Investigadores
de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), liderados por la directora del
departamento de Optometría y Visión de la UCM, Celia Sánchez-Ramos, han creado
y patentado las primeras lentes para gafas que previenen la degeneración de la
retina.
Así
lo ha presentado este jueves Sánchez-Ramos, que ha estado acompañada por el
director Grandes Cuentas del Grupo Prats, Rodrigo Alonso, y el director de AVS
Baja Visión, Miguel Guzmán, cuyas empresas son las responsables de la
fabricación y comercialización de las lentes con Certificado de Seguridad
Retiniana (CSR) a nivel nacional y, además, de la exportación a otros países.
De hecho, la Universidad ya las ha patentado en otros países como Estados
Unidos.
Tal
y como consta en el certificado de patentes, fechado en 2007, se trata de unas
lentes oftalmológicas y profilácticas para ojos pseudo-afáquicos y/o en proceso
de neurodegeneración, caracterizadas por ser el resultado de la aplicación de
un filtro con pigmentación amarilla sobre una lente oftalmológica común que
consigue proteger a los ojos de las longitudes de onda corta del espectro
visible.
"El
23 por ciento de la luz que recibimos es tóxica, y con estas lentes conseguimos
bloquear la luz, absorber las longitudes de onda corta y conseguir que el
usuario, que puede ser cualquier persona, vea las cosas con un mayor contraste
tanto por el día como por la noche", ha explicado Sánchez-Ramos, quien ha
asegurado que también previenen de la luz "dañina" que emiten las
pantallas LED de 'tablets', 'smartphones', ordenadores y televisión.
En
concreto, los expertos han creado tres tipos de lentes con CRS. La primera de
ellas, o de primer nivel, está indicada para situaciones con intensidad
lumínica baja y media cuyas principales fuentes emisoras de luz artificial son
ordenadores, televisores, 'tablets' o videoconsolas. Su uso de forma continuada
a corto plazo proporciona más confort, mejor contraste y menor fatiga visual y,
a largo plazo, previene de los daños ocasionados sobre la retina por la luz.
Las
lentes con CRS de segundo nivel, denominadas 'CRS 2a' tienen una absorción
media y, además de una función preventiva, están indicadas para la protección
de la retinas sensibles, especialmente, para aquellas personas que van a
realizar actividades bajo una iluminación media-alta. Se recomienda utilizarlas
desde antes de que la retina sufra los daños causados por la agresión de la luz
hasta los estados más avanzados de las lesiones causadas por la misma. Además,
a corto y largo plazo mantiene los beneficios del CSR de primer nivel.
Del
mismo modo, las lentes de tercer nivel, llamadas 'CSR 2b', tienen una absorción
igual al 'CSR 2a' pero se diferencian de ellas en la atenuación de la luz dado
que es un tono más oscuro. Están indicadas para los usuarios que van a hacer
actividades bajo una iluminación alta y su uso continuado en exteriores
mantiene las ventajas de las anteriores.
"Son
unas lentes para vivir y, además, su coste es muy racional comparado con el
resto de las lentes que hay en el mercado", ha asegurado Sánchez-Ramos,
quien ha informado de que este invento es el fruto de once años de
investigación y cuyos estudios realizados fueron encargados por el Fondo de
Investigación Sanitaria, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad.
En
definitiva, y gracias a la combinación de una lente oftalmológica y un tinte
amarillo, estas lentes permitirán a los pacientes operados de cataratas con
lente intraocular transparente, corregir la desprotección del ojo intervenido
mediante la simple utilización de una lente oftalmológica y, a los ojos con
procesos neurodegenerativos, mejorar e incrementar la protección natural.
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