No
gustan ni a médicos ni a autoridades sanitarias, pero no hay duda de que los
cigarrillos electrónicos están de moda. Por eso, son muchos los ojos puestos
sobre sus posibles efectos secundarios y no sorprende que The New England
Journal of Medicine se haga eco de una nueva sorpresa desagradable en torno a
este asunto.
El
protagonista inmerecido: un bebé de 10 meses, que ingresó en urgencias del
Children's Hospital de Filadelfia (EEUU). El niño se había tragado "una
pequeña cantidad" del contenido del 'vapeador' de un cigarrillo
electrónico y entró al centro hospitalario con vómitos, taquicardia,
respiración agitada y ataxia troncal (descoordinación en el movimiento del
abdomen).
Tras
contactar con la tienda de 'e-cigarrillos' que había vendido el producto, los
médicos pudieron hacerse una idea de su composición: una concentración de
nicotina de 1,8% (18 miligramos por mililitro) y niveles desconocidos de
metilsalicilato, glicerina y glicol propileno.
Como
explican en la revista estadounidense los médicos que atendieron al pequeño, la
nicotina a dosis bajas tiene frecuentemente efectos estimulantes, que incluyen
taquicardia. Además, el vómito es habitual si el tóxico se ha consumido y no
inhalado. "Según aumenta la dosis, se puede dar una pérdida de
especificidad de los receptores de la nicotina que implicaría síntomas de
toxicidad colinérgica, incluyendo molestias gastrointestinales y secreciones
extremas", escriben.
El
director de investigación en tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y
Cirugía Torácica (SEPAR), Carlos Jiménez, tiene muy claro los riesgos del
líquido que se utiliza para 'vapear'. De hecho, el experto recuerda que en su
última directiva, la Comisión Europea ha establecido unos límites de
concentración de nicotina en este producto.
Para
Jiménez, más allá del debate sobre las bondades o no de los cigarrillos
electrónicos, la toxicidad de la nicotina liquida merece un capítulo aparte.
Así, el especialista apunta a que este compuesto en cantidades no tan elevadas
puede "causar la muerte". De hecho, los médicos estadounidenses que
relatan el envenenamiento del menor hablan de una dosis mortal de entre 1 y 13
miligramos por kilo de peso corporal, lo que convertiría en un veneno letal
para una persona de 90 kilos una cucharadita de café de nicotina líquida.
"La
población ha de saber que el líquido con el que se cargan los 'e-cigarrillos es
peligroso", comenta Jiménez, quien explica que es importante que se este
tipo de tabaco electrónico venga precargado y con la carga bien sellada, ya que
la nicotina no es solo peligrosa al ser ingerida, como ha sucedido
accidentalmente con el bebé estadounidense, sino que también lo es al ser
absorbida por la piel.
El
caso recogido por NEJM tuvo afortunadamente un final feliz. Tras seis horas en
el hospital, al niño se le pasaron los síntomas y pudo volver a casa. De hecho,
ni siquiera requirió de un antídoto que se puede aplicar en estos casos, la
atropina.
Pero
lo que sí pone de manifiesto este caso es que anécdotas como esta pueden
aumentar con el incremento del uso de los 'e-cigarrillos', sobre todo si no hay
una legislación al respecto. "Las botellitas con el líquido para cargar
están a la venta en las tiendas de cigarrillos electrónicos, al alcance de
cualquiera", apunta Jiménez, que subraya un dato que también resaltan los
médicos estadounidenses. En dicho país, las notificaciones de envenenamiento
por nicotina se triplicaron de 2012 a 2013. "Esto coincide con el auge de
los e-cigarrillos", apunta el neumólogo de SEPAR. "Si no se ponen en
práctica algunas medidas, empezarán a ser más frecuentes también aquí",
concluye.
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