La
obesidad de la madre durante el embarazo supone un factor de riesgo
cardiovascular tanto para ella como para el bebé, según un estudio presentado
esta mañana en el marco del Congreso Europeo de Cardiología que se celebra en
L'Hospitalet. Responsables de la Sociedad Europea de Cardiología han presentado
diversos estudios de carácter europeo que destacan las complicaciones que presenta
la obesidad para madres y bebés.
La
directora de la sección de hemodinámica del Hospital Germans Trias i Pujol,
Fina Mauri, ha recordado que "a pesar de lo que se pueda pensar, las
enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte entre las mujeres
europeas". Según el estudio presentado por Mauri, realizado en el Reino
Unido a partir de los datos recogidos de 19.000 mujeres embarazadas, "las
mujeres con obesidad durante el embarazo tienen un 53 % más de posibilidades de
morir más jóvenes que el resto" y ha subrayado que "la obesidad
durante el embarazo es un factor de riesgo a tener en cuenta".
Las
mujeres obesas durante el embarazo también tienen un 37 % más de riesgo de
padecer un evento cardiovascular mayor, es decir, un infarto o un accidente
cerebrovascular. Mauri ha destacado que "prevenir la obesidad y el
sobrepeso es importante a lo largo de toda la vida de la mujer, pero en el
momento del embarazo lo es todavía más, porque el cuerpo soporta una importante
sobrecarga y porque, además, parte del sobrepeso ganado lo seguirán manteniendo
a lo largo de su vida".
La
especialista ha dicho que "el embarazo es un buen momento para adquirir
buenos hábitos de vida, que se deben mantener posteriormente y transmitir a los
hijos". En el marco del congreso también se ha presentado un estudio
realizado por investigadores daneses que vincula la enfermedad cardiovascular
con un mayor riesgo de aborto. Los resultados del estudio apuntan que los
padres de las mujeres que han sufrido uno o más episodios de aborto espontáneo
o pérdida fetal tienen un riesgo incrementado de sufrir un accidente
cardiovascular; en concreto un 15 % más de probabilidades de sufrir un infarto
agudo de miocardio y un 7 % más de ictus.
El
director de la unidad de cuidados intensivos cardiológicos del Hospital de Sant
Pau, Alessandro Sionis, ha subrayado que "los resultados corroboran la
hipótesis de que las familias en las que hay una carga de enfermedades
cardiovasculares podrían tener una predisposición a los abortos y pérdidas
fetales". Sionis ha apuntado que "este trabajo sugiere que podría
existir un mecanismo común para algunos tipos de abortos espontáneos y pérdidas
fetales; de esta manera las familias en las que existe una predisposición hacia
las enfermedades cardiovasculares podrían tener también un mayor riesgo de
abortos espontáneos".
La
responsable de la unidad de cardiología del Hospital de Sant Pau, María Teresa
Subirana, ha presentado un estudio elaborado por investigadores holandeses, que
abre la puerta a las mujeres con cardiopatía a quedarse embarazadas.
"Hasta ahora no se recomendaba esta posibilidad, pero cada vez hay más
estudios que apuntan que no hay un riesgo igual en todas las gestantes con una
cardiología congénita", ha dicho Subirana.
El
estudio concluye que el embarazo no causa daños permanentes en la función
cardiovascular de la mayoría de mujeres con una cardiopatía congénita, pero
pone de manifiesto la posible aparición de complicaciones cardiovasculares seis
meses después del parto, especialmente entre las que hayan presentado una
complicación cardiovascular durante el embarazo. "La cardiopatía sigue
siendo la primera causa de muerte durante el embarazo de manera que las mujeres
con algún tipo de enfermedad cardiovascular, ya sea congénita o adquirida,
deben recibir un exhaustivo seguimiento que incluya una valoración previa del
riesgo del embarazo", ha dicho Subirana.
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