martes, 4 de junio de 2013

Investigadores españoles, más cerca de un test sanguíneo para el alzhéimer



Investigadores españoles parecen haber dado un paso para encontrar una prueba de sangre que sirva para diagnosticar precozmente la enfermedad de Alzhéimer. Los investigadores, cuyo trabajo se publica en The Journal of Alzheimer's Disease, han identificado unos péptidos, presentes en la sangre, que están vinculados a esta enfermedad.

El sueño de identificar y diagnosticar el alzhéimer no es nuevo. Los investigadores buscan proteínas, péptidos, anticuerpos o lo que sirva para poder adelantarse a este enfermedad. Éste no es el primer trabajo que persigue diagnosticar el alzhéimer con un sencillo análisis de sangre; ya en 2007, un equipo de EE.UU. y Europa avanzó estas posibilidad, aunque no lograron resultados.

El estudio realizado por la compañía española Araclon Biotech se apoya en la creciente investigación que apoya la teoría de que un grupo de péptidos, los denominados beta-amiloide, que se encuentran de forma natural en el cuerpo, son los principales contribuyentes de esta patología. A través de un proceso, hasta ahora poco claro para la ciencia, hay una acumulación de estos péptidos en el cerebro que durante un periodo de años causa problemas de memoria y otros síntomas asociados con la enfermedad.

El equipo de Manuel Sarasa ha estado perfeccionando los test sanguíneos «ABtest40» y «ABtest42» para poder detectar cantidades muy pequeñas de dichos péptidos en sangre. «El estudio ha demostrado que nuestros tests para la beta-amiloide en sangre detectan un alto grado de asociación entre los niveles del péptido y la enfermedad cuando se comparan personas sanas e individuos con deterioro cognitivo leve», explica el experto a través de un comunicado.

Biomarcador fiable

El investigador explica que su equipo ha sido capaz, gracias a la valoración de dos de los péptidos más importantes, beta-amiloide 40 y beta-amiloide 42, en tres niveles diferentes de la sangre -liberados en plasma, ligados a los componentes del plasma y ligados a las células sanguíneas-, «de mostrar una relación entre dichos niveles y la enfermedad». Y esto significa, «que estamos más cerca de tener un biomarcador fiable y mínimamente invasivo para la enfermedad de Alzhéimer».

Sarasa aclara que gracias a esta información, «se podrá identificar antes a aquellas personas para que puedan participar en estudios en los que prueban nuevos tratamientos en las etapas tempranas de la enfermedad y, una vez que se encuentre un tratamiento eficaz, este test sanguíneo se adaptaría para ser utilizado en programas de cribado poblacional».

El investigador, que ha declinado hacer declaraciones, dijo en un comunicado que ya está en marcha un estudio con 255 pacientes y que está tratando de confirmar estos resultados con otros grupos similares de pacientes en todo el mundo.

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