Tiene
ruedas, pesa unos 45 kilos y se puede llevar en un avión o en una ambulancia.
Un nuevo sistema para transportar los pulmones que van a ser transplantados en
las próximas horas es seguro y eficaz a la hora de evaluar y conservar estos
órganos en las mejores condiciones fuera del cuerpo humano, según los datos
preliminares de un estudio que publica la revista 'The Lancet'.
El
principal problema del trasplante de pulmón es la dificultad para conservar en
buenas condiciones los pulmones desde que son extraidos del donante hasta que
son implantados en el receptor. De hecho, aunque España es líder en
trasplantes, la proporción de pulmones viables para esta intervención sigue
siendo muy baja. En la actualidad, lo que se hace es enfriarlos para que el
tiempo de isquemia, es decir, el tiempo que pasan los pulmones sin circulación
impacte poco en los tejidos.
El
nuevo mecanismo, denominado sistema de perfusión ex vivo pulmonar portátil
(PEPP), en lugar de reducir su temperatura la mantiene a 37 grados. Al mismo
tiempo en este dispositivo se ventilan los pulmones y, mediante una bomba, se
les infiltra una solución de glóbulos rojos y otras sustancias para evitar su
deterioro. Las condiciones que se crean son similares a las que tendría en el
cuerpo humano.
Esta
máquina portátil podría compararse con una incubadora. De la misma forma que
estos aparatos mantienen a los recién nacidos en unas condiciones de humedad y
temperatura determinadas y, a través de un panel de control, se puede evaluar
que todo va bien, el PEPP hace algo parecido con los pulmones y además da
información a los médicos de cómo se encuentran esos pulmones.
Hace
dos años, el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid realizaba el
primer trasplante con la técnica 'XVIVO' que se basa en el mismo concepto salvo
que en aquella ocasión el aparataje era estático, estaba dentro del quirófano,
y mucho más grande del que se desarrolló un año después. El nuevo sistema
portátil permite, además de tratar o mejorar los órganos a trasplantar, poder
llevarlo al hospital donde se encuentra el donante para que una vez extraidos
los pulmones no dejen de recibir ventilación y mantengan su temperatura.
Ahora,
Andrés Varela y Javier Moradiellos, del centro madrileño, junto con el Hanover
Medical School en Alemania, ha realizado un estudio para evaluar la eficacia y
seguridad de este dispositivo. Se trata de un estudio piloto, observacional y
pionero en el mundo, en el que han participado 12 pacientes fueron sometidos a
un trasplante bilateral y que antes de la intervención esos pulmones fueron
preservados con el sistema PEPP.
A
los 30 días del trasplante, todos los pacientes respiraban sin la ayuda de
ventilación mecánica y todos se recuperaron y recibieron el alta hospitalaria.
"Aunque
se trata de una prueba de concepto, este sistema ha funcionado muy bien, ya que
algunos de los participantes estaba en una situación muy crítica, sobre todo
los del equipo alemán. Uno de nuestros casos era un donante de Canarias y los
pulmones estuvieron más de 10 horas en este dispositivo. Es el mayor tiempo
conseguido hasta ahora y abre la puerta a poder plantear donaciones de este
tipo entre países", explica Javier Moradiellos, del Servicio de Cirugía
Torácica del Hospital Universitario Puerta de Hierro.
Evaluar
y tratar los pulmones
Aunque
su coste todavía no está establecido, se estima que su precio está ahora en
torno a los miles de euros. "La hipótesis es que si los pulmones van
mejor, utilizar esta cámara podría suponer un ahorro, ya que una cama de UCI
cuesta unos 800-1000 euros al día. Si el paciente va bien, está una semana pero
si no evoluciona bien puede estar un mes, con lo que reducir tiempo de estancia
en esta unidad supone un gran ahorro", señala este especialista.
Por
otro lado, Moradiellos apunta las otras ventajas de este sistema. "No sólo
mantiene los pulmones en buenas condiciones sino que también los evalúa antes
de implantarlos. Nos dice si son aptos para el trasplante. Si un estudio grande
confirma su eficacia, esta máquina se podría utilizar antes de la cirugía. No
me cabe duda que esto es el futuro, no sólo del trasplante de pulmón sino para
el resto de órganos", afirma.
Sin
olvidar que además esta incubadora puede funcionar cómo una puesta a punto del
pulmón. "Antes de implantarlos, los órganos pueden recibir un tratamiento
antibiótico a grandes dosis durante varias horas, terapia génica o
inmunomodulación. Se pueden recuperar algunos pulmones dañados por edema, algo
que actualmente los invalida para trasplante", enumera Moradiellos.
En
un editorial que acompaña al estudio, José Borro, del departamento de Cirugía
Torácica y Trasplante Pulmonar del Hospital Universitario A Coruna, señala que
"el desarrollo de la perfusión pulmonar ex vivo podría afectar varios
aspectos del trasplante en los próximos años y ser uno de los más importante
avances de las pasadas dos décadas".
No
obstante, Borro matiza que los datos de este estudio hay que tomarlos con
cautela. "No hay estudios previos sobre este dispositivo, el método
utilizado por ambos centros no fue uniforme y no se utilizó grupo control [...]
A pesar de estas limitaciones, la movilidad de este sistema ciertamente aporta
una reducción del tiempo de isquemia y nos permite monitorizar el proceso, y la
portabilidad del dispositivo seguramente abrirá nuevas avenidas para el
desarrollo de la perfusión ex vivo".
Precisamente,
para solventar esas debilidades ya está en marcha otro estudio, que se llamará
ensayo INSPIRE. En él participarán hospitales de Europa y Estados Unidos,
incluido el centro de Puerta de Hierro, y se pretende reclutar a 270 pacientes,
la mitad recibirá pulmones tratados con este sistema y el resto, pulmones
conservados con el método clásico. "Los pacientes serán seguidos durante
dos años y evaluaremos los resultados para ver qué sistema funciona
mejor", señala Moradiellos.
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