Más
de 8.000 personas en España están afectadas por algún tipo de ataxia
hereditaria, una enfermedad que engloban alrededor de 200 tipos de patologías
degenerativas del sistema nervioso, y que este jueves conmemora su día
internacional.
Estos
datos han sido dados a conocer por la Sociedad Española de Neurología (SEN),
desde donde se demanda mayores recursos asistenciales, ya que actualmente solo
existen en España cinco unidades de referencia para ataxias hereditarias,
cuando se estima que al menos se necesitarían tres más- permitiría no sólo
fomentar la investigación sino mejorar también la calidad asistencial de los
pacientes.
"Potenciando
la formación continuada de los profesionales y mejorando la calidad asistencial
conseguiremos que los pacientes tengan una mejor calidad de vida el mayor
tiempo posible", explica el doctor Francisco Javier Arpa Gutiérrez,
Coordinador de la Comisión de Estudio de Ataxias y Paraplejías Espásticas Degenerativas
(CEAPED) de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Las
investigaciones que están ahora mismo en marcha están tratando de encontrar las
dianas terapéuticas que permitan desarrollar un tratamiento que pueda frenar la
progresión de estas enfermedades. También se están realizando algunas
investigaciones en el terreno de las células madre y en el campo de la terapia
génica.
"En
todo caso, los esfuerzos dedicados al estudio de estas enfermedades son
insuficientes, sobre todo si lo comparamos con los dedicados a otros procesos
neurológicos. Desde la SEN consideramos fundamental impulsar la investigación
básica, traslacional y clínica de estas enfermedades, para lo cual también
vemos muy importante fomentar el desarrollo del registro nacional de pacientes
(REDAPED) e incrementar los recursos asistenciales", destaca Arpa.
En
este sentido, la Federación de Ataxias de España (FEDAES), entidad miembro de
COCEMFE demanda mayor investigación y manifiesta su esperanza en los proyectos
de investigación puestos en marcha, basados en la denominada terapia génica.
"En
esta época de crisis y recortes y ante el manifiesto olvido institucional, los
propios afectados se han convertido en artífices de su propia curación, pues,
junto a sus familias, se han puesto manos a la obra para aportar sus escasos
ahorros y realizar todo tipo de actividades encaminadas a obtener recursos para
financiar proyectos específicos de investigación", señala la presidenta de
FEDAES, Cristina Fernández Amado.
A
día de hoy, este tipo de enfermedades no tienen una cura específica, salvo algunos
casos provocados por deficiencias metabólicas (déficit de vitamina E o B12). No
obstante, muchos de los síntomas y complicaciones asociados pueden ser
tratados.
A
pesar de ello, afortunadamente sí que se puede ayudar a los pacientes a que
tengan una mejor calidad de vida el mayor tiempo posible y, para ello, desde
FEDAES se intenta promover las acciones oportunas en aras de una investigación
eficaz en este campo, un contacto continuo enfermo-investigador y una mejora
continua de la formación de los profesionales y de la calidad asistencial.
TIPOS
MÁS COMUNES DE ATAXIAS
Cerca
del 60 por ciento de los diferentes tipos de ataxia son hereditarios, es decir,
son transmitidos por los progenitores de forma dominante o recesiva, según el
caso. Generalmente las ataxias se generan por una pérdida de función en el
cerebelo, que es el órgano responsable de la coordinación de la fluidez y
precisión de los movimientos, o por una anomalía en las vías que conducen los
impulsos nerviosos desde o hacia él.
Se
conoce la localización cromosómica en menos de 160 tipos familiares, existiendo
numerosos casos esporádicos, en la inmensa mayoría de los cuales no se consigue
una aproximación al posible diagnóstico genético, a pesar de que las técnicas
para el diagnóstico genético han experimentado un extraordinario desarrollo.
Las
ataxias espinocerebelosas, también denominadas SCA, y sobre todo la Ataxia de
Friedreich son, dentro de las ataxias hereditarias, las enfermedades más
conocidas. Pero son enfermedades raras, por lo que, en general, existe un
profundo desconocimiento social de las mismas, lo que condiciona que no se
destinen suficientes medios para su investigación y consecuente desarrollo de
tratamientos.
"Las
ataxias no tienen cura, pero existen muchos síntomas y complicaciones asociadas
que sí que puede ser tratados de manera integrada y multidisciplinaria",
explica el doctor Arpa, quien recuerda que, hoy en día, salvo en el caso de un
número de ataxias metabólicas, no existe ningún fármaco que cure la ataxia ni
que garantice al 100% un enlentecimiento de la enfermedad.
La
sintomatología inicial suele venir dada por la pérdida del equilibrio y
descoordinación en la realización de los movimientos. Lo primeros síntomas
pueden aparecer en cualquier etapa de la vida: en la infancia, durante la
adolescencia, en la edad adulta y también en edades avanzadas.
"Las
ataxias son enfermedades muy graves, neurodegenerativas y altamente
discapacitantes, que van dejando al paciente no ya en silla de ruedas sino atrapado
en su propio cuerpo desde edades muy tempranas en muchos casos, y con total
lucidez, lo que hace que se generen unos enormes sentimientos de impotencia en
los afectados", concluye Fernández Amado.
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