Las
mujeres con cuerpo delgado tienen mayor riesgo de desarrollar endometriosis que
las que sufren de obesidad mórbida, según concluye un estudio publicado en la
edición digital de este miércoles de la revista 'Human Reprodution'.
La
investigación detectó que las posibilidades de endometriosis fueron un 39 por
ciento menores en las mujeres con obesidad mórbida, aquellas con un índice de
masa corporal (IMC) superior a 40 kg/m2 en comparación con las mujeres con un
IMC en el rango entre bajo y normal (18,5 a 22,4 kg/m2), y un 41 por ciento
menos de riesgo en las que eran obesas a los 18 años.
La
asociación fue más fuerte en el grupo de mujeres que eran estériles (quienes
trataron de quedarse embarazadas durante más de un año): se observó una tasa
significativamente menor de endometriosis (62 por ciento) entre las actualmente
obesas mórbidas en comparación con las de un bajo índice de masa corporal o
normal, mientras que fue 77 por ciento menor entre las mujeres con obesidad
mórbida a los 18 años en comparación con las de bajo índice de masa corporal
normal a los 18.
Los
autores del estudio subrayan que, aunque sus hallazgos establecen una evidencia
firme de una relación entre la endometriosis y el índice de masa corporal, no
muestran que el bajo índice de masa corporal cause la endometriosis. "Es
importante señalar que a pesar de la fuerza de la evidencia que subyace a la
relación entre el peso corporal y la endometriosis, inferencias sobre la causalidad
o el proceso fisiopatológico de estas relaciones no se pueden hacer",
escriben en su artículo.
Los
mecanismos que podrían ser responsables de la relación entre el IMC y el riesgo
de endometriosis no están claros, pero los investigadores apuntan a la
posibilidad de que el IMC a una edad temprana puede tener una influencia en la
salud en la edad adulta, especialmente en lo que se sabe que tiene un efecto en
otras enfermedades, y también que el síndrome de ovario poliquístico (SOP) es
más común entre las mujeres obesas y el efecto que tiene sobre la menstruación
y las hormonas podría desempeñar un papel en reducir o ralentizar el
crecimiento de las lesiones del endometrio.
El
primer autor del estudio, la profesora Divya Shah, de la Universidad de Iowa,
en Estados Unidos, explica: "Mantener un peso corporal saludable (un IMC
entre 20 y 24,9 kg/m2) durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta se
asocia con una gran variedad de beneficios para la salud conocidos. El estudio
no sugiere que las mujeres con obesidad mórbida son, de alguna manera, más
sanas que las delgadas y que es la razón de su menor riesgo de endometriosis.
Es más probable que los factores relacionados con la infertilidad, que es más
común entre los muy obesos, están vinculados a la reducción del riesgo de
endometriosis".
"Nuestro
hallazgo de que las mujeres delgadas tienen mayor riesgo es una información
útil para los médicos al hacer un diagnóstico. También significa que la
investigación futura se centrará en estas mujeres para descubrir las causas,
por lo que podemos diseñar tratamientos que podrían ayudar a prevenir el
desarrollo de la condición", agrega esta autora del estudio, cuyos
hallazgos provienen del Estudio de Salud de las Enfermeras II (NHS II), que ha
siguió a 116.430 enfermeras de Estados Unidos desde septiembre de 1989.
El
autor principal del estudio, profesor asociado, Stacey Missmer (SCD), de la
Escuela de Medicina de Harvard, en Boston, Estados Unidos, dijo: "El
análisis de los primeros diez años de datos del NHS II reveló una relación
inversa entre la endometriosis y el IMC a los 18 años entre todas las mujeres,
y, en un subgrupo de mujeres estériles, una relación inversa entre la
endometriosis y el IMC actual. La disponibilidad de otros diez años de datos del
NHS II proporcionó 2.986 nuevos casos de endometriosis y permitió trazar las
mujeres que fueron diagnosticadas con endometriosis después de 25 años de edad
a través de la mayor parte de su vida reproductiva".
Según
este investigador, este estudio confirma que las mujeres con un IMC bajo, tanto
actualmente como a los 18 años, tienen un mayor riesgo de desarrollar
endometriosis, una asociación que se mantiene fuerte en las mujeres infértiles
pero que está presente en todas las mujeres, independientemente de estado de
fertilidad. "Creemos que este gran estudio prospectivo proporciona pruebas
concluyentes de la relación inversa entre la endometriosis y el IMC",
concluye.
La
endometriosis se estima que afecta a aproximadamente a una de cada diez mujeres
en edad reproductiva. Como un diagnóstico de la endometriosis sólo puede ser
confirmado por laparoscopia, es difícil, si no imposible, establecer el punto
preciso en el que aparece la endometriosis. Un estudio reciente de mujeres en
16 centros de diez países mostró que la edad promedio en que las mujeres
presentan síntomas de endometriosis es los 26, pero la mayoría experimenta un
retraso de seis o siete años entre el inicio de los síntomas y un diagnóstico
definitivo.
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