martes, 6 de agosto de 2013

¿Por qué duelen las quemaduras solares?



Aunque hasta ahora se sabía que la exposición a los rayos UVB del sol es la causante de las quemaduras que sufre nuestra piel, el proceso que estas radiaciones desencadenan en las células de la epidermis todavía esconde algunos secretos. Un estudio que esta semana publica la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS) arroja algo de luz y explica porqué duelen las quemaduras solares.

La clave, como ha demostrado un equipo internacional en ratones y muestras de piel humana en el laboratorio, está en una molécula de la piel, TRPV4. Utilizar un compuesto para bloquear esta sustancia no sólo podría evitar el daño que sufre la piel cuando se quema por el sol, sino que podría servir para mejorar la protección solar.

De momento, sólo en condicional, porque los investigadores admiten que antes habrá que comprobar si lo que han observado en los roedores es aplicable también en pacientes de carne y hueso.

Lo que han descubierto puede explicarse como una cascada de acontecimientos moleculares que se pone en marcha cuando exponemos nuestra piel al sol. Las radiaciones UVB del sol (las causantes de las quemaduras) activan TRPV4, una molécula que se encuentra en abundancia en las células de la epidermis, pero que también juega un papel fundamental en otros procesos dolorosos. Cuando TRPV4 se activa pone en marcha otra sustancia, la endotelina, que se ha relacionado no sólo con el dolor, sino también con el picor. "TRPV4 traduce los rayos UVB en señales intracelulares que pasan de las células de la epidermis a las células nerviosas, lo que causa una sensación dolorosa", explican en su artículo.

En ratones de laboratorio sin pelaje, probaron a 'bloquear' TRPV4 con un compuesto experimental, y observaron que estos animales eran mucho más resistentes a las quemaduras y sufrían menos daños en la piel. Mientras que los animales con TRPV4 en estado 'normal' sufrían dolorosas quemaduras y ampollas por la radiación solar.

Aunque la cadena de eventos se repitió cuando bloquearon esta molécula en pieles humanas de laboratorio, los investigadores (encabezados por Wolfgang Liedtke, de la Universidad de Duke) admiten que hay que ser cautos antes de sacar ninguna conclusión aplicable a humanos. "Antes de nada debemos saber qué otros eventos se desencadenan cuando bloqueamos TRPV4 en humanos", explica en un comunicado difundido por su universidad. "Sólo cuando se conozca bien su función en humanos, se podría pensar en bloquearlo con algún compuesto tópico o loción que mejorase la capacidad de los actuales protectores solares", añade Liedtke en un correo electrónico remitido a ELMUNDO.es.

Como ellos mismos recuerdan en su estudio, de las radiaciones infrarrojas del sol que alcanzan la tierra, son las UVB las que se asocian con los daños más inmediatos y superficiales (las quemaduras); mientras que los daños a largo plazo, como el cáncer de piel, se debe a los rayos UVA. Por eso, cualquier tipo de bloqueante de TRPV4 que se lograse diseñar, explica el investigador de origen alemán, debería ir siempre acompañado de otros filtros solares.

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