Se
acabó. La obesidad no es saludable; no hay obesos sanos y no protege frente a
la diabetes. Esta es la conclusión de una investigación que se publica en «The
New England Journal of Medicine» (NEJM) y que parece acabar con la «paradoja de
la obesidad». En concreto, las conclusiones del estudio realizado en la Escuela
de Salud Pública de la Universidad de Harvard dicen: «tener sobrepeso u
obesidad no supone una mejora de la supervivencia entre los pacientes con
diabetes tipo 2». Con este trabajo se refutan investigaciones previas que había
sugerido que para las personas con diabetes, el sobrepeso o la obesidad, podría
estar relacionado con una menor mortalidad en comparación con personas de peso
normal.
«Estos
datos disipan la noción de que el sobrepeso o la obesidad confieren cierta
ventaja en la supervivencia entre los pacientes diabéticos», señaló Frank Hu,
autor principal del estudio. «El control del peso es una estrategia terapéutica
importante para las personas con sobrepeso u obesos con diabetes tipo 2», añadió.
Para
dilucidar si la obesidad era o no saludable los investigadores analizaron los
datos de 8.970 mujeres que participan en el estudio Brigham and Health Study
(NHS) y a 2.457 varones del Health Professionals Follow up Study con diabetes
tipo 2. Se calculó el índice de masa corporal de los participantes (IMC ) poco
antes del diagnóstico de la diabetes y se excluyeron del estudio aquellos
participantes con antecedentes de diabetes al inicio del estudio o de
enfermedades cardiovasculares; también se excluyeron los participantes con bajo
peso. Los participantes fueron seguidos durante un máximo de 36 años (NHS) y 26
años (HPFS ). Se registraron un total de 3.083 muertes.
Y
los resultados mostraron una asociación entre el IMC en el momento del diagnóstico
de la diabetes y el riesgo de muerte por todas las causas. Así, los
investigadores vieron que el menor riesgo de muerte se observaba en las
personas con peso normal y que, en contra de lo sugerido por anteriores
estudios, no había una menor mortalidad entre los participantes con sobrepeso u
obesidad. «Es decir, no había ningún beneficio en el hecho de tener sobrepeso o
ser obeso». Más aun, hubo una relación dosis-respuesta entre el IMC y la
mortalidad entre aquellas personas que nunca habían fumado, de tal manera que
un IMC más alto justo antes del diagnóstico de la diabetes se asociaba con un
mayor riesgo de muerte.
Esta
claro, afirman los investigadores, que los resultados contradicen estudios
previos que habían mostrado un riesgo más bajo de muerte para los pacientes con
enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, y el exceso de adiposidad. Los
autores citan varias limitaciones de dichos estudios: el pequeño tamaño de las
muestras, la medición del IMC años después del diagnóstico de la diabetes y la
insuficiencia de evaluar adecuadamente los sesgos de fumar y las enfermedades
crónicas no diagnosticadas, que a menudo conducen a la pérdida de peso.
«En
la mayoría de los estudios sobre el IMC y la mortalidad, el grupo considerado
como ‘peso normal’ está compuesto no solo por aquellos que están delgados y
sano, sino también por fumadores y por personas con enfermedades existentes o
no diagnosticados», señala Deirdre Tobias, autor principal del artículo. Así,
esto puede «sesgar la relación entre el peso y la mortalidad» y como resultado,
«las personas con un IMC más elevado podrían haber mejorado artificialmente las
tasas de supervivencia». Nosotros, concluye, hemos sido muy cuidadosos con
muchos de estos y hemos visto que el «exceso de peso en las personas con
diabetes no es ventajoso para su supervivencia».
Ref:
Haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario