viernes, 2 de noviembre de 2012

Una nueva loción, enemiga de los piojos



Pican, son molestos, dan mala imagen, imponen un absentismo obligado... Los piojos no entienden de clases sociales ni de fronteras; y sólo en EEUU su coste anual asciende a más de 1.000 millones de euros. En los últimos años, además, empiezan a registrarse resistencias a los tratamientos más habituales, lo que obliga a seguir buscando alternativas terapéuticas más eficaces.

Esta semana, la revista 'The New England Journal of Medicine', presenta una de esas alternativas, la ivermectina, que ya se usa desde hace tiempo por vía oral como tratamiento contra algunos parásitos (como los nemátodos o los que causan la llamada ceguera de los ríos, oncocercosis) y cuando los piojos no responden a ninguno de los tratamientos de primera línea disponibles.

En un trabajo patrocinado por Sanofi Pasteur, el laboratorio fabricante del producto, investigadores de la Universidad de Eastern Virginia (en EEUU) han demostrado que ivermectina aplicada por vía tópica en la cabeza (en una concentración del 0,5%) puede tener una elevada eficacia contra estos molestos 'bichitos'.

Con un solo día de aplicación, casi el 95% de los afectados quedó libre de piojos (frente al 31% del grupo control). La eficacia de esta nueva loción se mantuvo transcurridos 15 días de la primera aplicación (73,8% de eficacia frente al 17,6% de los niños) y sin efectos secundarios destacados.

La loción a base de ivermectina se administra sobre el pelo seco y se retira con agua tibia pasados 10 minutos, una fórmula que garantiza un correcto cumplimiento del tratamiento, como demuestran las elevadas tasas de adherencia en el ensayo.

Aparición de resistencias

Desde los años ochenta, los derivados de los piretroides, sobre todo la permetrina al 1% en crema o loción, son la primera opción cuando aparecen los piojos (tienen una eficacia superior al 95% y baja toxicidad). Sin embargo, los especialistas reconocen que la aparición de resistencias ha obligado a seguir desarrollando tratamientos, como el malatión (de aparición en la década de los noventa, aunque sin datos sobre su seguridad en niños menores de dos años).

Existen también otros insecticidas (como las piretrinas), dispositivos de aire caliente (los piojos mueren a temperaturas superiores a 50-60 ºC) o peines que aplican una pequeña descarga eléctrica al piojo o a las liendres cuando los atrapan entre sus púas; aunque en estos últimos casos existen muy pocas evidencias científicas que avalen su uso.

Como explica a ELMUNDO.es el presidente de la Academia Española de Dermatología, José Carlos Moreno, la ivermectina en pastillas ya se usaba hasta ahora fuera de indicación en casos resistentes o epidemias graves, porque se conocían sus "buenos resultados y pocos o ningún efecto secundario. En este sentido, en un comentario en la misma revista, Oliver Chosidow y Bruno Giraudeau, del Hospital Henri-Mondor de París (Francia) añaden que "una formulación tópica es bienvenida puesto que se espera que produzca menos efectos adversos sistémicos y un mejor cumplimiento que en pastillas", apuntan.

Sin embargo, y a pesar de los buenos resultados presentados, insisten en que hasta que se realice un buen ensayo comparativo entre tratamientos, las lociones de permetrina al 1% deben ser la primera opción. "Si hay casos de resistencias en la comunidad o siguen apareciendo piojos vivos un día después de completar el tratamiento, será necesario cambiar a una terapia con malatión; "ivermectina debe seguir siendo la última opción".

¿Cómo aplicar las lociones?

Como explica la Asociación Española de Pediatría en su página web, cada piojo hembra pone en el cuero cabelludo de seis a 10 liendres al día. Al cabo de ocho o 10 días sale de este huevo un piojo que enseguida empieza a picar (como reacción a la sustancia que segrega al morder). A las dos semanas, este piojo se ha convertido en adulto y comienza a multiplicarse con facilidad.

"En el caso de la permetrina, que es la loción más utilizada, debe aplicarse por la noche, mejor sin lavar el pelo ya que la grasa contribuye a su efectividad", explica el presidente de los dermatólogos españoles. "A la mañana siguiente ya se puede proceder al lavado del cabello; y repetir la misma operación al cabo de siete días, ya que no hay seguridad de que el tratamiento elimine las liendres".

Precisamente porque no todos los insecticidas disponibles son 100% ovicidas (es decir, no matan todos los huevos en distintos estadíos), los Centros de Control de las Enfermedades de EEUU recomiendan en algunos casos la extracción manual (o bien con ayuda de liendreras) de las liendres adheridas a un 1 cm de la base del cabello una vez completado el tratamiento para evitar la reinfectación.

Es importante, añade el doctor Moreno, evitar un uso erróneo e indiscriminado de los productos antipiojos, precisamente para evitar la aparición de resistencias. "No hay que hacer un uso profiláctico, ya que no sirve de nada", apostilla también.

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