Un
«cambio trascendental» en el tratamiento de la hepatitis C. Así ha catalogado
Jaume Bosch, del Hospital Clinic de Barcelona, a los nuevos fármacos orales que
permiten casi la curación total en la mayoría de los casos de hepatitis C entre
los tres y los seis meses. «El año 2014 pasará como el año en que se dominó la
hepatitis C», asegura Bosch, quien sin embargo cree que será necesario
desarrollar una estrategia nacional, en la que se fijen las condiciones para
detectar a los pacientes que desconocen que están infectados, y también de
formación de toda población y de forma específica de los médicos que manejan la
enfermedad.
La
hepatitis C afecta en España a más de 900.000 personas y cerca del 70% de estas
desconoce que la padece. Esta enfermedad infecciosa es, a día de hoy, la
principal causa de trasplante hepático, de cirrosis y de cáncer de hígado en
nuestro país, lo que la convierte, sin duda, en uno de los principales
problemas a los que tiene que hacer frente nuestro sistema sanitario.
Los
expertos destacan los beneficios que aportan estos nuevos antivirales, que han
demostrado poder curar a más del 90% de los pacientes con hepatitis C y, en
consecuencia, permitirán la reducción de otras patologías hepáticas que se
derivan de la evolución natural de este virus, como son la cirrosis o el cáncer
hepático.
Sin
embargo, a pesar de que son muchas las personas afectadas, el gasto de los
tratamientos actuales para este tipo de hepatitis en las farmacias de los
hospitales supone sólo un dos por ciento del total. La nueva terapia tiene un
coste importante (el tratamiento con uno los principios activos de estas
combinación de fármacos cuesta una media unos 60.000 euros, aunque depende de
la duración), pero según el secretario de la Asociación Española para el
Estudio del Hígado (AEEH), José Luis Calleja, «supone un ahorro a largo plazo».
La
combinación de nuevos antivirales ha sido aprobada el pasado mes de diciembre
en EE.UU. y a finales de enero por la Agencia Europea del Medicamento y ya se
están aplicando en Francia y Alemania, según el secretario de la AEEH, cuyo
congreso se celebra estos días en Madrid.
Curar
la hepatitis
En
concreto, en EE.UU. han sido aprobados dos de los principios activos
-sofosbuvir y simeprevir- (falta por hacerlo daclatasvir), mientras que la
agencia europea ha dado el visto bueno sólo al primero de ellos. Con la
combinación de estos fármacos se dispondrá por primera vez de un tratamiento
que permita curar la hepatitis C, sin la administración de la inyección de
interferón, que produce numerosos efectos secundarios, han advertido los hepatólogos.
La
terapia actual, que salió al mercado en 2011 e hizo incrementar la tasa de
curación del 40 al 70 %, está basada en interferón y hay un porcentaje de
pacientes que no se pueden beneficiar del tratamiento por distintos motivos,
como la mala tolerancia u otras complicaciones, según Calleja, del Hospital
Puerta de Hierro de Madrid. Otra de las ventajas que proporcionan estos nuevos
fármacos es que la mayor parte de ellos se podrán administrar para el
tratamiento de los distintos genotipos del virus de la hepatitis C, algo
inalcanzable hasta el momento. «Estos fármacos van a ser efectivos cuando se
combinen y en esto es en lo que ahora se esta trabajando, en saber cual es la
combinación ideal para cada tipología de paciente, ya que no se trata de
administrar una combinación fija para todos los pacientes por igual, sino que
seguramente se va a adaptar la combinación y el periodo de duración al tipo de
virus que tenga el paciente», destaca Calleja; quien añade que, «estos nuevos
medicamentos nos permitirán tratar con un menor tiempo al paciente, tendrán
menos efectos secundarios, conseguirán una mayor tasa de curación, serán
aplicables a un mayor número de pacientes y, además, valdrán para cualquier
tipología del virus».
Por
ello, los hepatólogos españoles piden que se aceleren los pasos en la negociación
de precios entre Sanidad y los laboratorios para que puedan implantarse en el
país los nuevos fármacos en menos de un año. También haría falta una estrategia
de acceso a estos fármacos, para que se garantice la equidad y se haga de
manera ordenada, pero que no excluya a nadie, aunque hay grupos de riesgo
prioritarios como las personas con VIH que no hayan desarrollado la enfermedad,
máxime teniendo en cuenta que el 30 % de los seropositivos están infectados
además por la hepatitis C y que actualmente es la principal causa de mortalidad
en estos pacientes.
Otro
grupo de pacientes que tendrá que ser tratado de forma prioritaria será el que
tenga la enfermedad avanzada, pacientes que han sido trasplantados de hígado y
que tienen de nuevo infección sobre el hígado trasplantado o con insuficiencia
renal, entre otros. Los resultados del 90 % de curación se han dado en los
ensayos sobre pacientes con la enfermedad en estadios significativos, pero no
en los procesos más avanzados.
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