Detrás
de muchas intoxicaciones alimentarias está una mala práctica en la cocina: una
ensalada sin lavar, un tomate cortado donde antes se había deshuesado un pollo,
un sandwich preparado con las manos poco limpias...
Numerosas
investigaciones han señalado la facilidad con la que las bacterias pueden
propagarse durante la preparación de alimentos si no se toman las medidas
adecuadas. Ahora, un reciente trabajo acaba de demostrar que, para los virus,
también es muy sencillo 'viajar' por la cocina.
Según
sus datos, tras entrar en contacto con un producto contaminado, un cuchillo
puede 'infectar' hasta siete alimentos si se sigue utilizando.
Los
autores de esta investigación, que se publica en la revista 'Food and
Environmental Virology', llegaron a estas conclusiones tras analizar cómo se
transferían norovirus -uno de los principales causantes de las gastroenteritis
de origen viral- y virus de la hepatitis A en varios experimentos en la cocina.
Para
ello, utilizaron tanto utensilios esterilizados como contaminados
(fundamentalmente cuchillos y ralladores) y distintos tipos de comida, parte de
la cual también se había infectado con los virus mencionados.
Los
resultados mostraron que, viniera de donde vinera la infección, los virus
conseguían diseminarse con facilidad a través de prácticas habituales en una
cocina, como el picado o el rallado de los alimentos.
El
nivel de contaminación difería en función de los productos utilizados y el tipo
de virus, por lo que los investigadores sugieren que la superficie del
utensilio y las características del alimento pueden ser claves en la capacidad
de infección.
"Nuestros
resultados demuestran la posibilidad de transferencia de virus en un ambiente
como la cocina", señalan los investigadores, quienes subrayan la necesidad
de "tener en cuenta que los utensilios son un importante vehículo de
infección".
En
ese sentido, reclaman formar mejor a consumidores y manipuladores de alimentos
en cuanto a los riesgos de contaminación alimentaria, así como un aplicación
habitual de desinfectantes en la cocina para evitar la diseminación de los
virus.
Los Centros para la Prevención de Enfermedades
de EEUU han elaborado una serie de recomendaciones para 'frenar' el alcance de
los norovirus, los responsables de la mayoría de las gastroenteritis víricas en
los países industrializados:
Lávese
las manos
Hágalo
minuciosamente con agua y jabón, especialmente después de ir al baño o haber
cambiado pañales y siempre que vaya a cocinar o a comer. El virus se encuentra
en las heces y el vómito de los afectados, por lo que puede llegar a la comida
si no se lleva a cabo una adecuada higiene.
Precaución
en la cocina
Lave
minuciosamente las frutas y verduras y cocine bien las ostras y otros mariscos
antes de consumirlos, ya que el virus puede estar presente en ellos. También
debe mantener limpios los utensilios de cocina.
No
prepara alimentos cuando tenga la infección
No
cocine mientras tenga síntomas (nauseas, diarrea, vómitos, dolores musculares y
de cabeza, etc) y hasta tres días después de haberse recuperado).
Limpie
y desinfecte las superficies contaminadas
Limpie
y desinfecte las superficies contaminadas: Después de un episodio de vómito o
diarrea, limpie y desinfecte inmediatamente las superficies contaminadas con un
limpiador de uso doméstico a base de cloro. Si no tiene un producto de esa
clase, puede utilizar una solución de lejía. Asimismo, lave la ropa que se haya
contaminado con vómito o materia fecal.
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