jueves, 2 de enero de 2014

Libros, juguetes y cunas son el refugio de las bacterias durante horas



Libros, juguetes o incluso una cuna pueden ser el refugio durante horas de algunas bacterias, como el «Streptococus pneumoniae», un patógeno causante de graves infecciones del tracto respiratorio.

A pesar de que muchos estudios han concluido que dos de las bacterias comunes que causan los resfriados, infecciones del oído, amigdalitis e infecciones más graves, no pueden vivir mucho tiempo fuera del cuerpo humano, la investigación realizada en la University at Buffalo, en EE.UU., y que se publica en la revista «Infection and Immunity», ha encontrado que tanto el «Streptococcus pneumoniae» como el «Streptococcus pyogenes» persisten en la superficie de objetos inanimados mucho más tiempo de lo que pensaba. Los hallazgos sugieren que se deben tomar precauciones adicionales para prevenir las infecciones, especialmente en entornos como escuelas, guarderías y hospitales.

«Estos resultados nos sugieren que hay que ser más cautos sobre las bacterias de nuestro medio ambiente, ya que suponen un cambio importante en nuestra idea sobre cómo se propagan estas bacterias en particular», asegura el autor principal, Anders Hakansson. En su opinión, este es el «primer estudio que ha analizado si dichas bacterias pueden sobrevivir en varias superficies, incluyendo las manos, y, potencialmente, propagarse entre personas».

«S.pneumoniae» es la causa principal de infecciones del oído en los niños y provoca importante morbilidad y mortalidad por infecciones de las vías respiratorias en niños y ancianos. Su presencia es muy común en guarderías y es una causa común de infecciones hospitalarias. Además, añade Hakansson, en los países en desarrollo, donde escasea agua potable, la alimentación y los antibióticos comunes, la bacteria a menudo conduce a la neumonía y sepsis, matando a un millón de niños cada año.

El «S.pyogenes» es la causa más común de faringitis estreptocócica e infecciones de la piel en niños en edad escolar, pero también puede causar infecciones graves en los adultos.

Los investigadores analizaron la presencia de estas bacterias en una guardería infantil: para su sorpresa vieron que cuatro de cada cinco juguetes de peluche dieron positivo para el «S. pneumonaie» y que distintas superficies, como cunas, dieron positivo para «S. pyogenes», incluso después de haber sido limpiadas. Además, el análisis se llevó a cabo justo antes de la apertura del centro por la mañana, por lo que había estado muchas horas desde el último contacto humano.

«La colonización bacteriana no constituye, por sí misma, causa de una infección, pero es un primer paso necesario para que se produzca una infección en un huésped humano», explica Hakansson, que recuerda que los niños, los ancianos y otras personas con sistemas inmunes comprometidos son «especialmente vulnerables a estas infecciones».

Bacterias planctónicas

La mayoría de los estudios diseñado para comprobar la capacidad de supevivencia de las bacterias en objetos inanimados han utilizado cultivos de laboratorio, que reciben el nombre de cultivo de bacterias planctónicas, y que hasta ahora han mostrado que las bacterias se mueren rápidamente. «Pero sabíamos que esta forma de bacterias no representan la forma en la que crecen realmente las bacterias -dice Hakansson- . Y desde que descubrimos que las biopelículas son fundamentales para la patogénesis de «S.pneumonaie», quisimos averiguar si las bacterias del biofilm podían sobrevivir fuera del cuerpo».

Sus experimentos encontraron que biofilm de«S.pneumoniae» y «S.pyogenes» de superficies contaminadas fueron capaces de colonizar(infectar) ratones fácilmente, y que las biopelículas sobrevivieron durante horas en las manos de una persona y en los libros y juguetes y superficies duras y blandas en un centro de cuidado infantil, en algunos casos, incluso después de haber sido limpiados.

En todos estos casos, explica el investigador, «se encontró que estos patógenos pueden sobrevivir durante largos periodos de tiempo fuera de un huésped humano». Sin embargo, apunta, «la literatura científica sostiene que sólo se puede llegar a ser infectado por la inhalación de gotitas infectadas expulsadas por la tos o los estornudos de las personas infectadas».

Lo que este trabajo muestra es que los objetos contaminados con estas bacterias del biofilm pueden actuar como reservorios de bacterias durante horas, semanas o meses, «extendiendo posibles infecciones a las personas que entran en contacto con ellos», concluye Hakansson que advierte que se debe hacer más investigación para entender en qué circunstancias este tipo de contacto puede llegar a infectar a las persona.

«Si resulta que este tipo de difusión es fundamental, entonces los mismos protocolos que ahora se utilizan para prevenir la propagación de otras bacterias, como las bacterias y los virus intestinales, que no persisten en las superficies, tendrán que ser implementado especialmente para las personas que trabajan con niños y en los entornos de atención sanitaria», concluye.

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