miércoles, 30 de abril de 2014

Una proteína hallada en un coral de Australia bloquea el VIH



Varios científicos del Instituto Nacional del Cáncer han dado un nuevo paso en la lucha contra el VIH. En este caso, y según un estudio publicado este miércoles, han hallado una proteína en los corales ubicados en aguas australianas que impide que el virus penetre en las células del sistema de inmunidad de cuerpo. Si se consigue adaptar esta sustancia a lubricantes, se podría detener la transmisión de la infección a través de relaciones sexuales sin necesidad de usar preservativo.

Las conclusiones de este estudio, el cual ha sido dirigido por Barry O'Keefe, fueron presentadas en la reunión de Biología Experimental celebrada en California a la que acuden más de 14.000 científicos todos los años. Durante la exposición de la investigación, el experto señaló que la sustancia parece bloquear la infección del VIH de una forma completamente novedosa, lo que le resulta «excitante».

Las susodichas proteínas –llamadas cnidarinas- fueron halladas por los científicos en una serie de corales recogidos en las costas del norte de Australia. Los investigadores se fijaron en ellas después de examinar miles de extractos naturales en el acervo biológico del Instituto Nacional del Cáncer. Los expertos purificaron entonces las proteínas y luego probaron su actividad contra cepas de VIH producidas en el laboratorio. El resultado fue positivo:

Uso práctico

La sustancia encontrada en los corales podrá adaptarse a todo tipo de gelatinas y lubricantes sexuales para que, sin necesidad de preservativo, pueda detenerse la infección del VIH, el virus que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). Koreen Ramesssar, un miembro del equipo investigador, corroboró esta idea y señaló que, con esta nueva proteína, se conseguirá que el virus no se haga resistente a otros medicamentos.

En su presentación, O'Keefe describió como «asombrosamente potente» la capacidad de la proteína para bloquear el VIH en concentraciones de una mil millonésima de gramo, suficiente para impedir que ocurra el primer paso de la transmisión del virus: la penetración del virus en la célula del sistema de inmunidad, conocida como célula T.

Concretamente, esta sustancia se enlaza con el virus e impide que se fusione con la membrana de la susodicha célula T. El paso siguiente en este estudio es el mejoramiento de los métodos para producir proteínas cnidarinas en grandes cantidades que puedan usarse a fin de identificar posibles efectos secundarios o su actividad contra otros tipos de virus.

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