Las
vidas de 95 bebés se podrían salvar cada hora --830.000 cada año-- si las
madres dieran lactancia materna a sus hijos inmediatamente después de dar a
luz, según el estudio 'Superfood for Babies', elaborado por la ONG Save the
Children.
La
ONG explica que si los bebés reciben el calostro --la primera leche de la
madre-- en su primera hora de vida, "su sistema inmunológico se pone en
marcha inmediatamente, lo que les da tres veces más posibilidades de
sobrevivir".
Asimismo,
añaden que "si la madre continúa dando leche materna durante los
siguientes seis meses, un niño en un país en vías de desarrollo tiene hasta 15
veces menos posibilidades de morir a causa de enfermedades como la neumonía o la
diarrea".
Save
the Children lamenta que las tasas globales de lactancia materna "están
estancadas e incluso descendiendo en el este de Asia y en algunos de los países
más poblados de Africa, como Etiopía o Nigeria" y achaca esta situación al
"grave déficit de matronas y de trabajadores sanitarios en los países en
desarrollo" y "la falta de una legislación adecuada", entre
otros factores.
En
este sentido, la responsable de Incidencia Política de Save the Children,
Yolanda Román, ha explicado que "a pesar de que los beneficios de la
lactancia materna son de sobra conocidos en los países desarrollados y de que
es una práctica gratuita y natural para proteger a un recién nacido, no se
presta la atención necesaria para ayudar a las madres a amamantar a sus hijos
en los países más pobres".
CULPA
DEL MERCADO
El
informe también resalta algunas "prácticas de marketing
cuestionables" adoptadas por algunas compañías productoras de sucedáneos
de leche materna en mercados emergentes. Asia es un nuevo mercado lucrativo
para la industria, valorado ya en más de 18.000 millones de euros y se prevé
que crezca en total un 31 por ciento para 2015.
Según
la ONG, las madres que dan a luz con la ayuda de personal sanitario cualificado
tienen dos veces más posibilidades de dar leche materna a sus hijos en la
crucial primera hora de vida y acabar con la brecha de 3,5 millones de
trabajadores sanitarios que faltan en todo el mundo aumentaría drásticamente el
número de madres que amamantan a sus bebés.
Por
ello, reclama a los países donantes que aumenten su inversión en nutrición y
que se implementen planes para aumentar los índices de madres que dan leche
materna a sus hijos en los países en vías de desarrollo. Por último, exige que
las compañías de sucedáneos de leche materna "adviertan de que la leche
sucedánea es peor que la materna y que estas advertencias ocupen un tercio de
la superficie total del producto".
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