Queremos
saber de sexo. Casi tres de cuatro españoles demanda información sobre su salud
sexual, de sus principales problemas y de sus posibles soluciones. La salud
sexual hace poco tiempo que «salió del armario» y se ha convertido en una parte
más de nuestra salud en general, señala Juan Ignacio Martínez Salamanca, de la
Asociación Española de Salud Sexual. Queremos, dice, «saber, y saber más» y
hemos aprendido que la «salud sexual es importante porque nos causa un
bienestar físico y emocional».
Sin
embargo, la salud sexual, al menos en lo que se refiere a soluciones terapéuticas
continúa siendo androcéntrica. Las enfermedades relacionas con la salud sexual
para las que hay tratamiento son masculinas, disfunción eréctil y eyaculación
precoz. La primera, explica Martínez, urólogo del Hospital Puerta de Hierro de
Madrid, es la más frecuente -algunos estudios sugieren que entre un 25-30% de
los varones entre 50 y 70 años podrían padecerla- y para la que afortunadamente
hay tratamientos eficaces. En cuanto a la eyaculación precoz, menos frecuente,
también dispone de tratamientos.
Tantos
varones como mujeres sí comparten lo que se denomina falta o inhibición del
deseo sexual. En los varones, en la mayoría de los casos señala Martínez, se
debe a deficiencias en la hormona testosterona; sin embargo, afirma, es cierto
que en algunos casos pueden estar implicados «otros factores externos», como
problemas económicos, personas, etc. De hecho, se dice con bastante frecuencia
que la crisis está afectando a la salud sexual de los españoles pero, para Martínez,
esto es más una opinión o una impresión: «todavía no tenemos una base científica
para afirmarlo». En lo que sí está afectando la crisis, adelanta, es en el
acceso a los tratamientos de, por ejemplo, la disfunción eréctil: «los
medicamentos de primera línea -viagra o cialis-, no están financiados por la
seguridad social y, aunque algunos han bajado de precio, muchos pacientes no
pueden adquirirlos».
En
las mujeres la inhibición del deseo sexual está relacionada con la
perimenopausia, aunque, advierte el médico de atención primaria Luis García-Giralda,
«cada vez se están viendo más casos de mujeres jóvenes en tratamiento
antidepresivo con este trastorno». Pero, como señala Martínez, el principal
problema es que no hay «ninguna» opción de tratamiento. Y aunque hubo la
llamada «píldora para el deseo sexual femenino», sus resultados no fueron
buenos o, como apunta este experto, es posible que algunas personas sigan
pensando que, en el caso de la mujer, «no es una enfermedad en sí misma, sino más
bien algo natural».
En
cualquier caso, la situación para los problemas sexuales de las mujeres no es
lo que se puede decir buena. No hay tratamientos y, lo peor, no hay indicios de
que los haya «a corto plazo». Así, mientras que para los varones cada vez hay más
información y difusión, además de opciones de tratamiento, en el caso de las
mujeres no hay apenas investigación, dice el urólogo. Por eso, reconoce, «se
habla más de la salud sexual masculina».
Hablemos
de sexo
Cualquier
ocasión es buena para hablar de sexo, y hoy especalmente, que se celebra el Día
Europeo la Salud Sexual. En casa, con la pareja, en el bar, con los amigos...
Es posible que sí pero, como afirma García-Giralda, cada vez lo hacemos más en
las consultas del médico de familia. Así, una encuesta realizada entre los médicos
de atención primaria revelaba que 8 de cada 10 pacientes estaría dispuestos de
hablar de sexo con su médico. Por eso, destaca, el médico de familia debe ser «consciente
de la importancia de la salud sexual en la salud en general». Sin embargo, ¿cuántos
médicos, ginecólogos y urólogos preguntan sobre sexo a sus pacientes? Por
ejemplo, un estudio publicado el pasado año mostraba que los ginecólogos casi
nunca hacen preguntas como «¿son satisfactorias sus relaciones?, ¿cómo son de
frecuentes? o ¿siente dolor?. El trabajo, publicado en la revista Journal of
Sexual Medicine, desvelaba carencias comunicativas de las consultas de
ginecología y advertía que esta barrera puede esconder trastornos y problemas
que repercuten finalmente en la salud general de sus pacientes.
De
hecho, corrobora García-Giralda, en muchas ocasiones los trastornos no se
diagnostican hasta 6 o 12 meses después, algo que en enfermedades como la
disfunción eréctil puede conducir al afectado a un círculo vicioso en que lo
que empezó como un problema físico, termina tendiendo un componente psicológico
que impide resolverlo, Afortunadamente, dice, muchos varones, «pero cada vez más
muchas parejas», acuden al médico de familia para hablar de este problema.
