El
consumo excesivo de vodka sigue siendo una de las principales causas de la alta
mortalidad entre los hombres jóvenes en Rusia, pese a las nuevas leyes que
limitan el consumo, según confirma un estudio internacional a gran escala
presentado en la revista especializada The Lancet.
Actualmente,
la mortalidad entre los hombres menores de 55 años es de en torno al 25 por
ciento en Rusia, frente al 7 por ciento de Reino Unido, por ejemplo, y uno de
los motivos es el alto consumo de vodka.
De
poco ha servido el encarecimiento del vodka o la prohibición de venderlo por la
noche, señala el estudio en que los científicos han investigado el
comportamiento a la hora de beber de 151.000 rusos.
En
el periodo de diez años, de ese grupo investigado, murieron unas 8.000
personas. Los hombres de entre 35 y 54 años que beben más de litro y medio de
vodka por semana y además fuman tienen según el estudio un riesgo de mortalidad
de en torno al 35 por ciento. La tasa se reduce a medida que disminuye la
cantidad de alcohol consumida.
La
relación entre la alta mortalidad en Rusia y el alcohol está probada
científicamente desde hace tiempo: más de la mitad de las muertes de rusos de
entre 15 y 54 años se deben al consumo excesivo de alcohol, según determinaron
los investigadores en un estudio publicado en la misma revista en el año 2009.
El
alcohol multiplica en más de cinco la tasa de mortalidad en hombres de ese
grupo de edad respecto a los niveles de Europa occidental y en el caso de las
mujeres, en más de tres.
La
esperanza de vida media de los hombres en Rusia es sólo de 64 años, una de las
más bajas del mundo. Según el estudio, las muertes entre los consumidores de
vodka se deben sobre todo a intoxicación con alcochol, accidentes, violencia y
suicidios, pero también a enfermedades derivadas del mismo como cáncer de
hígado o problemas en los pulmones.
El
director del estudio, David Zaridse, del centro ruso de investigación contra el
cáncer en Moscú, destacó que los controles introducidos al consumo de alcohol
en 2006 han tenido efectos positivos y recordó que la política restrictiva
introducida en los años 80 por el entonces presidente Mijail Gorbachov redujo
el consumo en un 25 por ciento, y con ello, la mortalidad.
Sin
embargo, tras la caída del comunismo los rusos volvieron a consumir mucho más,
lo que volvió a aumentar la cifra de muertes sobre todo bajo la presidencia de
Boris Yeltsin.
El
gobierno ruso ha puesto en marcha también leyes restrictivas al consumo de
tabaco y ha prohibido la publicidad de sustancias adictivas. Pero el fuerte
lobby que defiende el consumo dificulta esta lucha, señalaron los expertos.
El
experto alemán Jürgen Rehm del canadiense Center for Addiction and Mental
Health (centro de adicciones y salud mental) en Toronto señala que la cantidad
de alcohol medio consumido por los rusos no basta para explicar la alta tasa de
muertes, sino también la forma en que se consume, con borracheras muy fuertes.
Por eso considera necesaria una política efectiva antitabaco y antialcohol en
el país.
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