La
presión arterial elevada en jóvenes de 18 años es una señal de advertencia de
que desarrollarán enfermedad cardiovascular más tarde en la vida y que es el
momento de comenzar la prevención, según concluye un gran estudio nacional de
la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago,
Estados Unidos.
El
trabajo, que se publica este martes en 'Journal of the American Medical
Association', también encontró distintos patrones de presión arterial entre las
edades de 18 y 55 años que muestran a las personas con alto riesgo de
calcificación de las arterias coronarias, un marcador de enfermedad cardiaca,
en la mediana edad. También conocido como endurecimiento de las arterias, estos
depósitos de calcio pueden reducir las arterias coronarias y aumentar el riesgo
de ataque al corazón.
"Esto
demuestra que la presión arterial en la adultez temprana puede afectar al
riesgo de enfermedad cardiaca más adelante en la vida", afirma Norrina
Allen, autora del estudio y profesora asistente de Medicina Preventiva en
Northwestern. "No podemos esperar a llegar a la mediana edad para hacerle
frente. Si podemos evitar antes que su presión arterial aumente, se puede
reducir el riesgo de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares
futuros", aconseja esta experta.
Más
del 33 por ciento de los adultos estadounidenses tienen hipertensión. En la
actualidad, el enfoque clínico es evaluar el riesgo de la presión arterial en
la mediana edad o más y no tener en cuenta la forma en que puede haber cambiado
o aumentado con la edad. El seguimiento a largo plazo de los patrones de la
presión arterial a partir de la edad adulta permitirá determinar con más
precisión los individuos en riesgo de enfermedades del corazón, así como una
prevención más temprana y eficaz, según los científicos.
"Si
vemos a personas de entre 25 y 30 años que caen en uno de estos patrones,
podemos predecir donde estarán más adelante en la mediana edad", señala
Allen. "Entonces, podremos prescribir cambios de estilo de vida tales como
aumento de la actividad física o una dieta mejor, que puede evitar que
desarrollen hipertensión y un mayor riesgo de la enfermedad", agrega.
"En
las personas con presión arterial más alta, la intervención temprana sobre el
estilo de vida y con la medicación, cuando sea necesario, es importante",
subraya el autor principal, Donald Lloyd-Jones, presidente de Medicina
Preventiva en Feinberg y cardiólogo del 'Northwestern Memorial Hospital', en Chicago.
"A pesar de que la presión arterial puede bajar rápidamente con
medicación, el daño al corazón y los vasos sanguíneos que se produce por el
tiempo pasado con la presión arterial elevada tiende a permanecer",
agrega.
El
estudio utilizó datos de 4.681 participantes en el 'Coronary Artery Risk
Development in Young Adults Study' desde 1985-1986 y durante 25 años de
seguimiento. Los participantes (hombres y mujeres blancos y negros) tenían
entre 18 y 25 años de edad al inicio del trabajo y eran de cuatro sitios
urbanos: Chicago, Birmingham, Minneapolis y Oakland.
El
grupo de mayor riesgo tenía la presión arterial elevada a los 18 años, que se
convirtió en presión arterial alta en la mediana edad y eran cuatro veces más
propensos a presentar calcificación de las arterias coronarias. Los grupos con
presión arterial elevada o en aumento presentaron el mayor riesgo de
desarrollar calcificación de las arterias coronarias. El estudio también
encontró los afroamericanos y los fumadores eran más propensos a experimentar
un rápido incremento en la presión arterial durante la mediana edad, lo que les
sitúa en mayor riesgo de enfermedades del corazón.
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