Los
países de bajos ingresos pueden pronto estar enfrentándose a las mismas
epidemias de obesidad y diabetes que los de mayores ingresos. El aumento de la
propiedad de televisores, automóviles y ordenadores está asociado con mayores
tasas de estas patologías en países de renta baja y media, según concluye un
estudio internacional publicado en 'Canadian Medical Association Journal'.
"Aunque
no encontramos ninguna tendencia entre la propiedad de dispositivos domésticos
y la obesidad o la diabetes en los países de altos ingresos, hubo una relación
fuerte a medida que el nivel de ingresos del país disminuyó", escribe el
autor principal el doctor Scott Lear, Facultad de Ciencias de la Salud, Simon
Fraser Universidad, y de la División de Cardiología, Providence Health Care,
Vancouver, Columbia Británica.
Así,
la asociación fue más prominente en los países de bajos ingresos, de tal manera
que la prevalencia de la obesidad aumentó de 3,4 por ciento para los no
propietarios de dispositivos al 14,5 por ciento para los que tenían tres
aparados. La prevalencia de la diabetes también se incremento: de un 4,7 por
ciento sin dispositivos a un 11,7 por ciento con tres aparatos.
Aunque
los aumentos globales de las tasas de obesidad y diabetes tipo 2 se han
producido en gran medida entre los países de altos ingresos, se espera que
estas tasas se incrementen en los países de bajos y medianos ingresos a medida
que estén más desarrollados e industrializados.
Un
equipo internacional de investigadores analizó los datos de 153.996 adultos en
107.599 hogares de 17 países incluidos en el 'Prospective Urban Rural
Epidemiology Study'. Los participantes procedían de Canadá, Suecia, Emiratos
Árabes Unidos (altos ingresos), Argentina, Brasil, Chile, Malasia, Polonia,
Sudáfrica, Turquía (renta media-alta), China, Colombia, Irán (renta
media-baja), Bangladesh, India, Pakistán y Zimbabwe (bajos ingresos.)
Se
les preguntó a los participantes acerca de su actividad física, tiempo que
estaban sentados y dieta, así como si poseían un televisor, un ordenador, un
automóvil o si padecían diabetes, además de medir su peso y altura. Las
televisiones eran el dispositivo más común entre las propiedades de los
hogares, con un 78 por ciento de los hogares que poseía, al menos, un
televisión, seguido por el 34 por ciento que tenía un ordenador y el 32 por
ciento, un coche.
UN
31 POR CIENTO MENOS DE EJERCICIO
Más
personas en las zonas urbanas de los países de ingresos medios y bajos poseían
dispositivos en comparación con los de las zonas rurales. En los países de
bajos ingresos, tener los tres aparatos se relacionó con una disminución del 31
por ciento en la actividad física, un aumento del 21 por ciento en el
sedentarismo y un incremento de 9 centímetros del tamaño de la cintura en
comparación con los que poseían ninguno de esos dispositivos.
"Aunque
encontramos una asociación positiva significativa entre la posesión de aparatos
de uso doméstico y la obesidad o la diabetes en los países de bajos ingresos,
no hemos podido detectar una relación en los países de altos ingresos. Las
asociaciones en los países de renta media-alta y media-baja estaban en la zona
intermedia entre los países de alto y bajo riesgo", escriben los autores.
Los
científicos de esta investigación sugieren que esto puede deberse a que el
impacto negativo de estos dispositivos sobre la salud ya se ha producido y ya
se refleja en las altas tasas de obesidad y diabetes tipo 2 en los países de
altos ingresos.
"Con
el aumento de las comodidades de hoy en día, televisores, automóviles,
computadoras, los países de ingresos bajos y medios podrían tener las mismas
tasas de obesidad y diabetes que en los países de altos ingresos que son el
resultado de estar demasiado tiempo sentado, realizar menos actividad física y
aumentar del consumo de calorías" , afirma Lear.
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