jueves, 10 de enero de 2013

La terapia con células pluripotentes causa un rechazo inmunológico «mínimo»



Las células madre pluripotentes inducidas o células iPS son, desde hace tiempo, una de las mayores esperanzas en la medicina regenerativa para un sinfín de enfermedades. Una de las grandes ventajas de utilizar células iPS para el trasplante es que se cree que, al derivarse del propio paciente, se evita el riesgo de rechazo inmunológico.Sin embargo, algunos trabajos, como el publicado en Nature en 2001 por el equipo de Tongbiao Zhao, de la Universidad de California (EE.UU.), mostraron lo contrario. Zhao advertía de los posibles riesgos que puede tener su uso ya que, en su estudio, el trasplante de células iPS reprogramadas en ratones había sido rechazado por el sistema inmunológico de los animales y, por ello, solicitaron cautela antes de recomendar su aplicación clínica de forma generalizada.

Pero el nuevo estudio que se publica hoy en Nature, coordinado por Masumi Abe, del Instituto Nacional de Ciencias de Angawa (Japón), parace reabrir de nuevo la vía del tasplante de células iPS reprogramadas. En su trabajo, los investigadores afirman que el rechazo inmune observador en los ratones fue «despreciable».

Mínimo rechazo

Masumi Abe y sus colegas evaluaron la inmunogenicidad de los tejidos epiteliales y de médula ósea derivados de las células iPS y de células madre embrionarias. Sus resultados confirman que existe un «mínimo rechazo inmunitario» del anfitrión. Así, los investigadores no observaron diferencias entre la respuesta al trasplante en los tejidos derivados de las células iPS y la de los tejidos derivados de las células madre. Sin embargo, los autores advierten de la posibilidad de que incluso las células diferenciadas derivadas de las células iPS pueden conservar algunas respuestas inmunes.

En otra investigación, publicada en Tissue Engineering y realizada por ccientíficos de las universidades de Granada y Alcalá de Henares (Madrid), se demuestra que no todas las células madre que se aíslan en un laboratorio tienen la misma eficacia a la hora de emplearlas en medicina regenerativa y en la construcción de tejidos artificiales. Los expertos han demostrado que, en contra de los que se pensaba hasta ahora, únicamente un grupo de las células madre extraídas del cordón umbilical y mantenidas en cultivo en el laboratorio son útiles para su posterior aplicación terapéutica.

Cordón umbilical

Actualmente, el cordón umbilical constituye una importante fuente de células madre para la medicina regenerativa y la construcción de tejidos artificiales. De los distintos tipos de células madre existentes en el cordón, las denominadas 'células madre de la gelatina de Wharton' están despertando un gran interés en la medicina regenerativa debido a su fácil accesibilidad, su gran potencial para diferenciarse hacia tejidos muy distintos y por poseer propiedades inmunológicas privilegiadas. Así, mediante una combinación de experimentos que conllevan investigaciones microscópicas y microanalíticas, y el estudio de los genes implicados en la viabilidad celular, los investigadores han establecido que sólo un grupo de las células madre extraídas del cordón y mantenidas en cultivo en el laboratorio son útiles para su aplicación terapéutica.

Por tanto, la importancia de este estudio radica en la posibilidad de seleccionar para la ingeniería tisular y la medicina regenerativa las células madre más idóneas y eficaces de la gelatina de Wharton del cordón umbilical. De esta forma, se abre la posibilidad de seleccionar también subgrupos de células en otras poblaciones de células madre de tejidos diferentes para aumentar la eficacia terapéutica en distintos protocolos de medicina regenerativa.

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