El
caso de la muerte de tres miembros de una misma familia en Sevilla se mantiene
bajo secreto de sumario. Poco se sabe aparte de que los padres (de 50 y 61
años) y una de las dos hijas (de 14 años) murieron el sábado pasado tras un
cuadro de intoxicación alimentaria que acabó con sus vidas en apenas unas horas
y mantiene ingresada a la segunda de las niñas, de 13 años. En un principio se
hablaba de comida caducada o de algún elemento químico contenido en alguno de
los alimentos que ingirieron en la cena del viernes, cuando empezaron los
síntomas (diarreas, náuseas y vómitos). Pero, de momento, todo son hipótesis y
especulaciones. Aún se esperan los resultados de las autopsias.
¿Qué
tipo de alimentos podrían causar una reacción tan grave y tan inminente? Como
explica María Casadevall, de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas
(AEDN), "aquellos que tienen una bacteria concreta, Clostridium botulinum,
capaz de fabricar una toxina que puede causar la muerte de personas en pocas
horas". Cabe señalar, agrega, que esta bacteria "sólo puede crecer en
condiciones muy concretas, asociadas a latas de conservas industriales
(golpeadas, perforadas...), conservas o embutido de fabricación doméstica".
Basta con que entre oxígeno para que se produzca el crecimiento de la bacteria.
"Existe más riesgo de que ocurra en casa, por eso hay que ser muy
estrictos con las conservas domésticas". Primero, calentar el recipiente a
100 grados durante unos 15 minutos. Después, introducir el alimento, cerrarlo
muy bien y calentarlo al baño maría otros 15 minutos, al menos".
En
este tipo de intoxicación "aparecen náuseas, vómitos, cansancio, vértigo y
acabaría provocando una parálisis respiratoria que terminaría con la muerte del
individuo", señala Casadevall. "Esta toxina disminuye la capacidad
ventilatoria con mucha rapidez y afecta al sistema simpático y
parasimpático".
Podría
haber sido el caso de la familia de Sevilla. Pero también podría haber sido
salmonelosis o el exceso de algún aditivo añadido de forma accidental en algún
alimento. En cuanto a las fechas de caducidad, subraya la experta, "sólo
son un concepto de calidad alimentaria y nivel nutritivo, pero no marcan un
daño así, tan grave y tan rápido".
Lo
cierto, asegura Casadevall, es que, aunque las intoxicaciones alimentarias con
cuadros leves (náuseas, vómitos, cefaleas) son relativamente frecuentes (unas
8.000 al año -unas 5.000 por salmonella-), "las muertes por intoxicación
alimentaria son excepcionales".
Otro
de los alimentos que pueden desencadenar esta situación tan inmediata son las
setas. "Una intoxicación con setas venenosas puede producir la muerte en
pocas horas", agrega la especialista.
Además
de la bacteria Clostridium botulinum, "hay otras que también pueden causar
la muerte. Se encuentran, sobre todo, en la carne y el pescado crudo. El
consumo de estos alimentos sin cocinar aumenta, por lo tanto, el riesgo de
intoxicación alimentaria grave", argumenta Casadevall.
No
obstante, el efecto siempre depende del estado de salud del consumidor.
"Hay perfiles que tienen más riesgo, como los niños, las embarazadas, las
personas mayores y los individuos con el sistema inmune deprimido".
Mucho
se está especulando sobre el nivel soioeconómico de la familia de Sevilla y
sobre sus posibilidades de acceso a la comida. Aunque aún no hay información
clara al respecto, una cosa sí remarca la especialista y es que "si una
persona no se alimenta correctamente, su sistema inmunitario estará en malas
condiciones y opone menor resistencia a los microorganismos que puedan causar
intoxicación".
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