El
origen del café se suele situar en la actual Etiopía, en el mismo lugar por el
que pasearon primates como Ardi o Lucy, los primeros seres que se pueden
empezar a considerar humanos. Desde esa cuna egregia, el elixir comenzó a
conquistar el mundo a través de los pueblos árabes. Allí, se cuenta que los
monjes sufíes comenzaron a emplear la bebida para mantenerse despiertos hasta
los rezos de media noche. Y a Mahoma, el profeta, se le atribuye, en unas
declaraciones difíciles de contrastar, haber proclamado que bajo la vigorizante
influencia del café era capaz de derribar a 40 hombres de su caballo y poseer a
40 mujeres.
Algunos
historiadores cuentan que su llegada a Europa, a partir del siglo XVII, otorgó
capacidades aún más transformadoras que las de derribar jinetes o lograr
proezas sexuales improbables. La sustitución de bebidas alcohólicas como la
cerveza o el vino por café pudo ser un acicate intelectual que en último
término desembocó en movimientos como la Revolución Francesa.
Las
cualidades del café y la cafeína se conocen desde hace tiempo, pero no hace
tanto que es posible extraer sus poderes, concentrarlos y dirigirlos para tratar
enfermedades con eficacia. Es lo que está tratando de hacer la empresa catalana
Palo Biofarma. Julio Castro, director de la compañía, cuenta que su equipo ya
tenía experiencia en la búsqueda de fármacos que aprovechasen los efectos de la
cafeína sobre los receptores de adenosina. Sin embargo, su método era en
principio de ensayo y error, porque no sabían cómo encajaban exactamente las
moléculas de cafeína y los receptores a los que se acoplan para provocar su
efecto. Eso cambió en 2006. El mismo año que se fundó Palo Biofarma, la
tecnología de rayos X permitió conocer con precisión cómo se producía esa
unión.
Ver
en la oscuridad
"Eso
fue como empezar a ver donde antes habíamos sido ciegos", recuerda Castro.
Hasta ese momento, su objetivo había sido tratar de diseñar compuestos que
lograsen engarzarse solo con uno de los tipos de receptores con los que
interacciona la cafeína. Con fármacos tan selectivos, sería posible lograr, a
partir del café, un efecto sobre el alzheimer sin necesidad de tener también
los efectos diuréticos o un diurético sin que tenga efectos sobre el sistema
nervioso central.
"Con
el conocimiento de la estructura cristalina vimos que el modelo que
utilizábamos para ver cómo se unían las moléculas era diferente del real, y a
partir de ahí comenzamos a sintetizar compuestos para distintas
enfermedades", afirma Castro. Desde entonces, ya han logrado desarrollar
dos moléculas que han superado la primera fase de los ensayos clínicos, la que
comprueba que se puede emplear con seguridad, y cuentan con financiación para
avanzar en la segunda fase, la que comienza a probar su eficacia. Una de ellas
va dirigida a los receptores del cerebro, y servirá, si finalmente completa
todo el proceso, para tratar el párkinson. La segunda se enfoca en los del
pulmón y trataría el asma.
El
objetivo de Palo Biofarma es desarrollar los dos compuestos hasta un punto en
el que una farmacéutica se interese por llevarlos hasta la tercera fase de
ensayos clínicos y finalmente a los pacientes. Entretanto, la compañía sigue
trabajando para desarrollar otros fármacos que aprovechen las cualidades de la
cafeína. Ahora, los receptores en los que se centrarían son los del cerebro y
una de las enfermedades que están en su punto de mira es la esquizofrenia.
"Hay drogas para el tratamiento de la esquizofrenia que se enfocan en el
desequilibrio de adenosina", señala Castro. Modulando el equilibrio entre
la dopamina y la adenosina lograrían tratar esta enfermedad mental. En este
campo, el director de Palo Biofarma reconoce que tienen más competencia, pero
cree que la experiencia adquirida con los otros dos fármacos les permitirá ser
competitivo. Entretanto, siguen buscando dianas sobre las que dirigir fármacos
para seguir aprovechando las cualidades ocultas del café. El potencial de la
bebida que nació en el mismo lugar que la humanidad parece que aún tiene mucho
que ofrecer.
Ref:
Haz click aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario