Algunas
personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) cuyas
células inmunes tienen bajas dosis de colesterol experimentan una progresión de
la enfermedad mucho más lenta, incluso sin medicación, según concluye una
investigación, realizada por científicos de la Universidad de Pittsburgh, en
Estados Unidos, y cuyos resultados se publican en 'mBio'.
"Un
aspecto fascinante de la epidemia del sida es que un pequeño porcentaje de
personas infectadas por el VIH-1, denominados no progresores o controladores,
mantiene un número relativamente normal de células T CD4 (células Th) y baja
carga viral durante muchos años sin recibir terapia antiviral", dice la
autora principal, Giovanna Rappocciolo, de la Universidad de Pittsburgh.
"Saber
cómo estos individuos controlan de forma natural su infección por VIH-1 y
evitan que el virus destruya progresivamente sus células Th puede ser de vital
importancia para el desarrollo de estrategias terapéuticas y preventivas eficaces
para el HIV-1/sida", agrega.
Cuando
el VIH entra en el cuerpo, es típicamente recogido por las células del sistema
inmune, llamadas células presentadoras de antígeno (APC), incluyendo células
dendríticas y linfocitos B. Aquellas células luego transportan el virus a los
ganglios linfáticos donde las APC lo pasan a otras células del sistema inmune,
incluyendo las células Th, a través de un proceso conocido como infección
'trans'.
A
continuación, el virus de la inmunodeficiencia humana utiliza las células Th
como su principal sitio de replicación. A través de la replicación en las
células Th, los niveles de VIH aumentan y sobrecargan el sistema inmune.
Incluso sin los medicamentos antirretrovirales, aproximadamente una de cada 20
personas infectadas con el VIH no tiene un incremento persistente de los
niveles de VIH después de la infección inicial y, a veces, pueden pasar muchos
años, incluso más de una década, sin que el virus comprometa seriamente su
sistema inmune o conduzca al sida.
En
el estudio, Rappocciolo y sus colegas compararon la capacidad de APC de
individuos no progresores, progresores y sujetos control no infectados de
infectar a las células T y descubrieron que mientras que las células de los
progresores y sujetos control fueron muy eficaces en mediar en la infección
'trans', las de los no progresores carecían de esa capacidad.
Los
investigadores lo analizaron más a fondo y descubrieron que las APC de los no
progresores tenían niveles bajos de colesterol, a pesar de que los pacientes
poseían niveles normales de colesterol en su sangre. Por otra parte,
encontraron que la infección 'trans' podría restaurarse mediante la
reconstitución de los niveles de colesterol en las APC de no progresores y
también puede ser inhibida por la reducción de los niveles de colesterol en las
APC de progresores.
Además,
el análisis de las APC a partir de dos progresores obtenidos entre uno y cuatro
años antes de la infección primaria por VIH muestra resultados similares, lo
que sugiere que éste es un rasgo adquirido genéticamente. "Este defecto en
el metabolismo del colesterol no es una consecuencia directa de la infección
por el virus sino que es probable que sea un rasgo hereditario en un bajo
porcentaje de los individuos. Entender cómo funciona podría ser una clave
importante en el desarrollo de nuevos enfoques para prevenir la progresión de
la infección por VIH", concluye Rappocciolo.
Ref:
Haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario