En
2012, entre 162 y 324 millones de personas consumieron algún tipo de droga
ilegal. La cifra, equivalente a un porcentaje de la población que oscila entre
el 3,5% y el 7%, acaba de aportarla el último Informe Mundial sobre las Drogas
2014, cuya principal conclusión es que "la prevalencia y el uso de drogas
permanece estable" a escala global. Esa estabilidad no es sinónimo de
buenas noticias, subraya el informe, que se publica coincidiendo con el Día
Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de
Drogas.
Según
sus estimaciones, unas 183.000 personas murieron a causa de las drogas en 2012.
El número es un 13% menor que el arrojado por los últimos registros mundiales,
si bien los autores del informe no atribuyen la reducción a un avance mundial,
sino a "un menor número de muertes registradas en unos pocos países de
Asia".
Por
otro lado, la dependencia de estas sustancias sigue siendo muy elevada
-"entre 16 y 39 millones la sufren"- y "continúa habiendo
lagunas en la provisión de servicios". De hecho, según señala el texto,
"sólo uno de cada seis usuarios de drogas" tienen acceso a
tratamientos específicos para el problema.
En
un comunicado, Yury Fedotov, Director Ejecutivo de la Oficina de Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), responsable del informe, ha
reclamado "un compromiso internacional sólido", que se centre
"en la prevención, el tratamiento y la rehabilitación y la integración
sociales".
Sustancias
El
análisis pormenorizado de la situación global de las sustancias ilícitas ha
señalado que, a escala global, el consumo de cannabis parece haber disminuido.
De cualquier forma, el texto señala que, en algunos países -como EEUU- se ha
producido un incremento en su uso debido a "una menor percepción del
riesgo". En Europa, el informe constata un cambio en las tendencias, con
un aumento del consumo de marihuana en lugar de las formas resinosas del
cannabis. Por otro lado, el análisis destapa además, un aumento en el número de
personas que busca tratamiento para una adicción a esta droga.
En
cuanto a la cocaína, el documento señala una caída en la disponibilidad mundial
de la droga. El uso sigue concentrado en América, Europa y Oceanía, aunque se
ha detectado un "uso emergente" en África y Asia que guarda relación
con un aumento del tráfico ilegal en estas zonas.
Según
Fedotov, los datos también muestran que se ha producido un aumento en la
producción de opio que "representa un paso atrás" en la lucha contra las
drogas. Afganistán,que aporta el 80% de la producción mundial de opio, registró
un incremento del 36% en el área cultiva. También Myanmar ha vivido un
incremento de los cultivos, situándose la producción mundial de heroína en
niveles vistos entre 2008 y 2011.
El
número de personas que consume drogas inyectables es de 12,7 millones, con una
incidencia especialmente alta en el Este y Sureste de Europa. De ellos, se
estima que un 13% se han infectado con el VIH.
En
lo que respecta a los estimulantes similares a las anfetaminas, el informe de
la UNODC señala que ha aumentado el número de laboratorios desmantelados. De
hecho, las incautaciones de metanfetaminas aumentaron en más del doble a nivel
mundial entre 2010 y 2012.
El
de las sustancias psicoactivas es un importante caballo de batalla para quienes
luchan contra las drogas. Según los datos disponibles, Internet sigue siendo un
medio exitoso para el tráfico de estas drogas. Además, la proliferación de
nuevas variantes no registradas como ilegales supone "un auténtico
desafío" para las autoridades.
Sí
ha mejorado, según el documento, el control de los denominados precursores, las
sustancias químicas que son necesarias para la elaboración de distintas drogas.
Entre 2007 y 2012, fueron interceptados el 15% del anhídrido acético utilizado
en la producción de heroína y el 15% del permanganato de potasio, que se emplea
en la producción de cocaína y que habían sido desviados de su uso legal a
ilegal.
Situación
en España
Nuestro
país continúa a la cabeza de la Unión Europea en consumo joven de cocaína y
segundo en consumo adulto. Según datos de la Fundación de Ayuda a la
Drogadicción (FAD), el cannabis sigue siendo la sustancia ilegal más consumida
en nuestro país, seguida de la cocaína y, en tercer lugar, de las drogas de
síntesis.
"También
se ha producido en España cierta estabilización, pero hay que tener en cuenta
que veníamos de cifras muy altas", señala a EL MUNDO Ignacio Calderón,
director de la FAD.
Para
el especialista, lo más preocupante de la situación actual con respecto a las
drogas es "la desaparición de este tema del repertorio de preocupaciones
de los españoles". Según los datos del avance del último barómetro del
CIS, las drogas ya no figuran entre los principales quebraderos de cabeza de
los ciudadanos, cuando hace pocos años "llegaron a ocupar hasta el segundo
puesto", señala Calderón.
"Se
está produciendo una pérdida de tensión con respecto a este tema y las drogas
siguen siendo un problema de gran importancia", subraya.
En
estos años se han paliado algunos problemas -"hay un gran control
sociosanitario" por ejemplo de la heroína-, pero la convivencia con las
drogas "todavía sigue siendo dramática y preocupante".
"Sigue
habiendo un volumen muy importante de personas que consumen drogas y eso tiene
efectos devastadores, no sólo relacionados con la muerte o la enfermedad, sino
con la desestructuración, el fracaso escolar, los accidentes, la violencia, o
la construcción del futuro. Condiciona la vida de una forma terrible",
concluye Calderón.