Seguro
que está cansado de escuchar de boca de su médico o de algún amigo que modere
su ingesta de sal para preservar su salud. Además de alejar el salero de su
mesa y tener cuidado con los alimentos procesados que ingiere, debería vigilar
los fármacos que habitualmente toma porque algunos de ellos pueden tener un
contenido elevado de sodio.
La
Organización Mundial de la Salud y diferentes sociedades médicas recomiendan no
superar la ingesta de 2 gramos diarios de sodio, pero la mayoría de la
población supera esta cifra. Diferentes estudios muestran que reducir el
consumo de sal a las cantidades aconsejadas podría prevenir 11 millones de
casos de hipertensión, ahorrar 18.000 millones de dólares al sistema sanitario
y ganar 312.000 años de vida, tan sólo en EEUU.
No
sólo los estadounidenses toman más sal de la cuenta, según la Agencia Española
de Seguridad Alimentaria el 80% de los españoles ingiere más sal de la
recomendada, con una media de 9,9 gramos de sal al día, el doble de lo
saludable.
El
exceso de sodio en personas sanas daña la función endotelial, produce
relajación del ventrículo izquierdo y repolarización cardiaca. Por otro lado,
investigaciones han estimado que una reducción de sal de 3 gramos diarios (1,2
g de sodio al día) podría prevenir 30.000 episodios cardiovasculares. Sin
embargo, algunas formulaciones de medicamentos solubles y efervescentes pueden
contener cantidades de sodio que, sumado al que se ingiere con la comida,
superen las recomendaciones médicas.
Para
evaluar el riesgo que suponen estos medicamentos, un equipo liderado por el
doctor Jacob George, de la Universidad de Dundee, comparó los episodios
cardiovasculares ocurridos en pacientes que tomaban pastillas efervescentes o
solubles que contenían sodio con aquellos que recibían el mismo medicamento
pero en una formulación sin sodio entre 1987 y 2010. Entre los medicamentos
identificados por los investigadores estaban el paracetamol soluble, tabletas
efervescentes de calcio y de zinc, ibuprofeno soluble y metoclopramida (el
popular Primperan) con aspirina efervescente.
Alrededor
de 1,2 millones de pacientes en el Reino Unido fueron vigilados durante siete
años, tiempo durante el que se produjeron 61.000 episodios cardiovasculares.
"El
consumo medio de sodio procedente solamente de los fármacos fue de 106,8
nmol/día. Esta cantidad es mayor de lo que se recomienda para la ingesta a
través de la dieta y que es de 104 nmol/día", explican los autores en su
estudio.
Lo
que se comprobó al analizar los datos fue que los pacientes que tomaron las
formulaciones con sodio tenían un riesgo un 16% mayor de sufrir un infarto de
miocardio, ictus o muerte por estos trastornos. Además, fueron siete veces más
propensos a desarrollar hipertensión y la tasa de mortalidad global fue un 28%
mayor en este grupo.
"Creemos
que estos resultados son potencialmente importantes para la salud pública. El
contenido de sodio en los medicamentos parece ser un tema importante que
necesita ser tratado por las agencias reguladoras. Como mínimo, el público
debería ser advertido sobre los riesgos potenciales de una alta ingesta de
sodio a través de los medicamentos prescritos, y estos deberían claramente
detallar en su etiquetado el contenido de sodio al igual que lo hacen los
productos alimenticios [...] Nuestro estudio sugiere que los médicos deberían
recetar formulaciones con sodio con precaución y sólo si hay razones
suficientes para ello. Aquellas tabletas efervescentes o solubles deberían
evitarse en pacientes con riesgo de hipertensión", afirman los
investigadores.
En
este sentido, Domingo Orozco, vicepresidente de la Sociedad Española de
Medicina de Familia y Comunitaria (semfyc), señala que aunque los médicos suelen
ser conscientes de que ciertas formulaciones, sobre todo las efervescentes,
contienen niveles altos de sodio "los datos de este estudio son
interesantes porque pueden conseguir que, a partir de ahora, se informe mejor a
los pacientes. Además, muchos de ellos pueden adquirir medicamentos sin receta
en las farmacias y no conocen su contenido en sodio".
Especial
cuidado hay que tener con algunos medicamentos para el catarro, advierte
Orozco, pues muchos de ellos al ser efervescentes tienen niveles altos de
sodio. "También ocurre con algunas vitaminas o suplementos de calcio. Es
bueno que se publiquen evidencias de este tipo para concienciar más sobre este
problema", concluye.
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