miércoles, 28 de mayo de 2014

La EM es la patología neurodegenerativa más frecuente en jóvenes



Se calcula que en el mundo hay 2,3 millones de personas con esclerosis múltiple (EM), uno de los trastornos neurológicos más comunes que causa la discapacidad en adultos jóvenes. En España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), se ha convertido en la enfermedad neurológica más frecuente en los adultos jóvenes, ya que su diagnóstico se han duplicado por dos en los últimas dos décadas, sobre todo los casos entre mujeres. Así, se estima que en nuestro país viven unas 46.000 personas y cada año se diagnostican unos 1.800 casos nuevos.

Sin embargo, es posible que haya más casos en el mundo, porque muchas personas no ha sido diagnosticadas. A la mayoría de las personas con EM se las diagnostica entre las edades de 25 y 31 años, y aproximadamente se diagnostica el doble a mujeres que a hombres. Todavía se desconocen las causas de la enfermedad y no existe una cura.

Con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, que se celebra hoy 28 de mayo, la SEN también ha aprovechado para señalar que al menos un 25 por ciento de pacientes con esclerosis múltiple no cumple adecuadamente con el tratamiento, lo que repercute en la evolución de esta enfermedad degenerativa del sistema nervioso central.

Según Ester Moral, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la SEN, los nuevos tratamientos y los nuevos mecanismos de administración de los mismos, han permitido no solo mejorar la respuesta de los pacientes sino facilitar la administración de la medicación y su cumplimiento.

No obstante, «aún existe un porcentaje de pacientes que, bien por olvidos a la hora de administrarse la medicación o por otras complicaciones añadidas, caen en esa falta de cumplimiento, con repercusión en la evolución de su enfermedad. Es fundamental que el paciente cumpla adecuadamente con el tratamiento pautado», ha señalado.

Los avances que se han producido en los últimos años tanto en el diagnostico como en el tratamiento, han permitido controlar en muchos casos la enfermedad, retrasar la progresión de la discapacidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes hasta el punto de que hoy en día es habitual que se manifieste transcurrido un periodo de 20 años o más desde su diagnóstico.

Seguir trabajando

Por su parte, la Fundación Esclerosis Múltiple (FEM) ha reivindicado que los afectados por esta enfermedad neurodegenerativa puedan decidir con libertad si desean seguir trabajando.

En un comunicado, la directora de FEM, Rosa Masriera, ha afirmado que «nadie conoce mejor que el paciente los síntomas de la enfermedad y cómo puede gestionarla», por lo que al final, lo más importante es que si lo desea y es posible, «el paciente continúe trabajando».

La entidad ha insistido en que sea el propio enfermo el que «valore, si es necesario con la ayuda de un especialista, la capacidad para continuar con su trabajo habitual» y ha señalado como ejemplo el centro especial de trabajo que coordina y al que han asistido más de 500 trabajadores en 15 años.

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