lunes, 26 de noviembre de 2012

Cirugía oncológica guiada por un robot



Cuando el paso por el quirófano forma parte del tratamiento oncológico constituye, no sólo un reto para el cirujano, sino también para el paciente. Por ello, resulta imprescindible buscar sistemas menos invasivos y más precisos que los que ofrece la cirugía convencional. «El sistema robótico da Vinci permite hacer una cirugía mínimamente invasiva con menor hemorragia, con una recuperación postoperatoria más rápida y mejor, con menores requerimientos analgésicos con lo cual el alta hospitalaria es más precoz y una reincorporación rápida a la vida diaria. Todo esto supone, además, un menor impacto psicológico sobre el paciente», explica el doctor Ignacio Moncada, jefe del Servicio de Urología del Hospital Sanitas la Zarzuela y jefe del Instituto de Cirugía Robótica de Sanitas Hospitales.

La Unidad de Cuidado y Consejo Oncológico de Sanitas (UCCO), cuenta con este sistema robótico para garantizar el abordaje de numerosos tumores. Su uso se aplica eficazmente en el tratamiento de multitud de tumores «como aquellos que están situados en la cavidad abdominal, que se pueden beneficiar de la cirugía laparoscópica asistida por robot. Tanto los cánceres de riñón, como de vejiga y próstata en Urología, o de útero y ovarios en Ginecología, o de colon y recto en cirugía general pueden ser intervenidos de una forma mucho menos invasiva y eficaz con este sistema», matiza Moncada. También puede beneficiarse, según el experto, de este procedimiento las patologías benignas como «la incontinencia urinaria en la mujer, las alteraciones de la vesícula biliar o incluso las histerectomía por miomas uterinos».

Menos agresivo

Frente a otros procedimiento que se estaban empleando en la actualidad, Moncada aclara que «puesto que la operación es la misma que se realiza con uno u otro procedimiento, las tasas de curación son similares a otros métodos quirúrgicos con unas tasas de éxito muy altas». Sin embargo, el beneficio del sistema Da Vinci se halla, continúa el especialista, «en su menor invasividad y, particularmente, con menos secuelas quirúrgicas. 

Esto es especialmente importante en lo que hace referencia a la incontinencia urinaria y a los problemas de erección tan comunes con la cirugía convencional y con una incidencia mucho menor con el robot». Otra de las ventajas reside en que se puede emplear en casi todos los pacientes. «Siempre que un paciente pueda ser intervenido se puede operar con Da Vinci. 

Hay casos en los que la cirugía es más laboriosa o dificultosa, pero ocurre igual con otras técnicas quirúrgicas.  Obviamente, aquellos individuos con alto riesgo quirúrgico y con contraindicación para la cirugía tampoco pueden ser intervenidos con el Da Vinci», advierte Moncada.

Entre los múltiples avances que se han sucedido el campo de la oncología en los últimos años, «sin duda alguna, el desarrollo y la disponibilidad de este nuevo sistema quirúrgico ha sido un enorme avance en cirugía oncológica y, aunque por el momento no esta disponible en todos los hospitales, acabará siendo la forma común de operar la cirugía oncológica en los próximos años o décadas», concluye Moncada.

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