Aunque
en la alergia primaveral las plantas son las causantes de este problema,
también pueden ser parte del tratamiento. Sin embargo, no son muchas las
hierbas medicinales que ofrecen algún beneficio contra las alergias. Por ello,
no es de extrañar que, en estos casos, la homeopatía se perfila como la gran
aliada para aliviar y prevenir los síntomas asociados a esta dolencia estival, como
estornudos, picor de ojos y nariz, principalmente.
Teresa
Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y
vicepresidenta del centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito), explica
que «son varias las plantas medicinales que pueden emplearse en la
sintomatología del proceso alérgico. Por ejemplo, pueden utilizarse plantas con
mucílagos, como altea, malva o gordolobo, capaces de hidratar y suavizar las
mucosas de vías aéreas reduciendo la irritación y por ello la tos seca.
Asimismo, reducen la irritación de la piel cuando se aplican de forma tópica en
dermatitis».
Efectos
En
el caso de la tos seca, continúa la experta, «puede emplearse Drosera
rotundifolia, con actividad antitusígena como consecuencia de su efecto
relajante sobre la musculatura lisa bronquial». Y, en el caso de mucosidad
excesiva que pueda llegar a obstruir las vías aéreas, «las plantas con aceites
esenciales, como el eucalipto o el tomillo, además de despejar por su efecto
balsámico, mucolítico y expectorante, ejercen un efecto antiséptico previniendo
la instauración de infecciones», recomienda Ortega. Pero todavía hay más. Otras
plantas que también han demostrado poseer actividad antihistamínica son «los
llantenes (Plantago lanceolata, llantén menor y Plantago major, llantén mayor).
Por su contenido en iridoides (aucubósido), mucílagos (6-7 por ciento) y
compuestos fenólicos (ácidos fenólicos y flavonoides) tienen actividad
antihistamínica, antiinflamatoria, demulcente e hidratante», añade la experta.
Eso
sí, antes de empezar a tomar ninguna, es necesario, según la vicepresidenta de
Infito, « acudir al médico para establecer el adecuado diagnóstico,
especialmente en los casos en los que el proceso alérgico va asociado a un
cuadro asmático». En el caso de la alergia al polen, «los medicamentos
homeopáticos tienen la ventaja de ser eficaces tanto para los síntomas agudos
que aparecen en la propia estación, como para la prevención de los mismos antes
a la explosión primaveral. Así, permite un tratamiento sintomático de las
crisis y también un tratamiento de base durante toda la estación alérgica»,
explican desde la compañía Boiron. Los medicamentos homeopáticos pueden estar
compuestos a partir de pólenes alergénicos que, en un tratamiento de base,
pueden reducir progresivamente su sensiblidad.
¿Inocuo?
Eso
sí, natural no es sinónimo de inocuo y, por tanto, estos preparados también
tienen sus limitaciones. Por tanto, «deben emplearse siguiendo el consejo de un
profesional. Las que son de dispensación farmacéutica, vienen acompañadas de un
prospecto en el que se indican las situaciones en las que se desaconsejan o en
las que se requiere un cuidado especial», advierte Ortega. En el caso de que la
persona esté con tratamiento farmacológico, «las que van dirigidas a corregir
los síntomas irritativos u obstructivos de vías áreas pueden combinarse con
estos fármacos. Lógicamente, en el caso de emplear plantas que tienen una
actividad farmacológica similar, deberá ajustarse adecuadamente la posología»,
añade.
La
ventaja que tiene la homeopatía frente a la medicina tradicional es que puede
«emplearse en niños, embarazadas o ancianos, gracias a la ausencia en general
de efectos adversos asociados a su toma. Al no producir somnolencia permite al
paciente continuar con su ritmo de vida habitual, y pueden tomarse junto con
los fármacos convencionales».
Algunos
ejemplos
Glosellero
negro
De
él se han demostrado tres acciones básicas frente a la alergia, por lo que su
tratamiento se recomienda como apoyo frente a la rinitis. Por un lado, inhibe
la liberación de histamina y, por otro, actúa como antiinflamatorio estimulando
la segregación de catecolamina. Por último, aunque no funciona como una
cortisona, sí lo hace yendo a los receptores de la misma.
Helicriso
El
sol de oro o helicriso, por su parte, se emplea también por tener acciones
parecidas frente a la alergia. Su principal aplicación es frente al escozor
ocular y funciona muy bien en caso de conjuntivitis alérgica. Se puede aplicar
como infusión en baños oculares entre tres y cuatro veces al día. Por vía
interna se recomienda tomar entre 30 y 50 gotas diluidas en medio vaso de agua.
Ref:
Haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario