lunes, 3 de junio de 2013

Primera terapia biológica que logra aumentar la supervivencia frente al cáncer de cérvix avanzado



Científicos del Grupo Norteamericano de Ginecología Oncológica (GOG, en sus siglas en inglés), en colaboración con varios hospitales españoles, han descubierto que el uso del antitumoral bevacizumab permite mejorar "de forma significativa" la supervivencia global frente al cáncer de cérvix o cuello de útero avanzado, lo que convierte a este fármaco en la primera terapia biológica que muestra una mejora significativa en estas pacientes.

En concreto, los resultados presentados durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO, en sus siglas en inglés), que se celebra en Chicago (EE.UU), muestran como el uso de este fármaco, que Roche comercializa con el nombre de 'Avastin', en combinación con quimioterapia logra reducir un 29 por ciento el riesgo de muerte.

Además, las pacientes logran supervivencia global media de 17 meses, frente a los 13,3 meses que ofrece el tratamiento estándar solo con quimioterapia (placlitaxel y topotecan o cisplatino).

España ha sido el único país europeo que ha colaborado en este estudio, gracias al Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), y los hospitales participantes han sido el Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, el Hospital La Paz y el Gregorio Marañón de Madrid, el Instituto Valenciano de Oncología (IVO), el Instituto Catalán de Oncología (ICO) de Girona y el Hospital Son Llatzer de Mallorca.

Según ha explicado la oncóloga del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona y principal investigadora española del estudio, Ana Oaknin, esta enfermedad se considera una "patología huérfana" ya que, aunque cada año se detectan en España unos 2.100 nuevos casos, actualmente hay una escasez de opciones terapéuticas disponibles para los tumores avanzados.

Esto se debe a que generalmente su diagnóstico se produce antes de que el tumor se disemine, lo que permite una supervivencia del 90 por ciento a los 5 años. Sin embargo, cuando la enfermedad se ha extendido, algo que sucede en mayor parte en países en desarrollo, la supervivencia a largo plazo se reduce al 20 por ciento.

Para estas mujeres, el estudio 'GOG240' con 452 mujeres ha demostrado que el uso de bevacizumab ofrece una logra disminuir el tamaño del tumor en un 48 por ciento de los casos (frente al 36% que consigue la quimioterapia).

Esto se consigue gracias a que el fármaco actúa inhibiendo la angiogénesis, proceso que "juega un papel altamente relevante en cáncer de cérvix" ya que "está implicada en su desarrollo desde el mismo momento en que se produce en la paciente la infección por el virus del papiloma humano (VPH) y constituye un factor de mal pronóstico".

PRIMERA MEJORA DE SUPERVIVENCIA EN CASI UNA DÉCADA

"Hablamos de mujeres jóvenes con una supervivencia que no suele superar la cifra de los 10 meses", ha recordado la doctora Oaknin, quien destaca que se trata de la primera mejora de supervivencia en casi una década.

Además, en términos de seguridad el añadir bevacizumab al régimen de quimioterapia no reveló la aparición de nuevos efectos secundarios que no fueran manejables o bien se trataba de los conocidos previamente en otros estudios con el antiangiogénico, que tiene además indicaciones aprobadas en otros tumores como mama, colon, pulmón y ovario.

Precisamente dentro de los tumores ginecológicos en Chicago también se ha presentado el estudio internacional ROSiA en cáncer de ovario avanzado, en el que España ha sido el máximo reclutador.

En este caso, participaron 59 hospitales españoles que incluyeron 180 pacientes con este tumor (de un total de 1.039). El objetivo primario ha sido evaluar el perfil de seguridad de bevacizumab cuando se añade a un régimen de quimioterapia con carboplatino y paclitaxel como tratamiento en primera línea del cáncer epitelial de ovario, carcinoma de trompas de Falopio o carcinoma peritoneal primario.

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