martes, 5 de febrero de 2013

¿Cómo puedo prevenir las infecciones de orina?



Las infecciones de orina son una realidad cada vez más patente en los centros de salud, ocupando el 1,2 % de las consultas en mujeres y el 0,6% en hombres. Se estima que al menos el 50% de las mujeres padece una en algún momento de su vida. "La infección urinaria con síntomas afecta al 30% aproximadamente de mujeres entre 20 y 40 años, con una prevalencia 30 veces superior a la vista en hombres", indica el doctor Javier Cambronero, urólogo del Hospital Quirón San José de Madrid.

En la adolescencia su prevalencia aumenta de forma brusca coincidiendo con el inicio de la actividad sexual, pasando de un 1% a un 4% y luego de forma progresiva a partir de los 40 años. En la menopausia la pérdida de estrógenos también puede propiciar su desarrollo y a partir de los 80 años, por el deterioro funcional y aspectos relacionados con la edad, los casos pueden dispararse.

Además, añade el doctor Pedro Tormo, portavoz del Observatorio Nacional de Incontinencia (ONI), cuando la mujer ha tenido ya un episodio de infección de orina, la probabilidad de padecer un segundo aumenta un 20% y hasta un 30% en el tercero.

Por este motivo, el ONI lanza en su tarea divulgativa una serie de pautas para explicar y tratar de frenar estas molestas y dolorosas infecciones.

Las mujeres son el blanco de esta enfermedad debido a la anatomía de su aparato urinario inferior, es decir, "se trata de una cuestión geográfica", explica el portavoz del ONI. El suelo pélvico de la mujer, uretra, vejiga, útero y recto, están en un compartimento muy pequeño. La uretra es muy corta y su extremo, el meato urinario, está situado en el interior de la vagina, un lugar poblado por bacterias. Así, el momento crítico por el que se produce una infección, asegura por su parte Cambronero, es la confluencia de la entrada de bacterias en la mujer a través de la uretra, que éstas sean suficientemente agresivas y que la inmunidad sistémica y local de la paciente se encuentre debilitada.

Infecciones y relaciones sexuales

Según algunos estudios, explica este especialista, en mujeres jóvenes se ha visto que factores como la actividad sexual reciente, la frecuencia de ésta y el número de parejas sexuales aumentan de manera significativa la incidencia de infecciones urinarias, así como también los varones pueden presentar infecciones urinarias relacionadas con el sexo anal.

Algunos estudios cuestionan, "no se ha podido probar claramente", que puede existir la posibilidad que el 'E. Coli' (la bacteria que causa el 80% de las infecciones urinarias en la mujer) se transmita entre las parejas sexuales y pudiera ser el origen de la colonización sexual. "La única relación clara establecida hasta el momento es la transmisión de bacterias patógenas por parte del varón que padece de una prostatitis bacteriana crónica", subraya Cambronero.

Por tanto, en contra de lo que se pueda pensar, las infecciones de orina no se transmiten por vía sexual, ya que el varón no transmite la bacteria a la mujer a través del coito ni viceversa. La bacteria, explica el experto, procede de la flora que coloniza la vagina y la uretra de la mujer, por tanto, no pueden considerarse una ETS. "Las infecciones de orina no se transmiten por contacto sexual o a través de algún objeto intermedio", aclara. Lo que si puede hacer, explican los expertos es favorecerlas, es decir, "con el coito la uretra es exprimida, haciendo que su contenido pueda ir hacia la vejiga y por tanto, favoreciendo la entrada de bacterias en la vejiga".

En las mujeres, explica el urólogo, la actividad sexual y la alteración de la flora vaginal y uretral por el uso de diafragma y espermicidas, anticonceptivos orales/vaginales, especialmente el DIU, y el uso de antibióticos son algunos de los factores "favorecedores de infección urinaria".

No obstante, como medidas preventivas para reducir la frecuencia de éstas se recomienda: el lavado genital únicamente externo, antes y después del coito, y orinar inmediatamente después ante la posibilidad que hayan entrado algunas bacterias. Asimismo, en mujeres menopáusicas, se aconseja la utilización de lubricantes sexuales antes de las relaciones.

Síntomas y prevención

Los síntomas más frecuentes que pueden aparecer son: necesidad de orinar frecuentemente y hacerlo en pequeñas dosis y con dolor, fiebre y a veces dolor lumbar. "Puede aparecer tan solo un síntoma o dos, y hay veces que la persona ni siquiera sabe que lo tiene", afirma el portavoz del ONI. Muchas veces, admite, viene una persona con unas décimas de fiebre, se le hace unos análisis o cultivos de orina y se comprueba que lo que tiene realmente es una infección de orina.

Por tanto, el doctor Tormo enumera una serie de medidas preventivas generales (además de las ya nombradas durante las relaciones sexuales) que son las siguientes: vaciar la vejiga completamente, limpiarse de adelante hacia atrás, beber mucha cantidad de líquidos, no tener humedad en la zona pélvica y mantener una buena higiene íntima. Además, añade Cambronero que, "el uso de productos con extracto de arándanos y el consumo de lácteos con probióticos ha demostrado alguna utilidad en la prevención".

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