañados mientras la piel permanece
intacta. El proceso no es invasivo y no tiene ninguna contraindicación ni
reacción alérgico
En
cualquier caso el doctor Guillén añade que «cuando la medicina tradicional
falla, uno se agarra a la medicina no probada. Pero desde luego, lo que se dice
que se ha hecho no responde a la evidencia científica y es complicado que funcione.
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