¿Cirugía
o tratamiento más conservador? Pasarán los años y se harán muchos estudios pero
todavía hoy día los expertos no se ponen de acuerdo sobre qué opción es la
mejor para tratar el dolor producido por una hernia de disco. De momento, y según
un riguroso estudio que se publica en la revista «Spine», parece que a largo
plazo es mejor la terapia más agresiva, como la cirugía. El estudio SPORT,
después de analizar a 1.244 pacientes durante 8 años concluye que, al menos en
aquellos pacientes con hernias discales lumbares, es la cirugía la que obtiene
un mayor mejora a largo plazo en parámetros como el dolor, la funcionalidad y
la discapacidad.
Sin
embargo el estudio incide en un aspecto fundamental: la selección cuidadosa de
los pacientes. «Los pacientes cuidadosamente seleccionados que se sometieron a
cirugía para una hernia de disco lumbar obtienen una mayor mejoría que los
pacientes tratados de forma conservadora», según el autor principal, Jon D.
Lurie de Dartmouth, del Hitchcock Medical Center, en Estados Unidos. Los
resultados, asegura, se suman a la evidencia que sugieren que el tratamiento
quirúrgico es eficaz en la hernia discal, aunque también muestran que el no
quirúrgico puede proporcionar beneficios a largo plazo en algunos pacientes.
Los
investigadores analizaron los datos del estudio SPORT, uno de los mayores
ensayos clínicos sobre la cirugía para los trastornos de la columna vertebral.
En el ensayo, los pacientes que cumplían los criterios estrictos de hernia
discal lumbar se sometieron a una cirugía o un tratamiento no quirúrgico más
conservador. Los pacientes con hernia discal experimentan dolor de espalda,
dolor de la pierna (ciática) y otros síntomas causados por la presión sobre las
raíces nerviosas de la columna.
El
análisis incluyó a 1.244 pacientes tratados en 13 centros Estados Unidos. Cerca
de 500 pacientes fueron asignados al azar a ser sometidos a cirugía (un
procedimiento llamado discectomía) o tratamiento no quirúrgico, aunque a
algunos pacientes se les permitió cambiarse de tratamiento. El resto de los
pacientes optaron por un tratamiento u otro tras deliberar con sus médicos. Los
resultados del SPORT son similares a los obtenidos por otros estudios que
mostraban que la cirugía ofrece mejores resultados a largo plazo.
Intención
de tratar
Los
resultados mostraron que en las puntuaciones de dolor, en una escala de dolor
de 100 puntos, los pacientes sometidos a cirugía promediaron 11 puntos menos.
También otros parámetros, como la funcionalidad o la discapacidad fueron
mejores en los tratados con cirugía, la satisfacción del paciente y la
autopercepción del dolor.
Pero,
advierte el autor del trabajo, aunque la cirugía lograba mejores resultados,
muchos pacientes que no se sometieron a cirugía también experimentaron una
mejoría significativa. De hecho, después de ocho años cerca de un tercio de los
pacientes que estaban clínicamente indicados para ser tratados con cirugía habían
optado por un tratamiento más conservador.
Para
el investigador principal del estudio, James N. Weinstein los resutados son
importantes porque muestran la importancia que tiene el proceso de decisión: «Cada
paciente del estudio pasó por un proceso de toma de decisiones compartida que
analizaba de forma objetiva los riesgos y beneficios de las opciones de
tratamiento. Esto les permitió hacer una elección informada, de acuerdo con sus
propios valores. Así, alrededor de un tercio de estos pacientes siguen
satisfechos con su decisión debido, en gran parte debido, a ser participantes
activos en el proceso inicial de toma de decisiones», señala Weinstein.
La
cirugía de disco es una de las intervenciones más comunes realizadas y aunque
estudios anteriores han sugerido que ofrece un rápido alivio del dolor y una
mejor recuperación, sin embargo ha sido difícil determinar sus verdaderos
efectos. Los resultados a largo plazo de este estudio parecen confirmar
definitivamente sus beneficios. Lurie señala que los beneficios máximos se
alcanzan a los seis meses de la cirugía y persisten a lo largo de ocho años.
La
degeneración discal consiste en el desgaste del disco intervertebral que separa
las vértebras. A partir de los 30 ó 40 años todos los humanos presentamos
signos de degeneración discal, y hasta hace poco se consideraba como una
enfermedad que causaba dolor de espalda crónico y por la que en muchos casos se
colocaba una prótesis de disco intervertebral o se fijaban las vértebras. Sin
embargo, en los últimos años se ha planteado que la degeneración discal podría
no ser una enfermedad, sino sólo parte del proceso normal de envejecimiento.
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