Como
si de un combate se tratara, la bacteria 'Neisseria gonorrhoeae' se ha
enfrentado a varios púgiles a lo largo de la Historia. Y aunque todos ellos han
demostrado saber dónde golpear, esta enfermedad de transmisión sexual (ETS) se
ha ido haciendo fuerte y resistente a cada impacto, conociendo los puntos
débiles de los tratamientos y terminando por hacerlos ineficaces.
Así
fue con las sulfonamidas en la década de los 40 o la penicilina y tetraciclinas
durante los años 70 y 80. Todos ellos demostraron su eficacia en su momento,
pero terminaron con un 'knock out' frente a la facilidad de desarrollo de
resistencias por parte de la gonorrea. Y ahora, desde comienzos del siglo XXI,
es la cefixima, un antibiótico derivado de la cefalosporina, la que parece
seguir el mismo camino.
Por
lo menos, esto es lo que señalan varios investigadores del Public Health de
Ontario, (Toronto, Canadá) que, liderados por la doctora Vanessa G. Allen, han
realizado un estudio retrospectivo en pacientes con gonorrea y han descubierto
que, al tratarlos con cefixima 400 mg -uno de los principales tratamientos
contra esta ETS en Canadá- la cepas de la gonorrea de algunos de estos
pacientes mostraban una disminución de la sensibilidad a este antibiótico. Los
resultados aparecen publicados en el 'Journal of the American Medical
Association' (JAMA).
Gonorrea,
esa enfermedad común
La
gonorrea es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes. Los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidense (CDC)
calculan en más de 300.000 las infecciones conocidas de gonorrea al año. En
España, las estimaciones rondan los 2.000 casos anuales. Sin embargo,
especialistas de ambos lados del Atlántico creen que la prevalencia puede ser
bastante mayor (los CDC calcula que unos 700.000), aunque en buena parte de las
ocasiones no se llegan a conocer.
Aunque
la gonorrea se puede curar con el tratamiento adecuado, si no se cuida puede
desarrollar problemas más serios de salud, que van desde enfermedades pélvicas
inflamatorias, embarazo ectópico, infertilidad en el caso de las mujeres y, en
casos raros, esterilidad en los hombres.
En
los últimos años, los tratamientos derivados de la cefalosporina han sido los
únicos antibióticos recomendados para luchar contra esta ETS. Entre ellos, el
más fácil de aplicar (al ser de manera oral) era la cefixima, aunque tal y como
señala el especialista Robert D. Kirkcaldy en un editorial que acompaña al
estudio, "la eficacia de estos fármacos se ve amenazada".
La
'Neisseria gonorrhoeae' resistente
Para
llegar a tener datos de esta situación, la doctora Allen y su equipo
investigaron a pacientes con 'Neisseria gonorrhoeae' tratados con cefixima, y
observaron que el tratamiento clínico fracasaba en un 6,77% en una clínica de
Toronto.
El
resultado no sorprende a Julio Vázquez, jefe del Laboratorio de Referencia de
Neisserias del Instituto de Salud Carlos III: "Los CDC estadounidense o en
Reino Unido han dejado de recomendar recientemente el uso de la cefixima como
fármaco de primera línea contra la gonorrea al encontrase que está perdiendo
efectividad", explica.
De
todas maneras, este especilista advierte de otros factores que también pueden
estar detrás de los fallos de esta terapia: "Las reinfecciones son algo
muy común en el caso de las ETS y que los pacientes no suelen reconocer cuando
se les pregunta ya sea por vergüenza o por el estigma", comenta a
ELMUNDO.es
Tanto
el doctor Kirkcaldy en su editorial como Vázquez recuerdan que dadas las
resistencias, actualmente el tratamiento que se suele recomendar como primera
opción es la ceftriaxona, un fármaco que se inyecta de manera intramuscular y
que también se deriva de la cefalosporina.
"Actualmente
la cefixima está pasando poco a poco a ser un tratamiento de segunda línea en
Europa y Estados Unidos para tratar la gonorrea", explica Vázquez.
En
España
En
el caso español, Vázquez comenta que "entre el 15% al 20% de las cepas
aisladas de los enfermos muestran cierta resistencia", comenta.
En
nuestro país, tampoco existen datos del total de pacientes infectados ni de
cuántos recaen en la enfermedad. En cuanto al tratamiento, "aunque se está
recomendando ese tratamiento de primera línea -la ceftriaxona-, se puede
encontrar centros donde se recomienden otros tratamientos basados en cefixima
junto a otros fármacos, ya que no existe una guía unitaria para todo el
país", comenta Vázquez.
Pero
independientemente de la ceftriaxona, los especialistas explican que la
gonorrea desarrolla resistencias fácilmente, por lo que es importante que se
investiguen otras alternativas contra ella, "y de ahí, por ejemplo, que la
Unión Europea ya esté investigando otros fármacos para luchar contra esta
enfermedad", afirma Vázquez.
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