«Se
calcula que el 70% de la población adulta padece bruxismo, pero muchos de los
afectados aún no son conscientes», alerta Conchita Curull, de la Sociedad Española
de Periodoncia y Oseointegración (SEPA). Son datos que preocupan a los
dentistas y que se han agravado con la crisis, y que, como también señala
Alfonso Villa Vigil, del Consejo General del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos
de España, «debido a la actual situación económica, las visitas a las consultas
de los médicos han descendido entre un 30% y un 40% y muchos no saben lo que
padecen». Villa cifra en un 50% la población que pudiera estar afectada por
esta enfermedad.
Los
nervios, el estrés y las situaciones de tensión hacen que, quienes lo padecen,
aprieten los dientes de forma inconsciente para intentar controlar o gestionar
esa tensión, sobre todo por la noche, momento en el que, además, se hace una
mayor fuerza. El desgaste, rotura y movilidad de los dientes, fisuras, dolores
de cabeza y cervicales son las principales consecuencias, a las que Villa añade
casos de mareo, pérdida de equilibrio, vértigo o ruido en los oídos.
Directivos
Curull
señala al colectivo de los directivos como uno de los grandes afectados por
esta dolencia «que ha aumentado un 30% de forma gradual desde 2009». La doctora
puntualiza que, si bien, los altos ejecutivos siempre han estado sometidos a
una gran presión, «en ejecutivos medios, sobre todo del sector de la banca, no
habíamos visto un aumento significativo del bruxismo hasta ahora». También el
colectivo policial y el de los maestros son otros de los grandes afectados.
Sus
principales síntomas son dolor de cabeza al despertar, dolores en la mandíbula
y en los oídos (muy similares a los de una otitis), así como contracturas en
las cervicales y dificultades para girar el cuello a causa del dolor. También
suele conllevar dolores en gestos cotidianos como al comer o al bostezar. Además,
suele agudizar las pesadillas, que generan un mal descanso que puede traducirse
en depresión. En general, si no se soluciona a tiempo, el apretamiento de los
dientes provoca destrucción y desgaste de las piezas dentales, caries,
gingivitis y traumatismos de las encías.
Férula
de descarga
La
solución no es fácil y pasa por una férula de descarga. Se trata de un molde de
la dentadura, sobre todo de arriba, hecho de plástico. Su coste suele oscilar
entre los 300 y 400 euros y puede durar entre 5 y 10 años. Aunque el paciente
seguirá, irremediablemente, apretando los dientes, la férula hará que los
dientes no choquen entre sí, amortiguando la fuerza y haciendo que la
musculatura se relaje.
«La
consecuencia directa es un mayor descanso, menos dolores y una mayor relajación»,
dice Curull, quien apunta que, para los casos más graves es conveniente la
ayuda de fisioterapeutas e incluso acudir a la psicoterapia.
Lo
que hay que saber
La
peridoncista Mónica Vicario explica lo que debemos saber sobre el bruxismo.
¿Qué
es? El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes sin
ningún objetivo masticatorio, durante el día o durante la noche, y en muchos de
forma inconsciente.
¿Existe
algún síntoma? Las visitas periódicas al dentista ayudarán a que se pueda
realizar un diagnóstico precoz evitando situaciones de desgaste irreversibles
tanto de los dientes, como de la musculatura y articulación. En algunos casos
de bruxismo nocturno será la pareja quien los detecte y en otros el paciente
puede observar que sus dientes se van haciendo más pequeños por el desgaste,
que son más sensibles al frío y al calor, que se levanta por las mañanas con
molestias en la musculatura facial, dolores de cabeza…
¿Rechinar
o apretar? Las dos formas son muy frecuentes. Asociamos más el apretamiento
durante el día y el rechinar en el bruxismo nocturno.
¿Tienen
el mismo tratamiento? En algunos casos se pueden combinar los dos tipos de
fuerzas por lo que el tratamiento suele prevenir las consecuencias de ambos.
¿Qué
se puede hacer para frenar el bruxismo diurno? Se recomienda el control del hábito
por parte del paciente quien debe mentalizarse para detectar aquellos momentos
en los que se encuentra apretando sus dientes. Debe aprender a sustituir el hábito
de apretar los dientes por otro tipo de movimiento que no sea nocivo. El
movimiento que se recomienda cuando se detecta el apretamiento de dientes es
posicionar la punta de la lengua en el paladar. Sólo algunos pacientes podrán
llevar la férula durante el día en los ratos que puedan estar en casa.
¿Qué
se puede hacer para prevenirlo? Su origen es multifactorial: en algunos casos
el origen no está tan justificado en causas emocionales o de estrés y sí está
desencadenado por una mala oclusión. En otros casos es el resultado del efecto
secundario de ciertas medicaciones antidepresivas. Lo más importante es el
diagnóstico precoz. Cuanto antes se detecte el bruxismo antes se podrán evitar
sus consecuencias.
¿Es
recomendable llevar la férula toda la vida? Si se consigue detectar el origen
del bruxismo y erradicar o disminuir sus causas, el uso de la férula puede
limitarse temporalmente hasta conseguir que desaparezca este hábito. A lo largo
de la vida del paciente y dependiendo de la época de estrés en la que se
encuentre puede tener recidivas y necesitarla otra vez.
La
confección, uso y retoques de las férulas o placas de descarga debe llevarse
siempre a cabo por el dentista tras un estudio riguroso del caso. Las férulas
no tratarán el origen del problema, sólo serán parte de un tratamiento integral
y su función será la de evitar que progresen los síntomas y signos de este hábito.
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