Dos
en una
Y
el problema se agrava cuando los pacientes con disfunción eréctil padecen también
hiperplasia benigna de próstata (HBP). Según un estudio, casi el 70% de los
pacientes con HBP presentan también disfunción eréctil, problemas que afectan a
un número importante de hombres mayores de 40 años y cuyo tratamiento se puede
abordar ahora a través de un mismo fármaco.
La
HBP es el tumor benigno más frecuente entre varones mayores de 50 años y se
caracteriza por el agrandamiento de este órgano, que genera una presión sobre
la uretra y el cuello de la vejiga provocando síntomas como la necesidad de
orinar frecuentemente o con urgencia. Y, según el vicepresidente de la Asociación
Española de Urología, Carlos Hernández, afecta al 13 por ciento de los hombres
de entre 40 y 50 años, prevalencia que aumenta hasta el 43 por ciento entre los
varones de 60 y 70 años.
Un
factor común a ambas patologías reside en la disminución del flujo sanguíneo
arterial y en la irrigación de los órganos implicados. Ahora, según cuatro ensayos
clínicos con más de 1.500 pacientes que presentaban ambas patologías, han
demostrado que el mismo fármaco que se prescribe para la disfunción eréctil
-Cialis- es eficaz también para tratar los signos y síntomas de la HBP.
Satisfacción
sexual
Pero
¿estamos los españoles satisfechos, sexualmente hablando? Según la «Encuesta
sobre Satisfacción Sexual», realizada por Pfizer, debido a la crisis económica
cuatro de cada diez parejas españolas tienen problemas en sus relaciones, por
el nivel de autoestima, malestar general, estrés y ansiedad que genera la
inseguridad en el trabajo. Todos estos factores intervienen en la libido y el
deseo sexual, disminuyendo la frecuencia y la calidad de las relaciones
sexuales. Vicente Bataller, sexólogo, psicoterapeuta y presidente de Sexólogos
sin Fronteras, aclara algunas dudas.
-¿La
crisis afecta al interés por el sexo?
-Los
datos de la encuesta desvelan que uno de cada tres españoles ve cómo la situación
económica afecta a su vida sexual. Además sugieren que la vida sexual de las
personas de los países económicamente más inestables se ve más afectada. Así,
el 34% de los españoles y el 21% de los italianos acusa la crisis en su deseo
sexual o capacidad de llevar una vida sexual satisfactoria, frente al 11% de
los suecos y al 9% de los alemanes y británicos. Pese a ello, los españoles
mantienen relaciones sexuales casi dos veces por semana (1,7), con una duración
por relación de 20 minutos.
-¿Cuáles
son los principales problemas en España en las relaciones sexuales?
-Seguimos
teniendo una asignatura pendiente en la vivencia natural de las sexualidad. Al
82% de los encuestados les gustaría mejorar su vida sexual, casi 20 puntos por
encima de la media europea. El silencio, la vergüenza a consultar por la falta
de erección, la ignorancia o la falta de preparación de los profesionales en el
ámbito de la sexología hace que se desee mejorar. En España se consulta poco
por la disfunción eréctil, aunque este problema lleva a los quienes la sufren a
reducir sus relaciones sexuales o a evitarlas.
-¿Cómo
mejorar nuestra vida sexual?
-Lo
primero es saber cómo y de qué forma lo va a hacer. Y la única forma es siendo
sincero, reconocer el conflicto si lo hay, hablarlo con la pareja y acudir a un
profesional de la salud sexual. Fuera culpas, estigmas y reacciones inadecuadas
por falta de erección y/o impotencia sexual. En cualquier caso, los españoles
consideran el sexo como una parte significativa de su vida que les ayuda a
mejorar su estado de ánimo. De hecho, los resultados del estudio ponen de
manifiesto que la gran mayoría de los españoles quiere que el tiempo dedicado a
las relaciones sexuales sea lo más satisfactorio posible.
-¿Es
cierto que la disfunción eréctil afecta a hombres cada vez más jóvenes?
Sí.
Los problemas en la libido y el deseo sexual se dan cada vez más temprano.
Estamos viendo personas de 30 años sin ninguna patología orgánica, que derivan
los urólogos, con problemas de erección.
-¿Cuáles
son las dudas más frecuentes?
-Tienen
que ver con la dureza, la eficacia y la eficiencia de la erección. Según el
estudio, el 70% de los encuestados europeos que afirmó que la economía había
repercutido en su vida sexual les gustaría mejorar la dureza en su erección. Y
es que tanto los españoles como nuestros vecinos consideramos un factor
importante para una vida sexual satisfactoria la calidad de la dureza en la
erección (87% de media).
-¿Nos
avergüenza aún hablar de sexo?
-Los
españoles todavía consultan poco respecto a los problemas sexuales y la
disfunción eréctil. Atendiendo al estudio, un 44% consulta a su pareja y un 34%
al especialista, pero un 26% de los españoles sigue sin consultar a nadie.
Ref:
Haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario