Por
poco dinero, incluso gratuitamente, puede usted descargarse en su tableta o
teléfono móvil una sencilla aplicación diseñada para evaluar el aspecto de sus
lunares. Este gesto, cada día más habitual, no sustituye sin embargo la vista
al dermatólogo, como recuerda un reciente estudio que alerta de los numerosos
diagnósticos inexactos que pueden ocasionar estas nuevas 'apps'.
Científicos
de la Universidad de Pittsburgh (EEUU) analizaron 188 imágenes reales (60
correspondientes a pacientes con un melanoma y otros 128 sanos) con cuatro
aplicaciones de Dermatología diferentes disponibles para tabletas y teléfonos
móviles.
Como
concluyen en las páginas de la revista 'JAMA Dermatology', estas 'apps'
diagnosticaban incorrectamente más del 30% de los casos, dando por benignos
casos de cáncer de piel.
A
juicio de los autores, utilizar este tipo de aplicaciones como sustituto de las
visitas a un especialista pueden retrasar un diagnóstico correcto y poner en
peligro la vida de pacientes con un verdadero cáncer de piel.
Análisis
de las imágenes
En
tres de las cuatro 'apps' analizadas, el sistema informático funciona
analizando las imágenes remitidas por el usuario mediante un algoritmo
informático que clasifica la imagen como benigna o sospechosa (en función de la
apariencia, forma, tamaño o color del lunar). El único sistema con una tasa de
acierto en el diagnóstico superior al 90% fue aquella en la que las fotografías
del paciente se remiten a un panel de dermatólogos acreditados. En este tipo de
'telemedicina' sólo uno de los 53 melanomas analizados mediante la aplicación
se diagnosticó erróneamente como benigno. "Yo soy muy partidario de la
telemedicina y la salud 2.0, pero este tipo de herramientas no pueden sustituir
al especialista", advierte por su parte el doctor Sergio Vañó, dermatólogo
del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. "Hoy por hoy no existe, y
probablemente no exista, una aplicación que permita un autodiagnóstico correcto
del melanoma", señala este especialista, que distingue en cambio la
utilidad que pueden tener herramientas de telemedicina, que permitan hacer
llegar las imágenes al dermatólogo con rapidez y calidad, por ejemplo, desde
una consulta de Atención Primaria.
"Este
tipo de herramientas puede ayudar a aumentar la importancia que los pacientes
le dan a su propia salud, pero es importante que los usuarios no utilicen las
apps como sustitutas del médico", advierte por su parte Laura Ferris,
dermatóloga en la universidad estadounidense y una de las autoras del trabajo.
Los
investigadores (que contaron con financiación de los Institutos Nacionales de
Salud) reconocen que muchas de estas aplicaciones, gratuitas o a muy bajo
coste, no cuentan con una regulación legal específica, lo que hace que escapen
a un cierto control por parte de las autoridades sanitarias. Pese al auge de
las aplicaciones de salud, el dermatólogo madrileño reconoce que este tipo de
herramientas de pretendido autodiagnóstico no se han extendido todavía entre
los internautas españoles.
Todo
este tipo de aplicaciones, admiten los autores del estudio en JAMA, incluyen
advertencias en las que se señala que su información es únicamente educativa, y
no sustituye al consejo de un dermatólogo. Aún así, alertan, es más que probable
que muchos usuarios pasen por alto esta advertencia y den por bueno el
diagnóstico de la tableta.
"Cualquier
avance tecnológico que mejore el autodiagnóstico del melanoma y la detección
precoz de este cáncer de piel es bienvenida", concluyen, "pero
tenemos que asegurarnos antes de que los pacientes no se vean perjudicados por
este tipo de herramientas que arrojan resultados inexactos".
"Precisamente en el caso del melanoma, la tecnología no es capaz de
sustituir la pericia y la sensibilidad del especialista".
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