viernes, 12 de septiembre de 2014

El insomnio afecta al tamaño del cerebro



Filósofos y científicos han divagado desde el comienzo de los tiempos sobre el propósito del sueño. Pero, aunque aún nadie ha dado una respuesta definitiva a esta cuestión, cada vez hay más evidencias que señalan que dormir es imprescindible, en especial para nuestro cerebro.

La última evidencia hallada a este respecto señala que las dificultades con el sueño estarían vinculadas a un aumento del ritmo de disminución del volumen cerebral, informa Tendencias 21.

Los resultados de este estudio, llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Oxford y de la Universidad de Oslo, han aparecido detallados a principios de septiembre en la edición en línea de Neurology, la revista médica que edita la Academia Americana de Neurología (AAN).

Características del estudio

En la presente investigación participaron 147 adultos de entre 20 y 84 años de edad. Los investigadores examinaron en cada caso la relación entre tener dificultades con el sueño (como problemas para conciliarlo o para permanecer dormido durante toda la noche) y el volumen del cerebro.

Para ello, los participantes se sometieron a dos registros, por imágenes de resonancia magnética, de sus cerebros, que distaron temporalmente entre sí una media de 3,5 años. También completaron un cuestionario sobre sus hábitos de sueño.

Un total de un 35% de los voluntarios cumplían los criterios de "mala calidad del sueño", lo que supone un promedio de 8,5 puntos sobre 21 en la evaluación sobre su calidad de sueño, que contemplaba aspectos cómo el tiempo dormidos, el tiempo dedicado a conciliar el sueño de noche, el uso de medicamentos para dormir; y otros factores.

Resultados obtenidos

El estudio encontró que las dificultades para dormir -a lo largo del periodo de tiempo que duró el estudio- estuvieron vinculadas con un descenso más rápido del volumen general del cerebro, en regiones cerebrales incluidas dentro de las áreas frontal, temporal y parietal. Estos resultados fueron más pronunciados en las personas mayores de 60 años.

«Aún no se sabe si la mala calidad del sueño es una causa o una consecuencia de los cambios en la estructura del cerebro», reconoce una de las autoras del estudio, la investigadora de la Universidad de Oxford, Claire E. Sexton, DPhil, en un comunicado de la AAN.

«Hay tratamientos eficaces para los trastornos del sueño, por lo que, en investigaciones futuras, habría que comprobar si la mejora de la calidad del sueño puede reducir la tasa de pérdida de volumen cerebral. Si es así, la mejora de los hábitos de sueño puede ser un medio importante para mejorar la salud del cerebro», concluye Sexton.

Otros efectos nocivos

Además de la posible contribución del insomnio a la reducción del volumen cerebral, se ha descubierto que este trastorno puede provocar síntomas similares a los de la esquizofrenia e, incluso, envenenar el cerebro al favorecer que entren en este sustancias neurotóxicas que normalmente circulan por la sangre, pero no llegan al sistema nervioso central ni dañan las neuronas.

Este efecto se produce porque, debido a la falta de sueño, los vasos sanguíneos de la barrera hematoencefálica (formación densa de células endoteliales entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central) comienzan a degradarse. En consecuencia, algunos elementos pueden cruzar dicha barrera y llegar al tejido cerebral, tal y como ha demostrado un estudio reciente llevado a cabo por científicos de la Universidad Autónoma Metropolitana de México (UAM).

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