Demasiada
azúcar y sal y poca fruta, verduras o legumbres. Está es la conclusión a la que
ha llegado una investigación realizada en 8 restaurantes de comida rápida en
EE.UU. tras haber analizado sus menús en dos periodos diferentes: 1997-1998 y
2009-2010.
Los
resultados, publicados en American Journal of Preventive Medicine, reconocen
los esfuerzos que algunas de estas cadenas han hecho para mejor la calidad
nutricional de sus menús, pero aún así señalan que no han mejorado mucho. De
hecho, según el Healthy Eating Index o Índice de Alimentación Saludable, un
indicador diseñado por el Departamento de Agricultura de EE.UU. para poder hacer
una medición cuantitativa de lo saludable que se supone que es un tipo de
alimentación o dieta, apenas ha habido un ligera de mejora; de un índice de 45
se ha pasado al 48 -por debajo de 55 considerada como óptima-. (El Índice de
Alimentación Saludable evalúa la cantidad que se ingiere de algunas familias de
alimentos, asignando diferentes puntuaciones a diversos rangos; si se
consideran saludables, a mayor cantidad, más puntos. De esa forma, cuanto más
alta sea la puntuación final, más saludable se considerará la alimentación.
Ahora bien, tiene importantes limitaciones, pero también algo bastante
interesante: permite resumir en un solo resultado numérico «lo saludable» de
unos hábitos alimentarios o una dieta).
Poca
mejoría
Debido
a que el índice en anteriores ocasiones era apenas de 45, especialmente por el
consumo elevado de grasas y azúcar, las autoridades de EE.UU. recomendaron a
estas cadenas de comida rápida que revisaran sus menús. Sin embargo, los
resultados aunque suponen un avance, no alcanzan un aprobado. Así, el estudio,
realizado por la Robert Wood Johnson Foundation's Healthy Eating Research,
muestra que las puntuaciones en cuanto a alimentos saludables como la fruta,
verduras, legumbres o cereales y aceites no saturados no habían cambiado. Únicamente
habían mejorado las referidas a la carne, a las grasas saturadas y sólidas y a
los azúcares, aunque habían empeorado los de la ingestas de leches grasa y sal.
Los
restaurantes analizados pertenecían a ocho cadenas, algunas presentes en España:
McDonald, Burger King, Wendy, Taco Bell, Kentucky Fried Chicken (KFC), Arby,
Jack in the Box y Dairy Queen. Seis de los ocho habían seguido las
recomendaciones para mejorar nutricionalmente sus menús. Por ejemplo, KFC había
reducido la cantidad de grasa saturadas y sólidas y azúcares, y había aumentado
la de verduras y cereales.
Millones
de personas en el mundo se alimentan de comida rápida. En EE.UU. por ejemplo, más
del 25% de los adultos consumen este tipo de comida más de dos veces por
semana, una dieta que es, en parte, responsable del incremento de enfermedades
crónicas relacionadas con la dieta como la enfermedad cardiovascular o la
diabetes. España, afortunadamente ha sido el país con menor gasto en comida rápida,
aunque, los últimos datos muestran que, entre los países industrializados, es
el país en el que crece de una forma más relevante el gasto por persona en
comida rápida, casi un 5%.
Decepcionante
y sorprendente
A
pesar de que la industria de comida rápida está haciendo esfuerzos para mejorar
sus menús, señala Mary Hearst, de la Universidad St. De Minnesota (EE.UU.),
todavía está lejos. «Debido al papel que desempeñan estos restaurantes en la
alimentación de muchas personas -dice- tenemos una vía muy valiosa para mejorar
el estado nutricional de la población».
Para
Margo G. Wootan, del Center for Science in the Public Interest de Washington,
los resultados son «decepcionantes y sorprendentes». En un comentario que
acompaña al estudio, Wootan señala que las cadenas de comida rápida lo pueden
hacer «mucho mejor».
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