martes, 11 de junio de 2013

Cáncer de próstata: el tumor de la vergüenza



Hoy se celebra el Día Mundial del Cáncer de próstata, una enfermedad que afecta en Europa a 1 de cada 6 varones y que se calcula que cada año tiene una incidencia en España de 20.000 casos. Aun así este tipo de tumor es, en Europa, la segunda causa de muerte por cáncer en varones, por detrás del de pulmón. Sin embargo, si se diagnostica a tiempo, su tasa de curación alcanza el 80%.

Se trata de un tumor que apenas da síntomas, por lo que el diagnóstico resulta en muchas ocasiones muy complicado. Así lo reconoce Sofía Vivancos, del Hospital Universitario de Canarias: el principal reto del diagnóstico precoz del cáncer de próstata es que, en la mayor parte de los casos, se trata de una enfermedad silente, es decir, que no provoca síntomas reconocibles. «El cáncer de próstata comienza a dar sintomatología, normalmente, en una fase ya avanzada. Habitualmente, los pacientes suelen ser diagnosticados en las revisiones periódicas y por eso es tan importante la realización del cribado o screening a partir de los 40 años».

De esto sabe mucho Toribio, al que diagnosticaron un cáncer de próstata en fase avanzada y tuvo que ser sometido a cirugía radical. «Yo no sabía apenas nada sobre esto; ni PSA, ni tacto rectal, ni de cribado, ni nada de nada», dice. Y, de pronto, «todo de golpe». Le diagnosticaron un tumor de próstata en una revisión, «nunca iba al médico porque nunca estaba enfermo», y ya estaba avanzado.

El diagnóstico del cáncer de próstata comienza a realizarse a través del tacto rectal y de una analítica de sangre en la que se solicita el PSA (Antígeno Prostático Específico). «Las primeras pruebas de detección se pueden realizar en la consulta del médico de atención primaria. Por lo tanto, es muy importante concienciar a estos especialistas para que deriven a las consultas del urólogo a aquellos pacientes en los que, a través de esta primera evaluación, se tenga la sospecha de la presencia de este tumor», señala Vivancos.

Información, información

Falta de información en general es lo que demanda Toribio, y sobre todo, señala, «falta de información sobre los efectos secundarios de los tratamientos, pero también sobre el cáncer». Todavía recuerda como ha sido todo su proceso: «no te cuentan casi nada, al menos a mí, sobre la incontinencia y la impotencia, efectos secundarios muy frecuentes. Y, por eso, no estás preparado para hacerlos frente». Afortunadamente Toribio ha podido con todo, aunque la cuesta mucho hablar de ello. «Y eso está mal; no se habla de la enfermedad; se oculta, incluso a tus amigos y terminas por encerrarte en casa, sin querer salir y si hacer nada». Es, como dice Toribio, el tumor de la vergüenza. Otros tumores, dice, tienen más presencia, como el de mama, pero del de próstata no quiere hablar casi nadie.

Y dos últimos consejos. Primero, dice Toribio, «para todas aquellas personas que estén pasando por lo que pasado yo. Que hablen, que lo cuenten y que no se encierren en casa». Así lo hizo él, que trabaja como voluntario a en un banco de alimentos. El segundo, y esto lo tiene preparado, es para el Metro de Madrid, extensible a los de otras ciudades: «¿qué les cuesta poner aseos en las estaciones. Cuando sufres incontinencia, como consecuencia de un tratamiento para el cáncer de próstata o por cualquier otra razón, muchas veces no salimos porque no tenemos donde ir al servicio. De verdad, ¿sería mucha molestia?».

¿Cómo prevenir?

Existen algunos factores de riesgo que hay que tener en cuenta:

Raza: el cáncer de próstata presenta grandes variaciones de incidencia según la zona del mundo. En Europa son los escandinavos los que mayor incidencia presentan. En los paises del sur como España, Grecia o Italia presentan una tasa de cáncer de próstata más baja. Es más frecuente  en afroamericanos que en blancos americanos. Los hombres de ascendencia asiática o los habitantes de las islas del Pacífico tienen las tasas más bajas de incidencia y mortalidad.

Herencia: se estima que un 10% de los casos de cáncer de próstata pueden presentar un componente hereditario.

Edad:  es una enfermedad que, fundamentalmente, afecta a varones con edad avanzada. El 75% de los casos son personas mayores de 65 años. Algunos expertos dicen que si se viviera 100 años todos los varones tendrían cáncer de próstata.

Hormonas: el inicio y la progresión están influenciados por los andrógenos (testosterona). Se sabe que estos tumores disminuyen o desaparecen cuando lo hacen los niveles de dicha hormona.

Dieta: hay evidencia que sugieren que las dietas con alto contenido en grasas podrían aumentar el riesgo de cáncer de próstata.

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